No hay infraestructura
Improcedente, el sistema único de salud:
FSTSE
ANGELES CRUZ
Antes que pensar en un sistema único de salud,
como lo propone el secretario del ramo, Julio Frenk Mora, el gobierno tendría
que superar la falta de capacidad de atención de las instituciones
médicas e incrementar la inversión en el sector. No es tan
sencillo, afirmó Ernesto Moreno Morales, director del secretariado
técnico de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al
Servicio del Estado (FSTSE).
La primera condición que deben reunir las clínicas
y hospitales es dar a los derechohabientes el trato que se merecen y al
que tienen derecho por ley, es decir, con garantía en el abasto
de medicamentos y suficiente personal de salud, aseguró durante
la presentación de las memorias del coloquio Perspectivas de la
Seguridad Social en México y Latinoamérica, organizado por
el Sindicato de Trabajadores del ISSSTE.
Dijo que luego de superar las deficiencias y asegurar
a todos los usuarios la calidad de la atención médica, se
tendría que abordar los aspectos laborales, entre otros, la homologación
en condiciones de trabajo y salarios de los empleados de los distintos
regímenes. Eso también implica dinero, subrayó.
Ahí, el director del ISSSTE, Benjamín González
Roaro, aclaró que la propuesta gubernamental se refiere a un sistema
universal de salud, con el cual se aseguraría a la población
el acceso a servicios médicos homogéneos, "igual que ocurre
en el sistema nacional de educación, donde los planes de estudio
y mecanismos de acreditación son similares".
Dijo que en un proceso paulatino las instituciones de
salud podrían compartir su infraestructura y recursos para ser más
eficientes en sus funciones.
Con este planteamiento coincidió Ricardo García
Sáinz, ex director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS),
para quien sin embargo, las instituciones de seguridad social en el país
constituyen uno de los mayores problemas económicos, políticos
y sociales que enfrenta la administración foxista.
Resaltó que el sistema está desmantelado
y tiene una limitada capacidad de atención y respuesta, por lo que
requieren de una profunda transformación para que se priorice la
atención y prevención de enfermedades.
García Sáinz explicó que la descapitalización
de las instituciones de seguridad social tiene su origen en la depreciación
del valor real de los salarios en los últimos 20 años. Las
aportaciones económicas actuales al sistema equivalen a la cuarta
parte de lo que se le daba en 1982, indicó.