Sin justicia social no hay democracia, dijo
el gobernador en su cuarto informe de labores
Llama Núñez Soto a asumir responsabilidades
y costos
Pachuca, Hgo., 1º de abril. Hablar de un renovado
federalismo no obedece a consideraciones coyunturales ni a un afán
de posicionamiento político sino a un ejercicio de responsabilidad
al que estamos obligados todos los sectores, afirmó el gobernador
de Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto.
En el contexto de su cuarto informe de labores, remarcó
la necesidad de un federalismo en el que se conjuguen simultáneamente
relaciones centrales y descentralizadas y donde el ideal sea una conjunción
balanceada de poderes que garanticen la diversidad política y cultural
para salvaguardar la unidad nacional e impulsar el desarrollo.
Ante
dirigentes partidistas, legisladores y representantes de todos los sectores
agrupados en el Consejo Consultivo Ciudadano, planteó también
una reforma hacendaria de gran visión que considere ingresos, gastos
y deuda.
Consideró que la descentralización y colaboración
administrativa y la homologación de los sistemas hacendarios estatales
y municipales resulta impostergable para dar viabilidad al país.
Demandó transformar el Sistema Nacional de Coordinación
Fiscal en un sistema nacional de coordinación hacendaria.
Con ello, subrayó, se crearía un nuevo ciclo
regenerativo de la economía nacional al equilibrar los factores
y potenciales productivos con los regionales, promoviendo nuevos polos
de desarrollo y desplegando estrategias de largo plazo con políticas
de estado y no de acuerdos administrativos de gobierno.
Para Núñez Soto es hora de asumir nuestra
responsabilidad, pagando los costos que esta transformación conlleva.
Es momento de hacerlo porque desde hace tiempo hemos venido
reconociendo la necesidad de incrementar el gasto en diversos rubros, pero
no así la manera de generar los recursos capaces de financiarlo.
En ese reconocimiento, "en la responsabilidad de proponerlo
y asumir los costos desde nuestras respectivas trincheras estatales y federal,
está el renovado federalismo que México y sus 32 entidades
requerimos con urgencia", expuso el gobernador hidalguense.
Destacó que asume su responsabilidad en el ámbito
de sus compromisos y teniendo como interés al estado que gobierna.
Lo hago por Hidalgo, por su presente y su futuro. No tenemos derecho a
perder el rumbo ni aflojar el paso, sostuvo.
En su discurso convocó a avanzar con mayor velocidad
en un proyecto de progreso que no sólo se mida en cifras abstractas
de crecimiento económico, sino en acciones que beneficien particularmente
a aquellos sectores de la sociedad que aún no han sido plenamente
incorporados al progreso.
En Hidalgo se acabó la política del hoy
y la promesa infundada del mañana, expresó. En la entidad
"estamos construyendo políticas de estado, de gran visión
y sustento, basadas en el esfuerzo del ayer, conjugadas con las oportunidades
del presente para tener la certeza de un mejor futuro".
Núñez Soto expresó su enorme satisfacción
de servir a los hidalguenses, no sólo por los resultados alcanzados
en los últimos cuatro años, sino por el enorme orgullo que
significa trabajar al lado de un pueblo que no escatima esfuerzos, que
no regatea la entrega y para el que no hay imposibles.
Tras manifestar que sin justicia social la democracia
se vuelve inviable, el mandatario hidalguense puntualizó que México
demanda más que políticas coyunturales de asistencia social
y desarrollo comunitario, un verdadero estado de bienestar moderno y sostenible,
competitivo e incluyente. Un estado que genere los instrumentos y las redes
sociales que permiten captar, compensar y redistribuir la riqueza para
beneficio de la gente.
Se refirió a la crisis del agro y dijo que no es
nueva, como tampoco lo son los modelos de producción y desarrollo.
Aseguró que el problema no deriva tan sólo
de un Tratado de Libre Comercio bien o mal negociado, ni de los ciclos
económicos tradicionales: es estructural.
Necesitamos más que una nueva política gubernamental
para el sector, un nuevo modelo de desarrollo rural y regional como proyecto
de Estado, reconoció.
Pugnó por un nuevo modelo donde el desarrollo social
no se convierta en una política de modas sexenales, sino en el proyecto
de país al que aspiramos.