CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
Las tribus perredistas, freno al partido
TENIA QUE SER de ese modo. Ayer empezó el último mes del último periodo de trabajos de la actual Asamblea Legislativa del Distrito Federal, cuya presidencia, por acuerdo de todos los partidos ahí representados, corresponde a un representante del PRD.
Y COMO HA sido costumbre en ese instituto político todo fue un desastre absoluto y el afamado y nunca bien ponderado líder de la bancada perredista, mejor conocido como Sombrita, con el guión en la mano que le escribió René Bejarano quiso dar un poco de luz: trató de imponerse y al final terminó, como ya es habitual, ignorado.
PARA LOS ASAMBLEISTAS este periodo cobra importancia relativa ya que durante esta parte de los trabajos legislativos algunos asuntos de mayor peso político serán discutidos y, según sea el caso, aprobados o rechazados para abrir las puertas a la legislatura que preparará el cierre de la administración de Andrés Manuel López Obrador.
PERO ESTO ES lo de menos para la tribu conocida como Corriente de Izquierda Democrática (CID), donde se piensa únicamente en las posiciones de poder que puede obtener y nunca en el partido como organismo de interés público.
ES EN LA ALDF donde se ha podido ver con claridad cuáles son los más grandes problemas del PRD como entidad política y quiénes, al anteponer los intereses de su corriente, han dañado a esa organización.
AYER, CUANDO DE manera tramposa algunos miembros de la bancada del PRD cambiaron el nombre de quien debería presidir los trabajos de la Asamblea, Sánchez Camacho (Sombrita) advirtió casi histérico que la presidencia debería recaer en Dione Anguiano o en nadie.
LA EXPRESION DE intolerancia de este legislador, que pretende gobernar Xochimilco, significa nada más la manera de hacer las cosas en la CID, donde nadie puede expresar opiniones o tener opciones diferentes a las dictadas desde el liderazgo de esa tribu.
ADEMAS, ANTE LA cerrazón del legislador hubo necesidad de que otros miembros de la Asamblea le recordaran al coordinador de los diputados perredistas que podía hacer lo que quisiera, pero los ordenamientos legales tenían que cumplirse y nada más.
LA DESCOMPOSICION EN la fracción parlamentaria del PRD en la ALDF nada más muestra lo que ocurre en todo el partido, donde una y otra vez los intereses de las corrientes, que poco o nada tienen que ver con él, se han convertido en las únicas vías por donde se puede transitar dentro de esa organización.
NO EXISTE, POR lo pronto, forma de hacer que el PRD se convierta en partido. Más de una vez se ha tratado de impulsar una reforma desde adentro que permita al conjunto de tribus coexistir dentro de la normalidad, democrática si se quiere, pero todo y todos han fracasado.
HOY EN DIA, cuando ese instituto político está en uno de sus mejores momentos electorales, debido a la debilidad de los otros partidos, tiende, como en la vieja izquierda, al suicidio sin remedio. Eso ya lo sabe la gente y se reflejará sin duda en las votaciones. Tal vez no en las de este año, pero quizá dentro de tres. Ya veremos.
