BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
Guerra perpetua: Ƒhacia la balcanización de Siria?
"El gran ganador" de la derrota de Hussein
Caos y demolición del mundo árabe
EL TRIUNFO anglo-estadunidense-israelí en Irak, fracturado en tres porciones, se refleja nítidamente en sus seis fronteras. Después de Israel (obviously), el gran triunfador regional ha sido la teocracia de los ayatolas chiítas de Irán, que coloca gradualmente sus piezas en el sur chiíta de Irak.
DAVID IGNATIUS, editor en jefe del IHT, coincide con los postulados que había avanzado hace mucho Bajo la Lupa sobre la complejidad del estamento chiíta: "El gran triunfador de la guerra, según los analistas árabes, pudiera ser la teocracia que gobierna Irán. Los iraníes permitieron que Estados Unidos derrocara a su enemigo Saddam Hussein, y ahora se encuentran bien posicionados para frustrarlo si trata de dominar Irak" (The Washington Post 15-04-03).
DESDE LA GUERRA de Afganistán, posterior al 11 de septiembre, sigue habiendo convergencia de intereses entre el equipo Bush y la teocracia de los ayatolas chiítas de Irán, que debido a los juegos de tres bandas que se practican hábilmente en Teherán, seguramente habrá dejado boquiabiertos a muchos cándidos que creen todo lo que leen y escuchan sobre Medio Oriente sin contrastar en forma precautoria.
OTROS VENCEDORES del féretro iraquí serían: Turquía (que inhibe, en conjunción con Irán, la efervescencia independentista de los kurdos en el norte), el reino hashemita de Jordania (que se alista a deglutir los restos del sunnismo en la zona central de Irak, como en Siria, y en lo que quede de Palestina y su Autoridad Nacional, que fue obligada a operar un "cambio de régimen", con Abu Mazen, del agrado del general Sharon) y la petrocracia de Kuwait, que se convierte en una base a perpetuidad del ejército invasor angloestadunidense.
EL GRAN PERDEDOR resulta la variedad islámica del sunnismo, curiosamente el más moderado y protolaico de Bagdad, que se mezcló con el "socialismo árabe" del Baas. Pero también el "wahabismo" del reino de Arabia Saudita se encuentra a la defensiva, y desde los atentados terroristas del 11 de septiembre sufre su segundo descalabro, después de Afganistán, lo cual aprovecha el ave de mal agüero, Francis Fukuyama, el iluso sepulturero de la historia, quien reclama la retirada del ejército estadunidense de Arabia Saudita. Fukuyama recuerda ingratamente que Arabia Saudita había proporcionado desde 1991 las bases para los vuelos de vigilancia de la zona sur de Irak, y que en 1996 se volvieron el objetivo de los ataques del yemenita-saudita Usama Bin Laden. El nipón-estadunidense Fukuyama arremete contra el Islam, que "no ofrece una alternativa creíble porque no se dirige a los no musulmanes", como tampoco cumple las aspiraciones de sus pueblos frente al "fin de la historia" que concretan la "modernización" (sic), la "democracia liberal" (sic) y la "economía de mercado" (The Scotsman 15-04-03). ƑPero quién ha proferido tamaña barbaridad de que el Islam pueda suplir al laicismo y al pluralismo, la quintaesencia del verdadero "occidente", que no son practicados por el fundamentalismo apocalíptico bautista-sureño del equipo Bush ni Japón?
DESPUES DEL SUNNISMO de la variedad baasista del esfumado Saddam (quien se perfila, quizá, a compartir la misma suerte de Usama Bin Laden y el mulá Omar), la gran derrotada en el tablero de ajedrez regional es Siria, que se encuentra con la espalda contra el mar frente a la sexta flota de Washington y rodeada de enemigos por doquier en sus cinco fronteras: 1. Irak, su principal frontera, con 822 kms., donde gobierna el ejército anglo-estadunidense. 2. Turquía, la segunda, con 605 kms., aliada de Israel y Azerbaiján (el premier Abdalá Gul acaba de cancelar una visita a Damasco destinada a analizar la contención a los kurdos; además, los cancilleres de Turquía e Israel se van a reunir el fin de semana para limar asperezas). 3. Jordania, donde el rey Abdalá, instrumento anglosajón por genética histórica, se apresta a recolectar las migajas del sunnismo en Irak, Siria y Palestina. 4. Israel, que después de EU y Rusia es el único país del mundo que posee las tres variedades de "armas de destrucción masiva" (nucleares, químicas y biológicas), según la revista alemana Der Spiegel. 5. El avispero caleidoscópico del Líbano, donde mantiene el ejército sirio una fuerza expedicionaria de 40 mil soldados que puede ser puesta a prueba por las facciones antisirias.
SI EL MUNDO árabe, que brilló por su ausencia antes y durante la guerra contra Irak, de 22 entidades, con sus 180 millones de habitantes, nunca constituyó una cohesión monolítica desde el profeta Mahoma -cuya sucesión escindió al mundo islámico entre sunnitas exotéricos (los "compañeros del Profeta" y sucesores ortodoxos del Califato) y chiítas esotéricos (los seguidores de Alí, el yerno del Profeta)-, el mundo islámico no árabe, de 35 países y mil 320 millones de creyentes, exhibe mucho menos una compactación a toda prueba en su vastedad geográfica, multiétnica y cultural desde el océano Atlántico, pasando por el Himalaya, hasta el océano Pacífico. La desinformación del eje Washington-Londres-Tel Aviv ha propalado deliberadamente muchos mitos sobre la pretendida cohesión del Islam, en general, y del mundo árabe, en particular.
EL "PLAN WOLFOWITZ" va viento en popa conforme a la letra y su espíritu: se asientan tanto el caos regional, que empieza a fomentar enfrentamientos civiles, como la demolición socioeconómica, sicopolítica y cultural (incluida la quema de invaluables archivos milenarios) del mundo árabe. Tampoco tuvo lugar en el mundo islámico la jihad, un montaje propagandístico del eje Washington-Londres-Tel Aviv para encubrir su agenda de "guerra perpetua" por medio de la doctrina neoimperial de la "guerra preventiva".
EN SU LIBRO La teoría diabólica de la guerra (extinguido por la "mano invisible" librecambista), el historiador estadunidense Charles Austin Beard lanzó, a principios del siglo XX, el concepto de la "guerra perpetua" de los sectores bancarios de Estados Unidos (JP Morgan y los Rothschild) que promovieron la Primera Guerra Mundial para ocultar sus cuantiosas pérdidas financieras. La "guerra perpetua" de la plutocracia global representa el antídoto a la "paz perpetua", del filósofo alemán Immanuel Kant. El ensayista Gore Vidal retoma el concepto de "guerra perpetua" en su reciente libro, que exhibe la maquinaria bélica que resucitó después de los atentados del 11 de septiembre -ciertos círculos críticos de EU, de los pocos que quedan, señalan a Dick Cheney como su autor intelectual; la Red Voltaire sin tapujos apunta a Henry Kissinger. ƑY por qué no los dos?).
MAS ALLA DE las trivialidades cacofónicas que se peroran sobre Siria, en el nuevo frente de la "guerra perpetua" suena interesante que los ultrahalconazos del equipo Bush, embriagados por su triunfo en Irak, hayan retomado las acusaciones que vertiera el general Sharon, durante la charada de las inspecciones del sueco Hans Blix, de que el régimen de Saddam Hussein había ocultado sus "armas de destrucción masiva" en Siria. Ahora, Sharon ha pedido la desmilitarización del Líbano, que incluye el desarme y control de la guerrilla islámica chiíta del Hezbolá ("El Partido de Dios"), mientras el equipo Bush ha lanzado una andanada de "bombas de racimo" retóricas contra el régimen "alawita" (secta esotérica y hereje del Islam cercana al chiísmo) que preside Bachar Assad, quien estudió oftalmología en Londres, donde se casó con una ejecutiva siria de la correduría Merrill Lynch. Las estruendosas amenazas de los proponentes de la "guerra perpetua" del equipo Bush han dejado planear la duda sobre una extensión militar en Siria, acusada de todos los males terrenales, que con la simple retórica ha sido desestabilizada debido a su vulnerabilidad interna, que la puede llevar a la balcanización y, por ende, arrastrar en su aluvión al Líbano. El equipo Bush castiga de paso a Francia que, con su ex colonia Siria, que forma parte del Consejo de Seguridad de la agónica ONU, había frenado diplomáticamente el unilateralismo de Washington. La perfidia legendaria del gobierno Blair es de tal magnitud que sería difícil definir con certeza si no juega a la simulación cuando pretende desmarcarse de la estruendosa "guerra retórica" que libran los ultrahalconazos del equipo Bush contra Siria, a la que han catalogado "Estado canalla".
SIRIA (2.3 VECES menor al territorio iraquí y con 17 millones de habitantes) representa un bastión del sunnismo (74 por ciento), con 16 por ciento de sectas islámicas esotéricas (los "alawitas" y los "drusos" entre las más conspicuas) y 10 por ciento de cristianos. En forma anómala, y gracias a la connivencia de ciertas potencias mundiales y regionales (que no viene al caso mencionar ahora), y a la astucia geopolítica de Hafez Assad (el padre de Bachar), la secta de los "alawitas" (7 por ciento de la población total), a la que pertenece la familia dinástica Assad, ha gobernado, a partir de un golpe de estado, desde hace 33 años.
CON LA FRAGMENTACION de Siria en tres estados (alawita, druso y sunnita), un añejo proyecto resucitado para reconfigurar la nueva cartografía medio-oriental, se prevé el control estratégico del mar de Galilea (Tiberiades/Kineret) en la contigüidad de las alturas del Golán ocupadas por Israel, que padece una grave carencia de agua, así como del lago Assad y el río Eufrates (que desciende de Turquía, atraviesa Siria, para luego ingresar a Irak y conectarse con el río Tigris). El proyecto también vislumbra la creación de un corredor geográfico entre Israel y Turquía, dos aliados estratégicos militares, para afianzar el oleoducto de Mosul y/o Kirkuk hasta el puerto israelí de Haifa y garantizar la recomposición de las fuerzas hidráulicas en torno al monte Hermon (colindancia hidráulica de Siria, Líbano e Israel). Sin mencionar otro corredor proyectado entre Turquía y Azerbaiján (que colinda con el occidente del mar Caspio, la tercera reserva mundial de petróleo), como de otro que va desde Afganistán hasta el noreste de Irak, a lo largo del paralelo 36, y que atraviesa el "Azerbaiján iraní", que colinda con el sur del mar Caspio. Pero esos son otros "corredores" que también dependerán del grado de fragmentación de Irak y, en un futuro halagüeño, de Irán, para que siga vigente la "guerra perpetua" mediante la doctrina neoimperial de "guerra preventiva" que haga posible la llegada directa de Estados Unidos al mar Caspio, sin obstáculos de conexión con la retaguardia en el Mediterráneo.