El perpetrador cumplió su objetivo y llegó a Florida
Concluyó sin víctimas otro secuestro de avión en Cuba
Washington reprocha a la isla inseguridad aeroportuaria
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 1Ɔ de abril. El segundo secuestro aéreo en Cuba en dos semanas fue resuelto aquí hoy mediante una negociación de 14 horas, tras la cual un cubano que amenazaba volar el aparato con una granada dejó salir a 22 pasajeros, obtuvo combustible para la nave y viajó a Cayo Hueso, en el sur de Florida.
El bimotor Antonov-24, con 40 adultos y seis niños a bordo, incluida la tripulación, hacía el lunes por la noche un vuelo comercial entre la meridional Isla de la Juventud y La Habana, cuando el secuestrador amenazó al piloto con hacer estallar una granada si no tomaba rumbo a Estados Unidos, según informes oficiales.
Los reportes dijeron que el piloto decidió desobedecer al atacante y aterrizar en el aeropuerto internacional de La Habana, para abastecerse de combustible e impedir un desplome en altamar.
El avión, con el secuestrador y los pasajeros a bordo, pasó la noche estacionado en la pista. Tras contactos con las autoridades locales, la nave recibió gasolina y partió a las 11:52 hora local del martes.
Durante la primera mitad del día la capital cubana estuvo cerrada a la navegación aérea y los vuelos que llegaban fueron desviados al balneario de Varadero, 140 kilómetros al este.
Al entrar al espacio aéreo estadunidense esta mañana, la nave fue escoltada por dos aviones de combate F-16 de Estados Unidos, según informes procedentes de Miami. Un primer reporte de la Oficina Federal de Investigaciones dijo que en el aparato iban 25 pasajeros y seis tripulantes, en una aparente contradicción con el recuento ofrecido por el gobierno cubano.
El aeropirata fue identificado como Adelmis Wilson González, originario de la oriental provincia de Guantánamo y residente en la Isla de la Juventud, "con pésimos antecedentes penales, hombre virulento, sumamente astuto pero de bajo nivel cultural", según los informes oficiales cubanos. El hombre viajaba con su mujer y un hijo de ésta.
Uno de esos informes indicó que en el domicilio del secuestrador fueron halladas cuatro granadas de fabricación casera, sin explosivo, y que la usada en el secuestro pudo ser igualmente inerte.
El pasado 19 de marzo seis cubanos
armados con cuchillos se apoderaron de otra nave nacional, también en ruta Isla de la Juventud-La Habana y lograron llegar a Cayo Hueso. La tripulación y la mayoría de los pasajeros regresaron a Cuba, pero otros se acogieron a la ley de Estados Unidos que otorga residencia a los cubanos que lleguen ahí por cualquier medio.
Los atacantes serán juzgados por piratería aérea y tienen libertad bajo fianza, pero no han podido pagarla y siguen en prisión. Las autoridades de Cuba reclaman su deportación para fincarles cargos.
En alusión a la ley estadunidense que estimula la emigración ilegal desde la isla, uno de los comunicados cubanos culpó a Estados Unidos del episodio de hoy: "Este hecho es fruto inmediato del aliento recibido por los secuestradores de aviones con la inconcebible conducta de las autoridades" de ese país.
Desde Washington, la agencia Afp reportó que Estados Unidos acusó a La Habana de preocuparse más por la detención de disidentes que por mejorar la seguridad en sus aeropuertos, luego del segundo secuestro de un avión cubano en dos semanas.
El Departamento de Estado sostuvo también que su más alto funcionario diplomático en La Habana, James Cason, intentó disuadir al secuestrador de desviar el avión a Estados Unidos, y rechazó las quejas de La Habana de que Washington alienta este tipo de actos ilegales con su política migratoria.
"Dos secuestros (de avión) en dos semanas indican que hay una falta de seguridad aeroportuaria", dijo a la prensa Phil Reeker, portavoz del Departamento de Estado, poco después de que un avión cubano secuestrado con 31 personas a bordo aterrizara en Cayo Hueso.
"Mientras las autoridades cubanas usan a las fuerzas policiales y de seguridad para arrestar a activistas de derechos humanos, a gente que promueve la democracia y a periodistas, sería mejor que usaran a esas personas para asegurarse de que las leyes sean cumplidas y sus aeropuertos seguros y no blanco de secuestros", añadió.
El portavoz afirmó que el gobierno cubano ha arrestado en los últimos días a unos 90 disidentes en una ola de represión que calificó de "la peor en el hemisferio en la última década".
