Legisladores del tricolor afirman que votarán en bloque contra la propuesta
Cierra el PRI definitivamente el paso a la reforma política del DF
Según sus argumentos, un grupo de juristas considera improcedentes los cambios políticos en la capital Habrían conocido un documento en poder de Sodi con la opinión de los especialistas
ENRIQUE MENDEZ Y ROBERTO GARDUÑO
La mayoría de los diputados federales del PRI rechazó la reforma política del Distrito Federal y decidió que su voto se emitirá en bloque contra el proyecto de decreto aprobado por consenso por todas las fracciones representadas en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) y apoyado por el jefe de Gobierno, Andrés Manuel López Obrador.
La decisión de los legisladores del tricolor obedeció al conocimiento de un legajo que tenía en su poder el senador perredista Demetrio Sodi de la Tijera con las opiniones de un grupo de juristas. Emilio Rabasa, Ignacio Burgoa, Miguel González Avelar, Raúl Carrancá, Jaime Moreno Garavilla y Francisco Venegas informaron al legislador del partido del sol azteca sobre la improcedencia de los cambios políticos planteados por la ALDF.
Los especialistas en derecho advierten que en caso de pretender una reforma a la Constitución que modifique la facultad de expedir una constitución local para el Distrito Federal, ésta deberá promoverse en el Senado de la República o la Cámara de Diputados. De no ser así, cualquier otra iniciativa sería inconstitucional, señalan.
Apoyados en las argumentaciones jurídicas en contra de la reforma política, que echan por tierra, por la vía del derecho, la posibilidad de cambios sustanciales en las relaciones entre los poderes de la capital del país, los priístas aprovecharon las observaciones y, en acuerdo con sus correligionarios en el Senado, cerraron el paso a la iniciativa de la ALDF.
Los integrantes de las comisiones de Gobernación y de Puntos Constitucionales elaboraron una serie de argumentaciones para descartar la iniciativa perredista. Consideran que ésta desconoce la naturaleza del Distrito Federal, que fue constituido por voluntad y decisión de todos los estados de la Federación, y señalan que en la propuesta de reforma "se pretende que los órganos de gobierno estén por encima de los poderes federales".
Además de esa autonomía, manifiestan los priístas, la reforma "propone quitar al Congreso de la Unión la competencia para expedir el Estatuto de Gobierno del Distrito Federal, y concederle esa facultad a la Asamblea Legislativa capitalina, que podría determinar la competencia de los poderes de la Unión en la propia capital del país.
"Esta pretensión es inaceptable porque los poderes federales jamás pueden estar supeditados a los órganos de gobierno del Distrito Federal. La Asamblea Legislativa carece de competencia para presentar ante el Congreso de la Unión iniciativas de reformas constitucionales. Esta facultad la tienen solamente el Presidente de la República, los diputados federales, los senadores y las legislaturas locales", establece el texto priísta.
Otro punto que motivó el rechazo de la bancada del PRI en San Lázaro se refiere a que las fuerzas de seguridad pública que se encuentren en la capital del país estarán al mando del titular del Ejecutivo federal, porque éste tiene residencia en el territorio del Distrito Federal y por lo tanto tendrá capacidad de decidir sobre las fuerzas armadas o policiacas en el ámbito federal.
"Con la reforma se pretende que las fuerzas de seguridad pública estén bajo el mando de las autoridades del Distrito Federal, incluyendo su nombramiento. Esta pretensión es abiertamente violatoria de la Constitución y va contra el pacto federal", señalaron.
Desde el punto de vista de los priístas, la reforma política propuesta conllevaría al caos administrativo, porque las autoridades del Distrito Federal se sustraerían del ámbito de las responsabilidades federales para crear un sistema de carácter local donde los estados de la Federación estarían marginados para intervenir en ese tema, a pesar de que la ciudad de México es la capital del país.
Respecto al endeudamiento del gobierno local, tema recurrente en las disputas entre perredistas, priístas y panistas, la posición de los legisladores del PRI es totalmente opuesta a la iniciativa, porque "la reforma propone que el Congreso de la Unión deje de tener competencia para aprobar" la contratación de deuda del Distrito Federal, y que esa atribución pase a la Asamblea Legislativa y al jefe de Gobierno.