Abre sus puertas a manifestaciones del arte moderno

La sala Siqueiros aspira a ser espacio de referencia

El recinto da a conocer sus Memorias 2001-2002

MERRY MAC MASTERS

Desde hace casi dos años, la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) trascendió su carácter de ''museo de sitio'' y se convirtió en un foro privilegiado para diversas actividades, como bien consignan las Memorias 2001-2002, dadas a conocer en la otrora residencia del muralista, en Tres Picos 29, Polanco.

Cuando Itala Schmelz asumió la dirección de la SAPS, en junio de 2001, se encontró con elementos de enorme riqueza que podrían reorientar la vocación de ese espacio. Primero se "reconceptualizó" la sala con su "maravilloso" archivo documental y fotográfico, con la biblioteca que había sido del muralista, con sus muros llenos de trazos que revelan las ideas del chihuahuense sobre la poliangularidad. Luego se aprovechó ese espacio "generoso", que dieron en llamar El Cubo, donde han trabajado diversos artistas contemporáneos.

La sala Siqueiros se reinauguró con Propuesta #1: el espacio, y desde entonces lleva a cabo una intensa agenda de actividades. Schmelz decidió editar las memorias porque, por un lado, ''Siqueiros siempre creyó en las publicaciones de todo tipo, ya que es mediante los medios como podemos tener un amplio contacto con los públicos y podemos ser críticos", y por otro, porque es un museo que ''no cuenta con mayores recursos", y no está en posibilidades de publicar un catálogo por exposición.

Ahora la SAPS está ''bastante posicionada''. Entre 300 y 400 personas asisten a sus inauguraciones. Tan sólo en la apertura de las instalaciones de Enrique Jezik y Michael Wiebach recibió 100 visitantes.

Aunque la SAPS no es de los museos ''más visitados'', ni tiene ''la presencia del Tamayo, del de Arte Moderno o del Palacio de Bellas Artes, estamos en el circuito de lo que hay que ver", afirma Schmelz.

El reto, sin embargo, se ha vuelto mucho más grande, ''porque ya no vamos a impactar en los públicos al decir que vamos a abrir un espacio con nuevas propuestas. Ya no podemos explotar ese valor agregado". En 2003 ''tenemos que seguir madurando y concretando nuestros vínculos y patrocinios", apunta la entrevistada.

Con base en la idea de que los desafíos están "por todos los costados", "desde adentro", Schmelz conformó un "buen equipo de trabajo", y no ceja en la conservación y catalogación del archivo y de la biblioteca.

También ve como reto fundamental la participación de los artistas actuales: "No creo en el arte contemporáneo por sí mismo. Más bien, hay mucho que aprenderle en cuanto a su capacidad de síntesis, análisis y de conceptualización. En ese sentido se puede entender que es un arte social, que dialoga con su tiempo. Eso era lo que a Siqueiros le importaba''.

Entre las actividades próximas, Schmelz anuncia como parte de Fotoseptiembre una muestra de la fotógrafa canadiense Riva Brooks quien, con su esposo Leonard, llegó en los años 40 a San Miguel de Allende, donde conocieron a Siqueiros. Muchas de las fotos de Brooks acabaron como estudios para los murales del maestro. Para noviembre se planea Siqueiros apocalíptico, exposición que sigue explorando la faceta abstracta del artista.