MEXICO: TODO CONTRA LA INVASION DE IRAK
La
inmensa mayoría de los mexicanos rechaza la agresión estadunidense
a Irak y la prepotencia del gobierno de Washington, que ha desconocido
a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la legalidad internacional
y, con su doctrina de la guerra preventiva, justifica cualquier ataque
contra cualquier país en cualquier momento que la Casa Blanca decida
y por los motivos que se le ocurran aducir. Las protestas de la jerarquía
católica se han unido a las de las bases de esa y de otras religiones.
Los pronunciamientos de académicos, intelectuales y estudiantes
contra la invasión de Irak, en todo el país, han acompañado
varias manifestaciones en muchas ciudades. La diplomacia mexicana y su
representante ante las Naciones Unidas, Adolfo Aguilar Zinser, están
preparando activamente, en el campo diplomático, el apoyo a una
posición nacional que no le resulta grata al gobierno de George
W. Bush, ya que plantearía el cese el fuego y una intervención
decisiva de la ONU --y no de Estados Unidos-- en la reconstrucción
de Irak, impidiendo así la colonización de ese país
por las tropas del país del norte y quitándoles a sus grandes
empresas un negocio que representa 40 mil millones de dólares. Por
su parte, casi todos los medios de información mexicanos han reflejado,
en sus titulares, fotos y editoriales, el horror ante la guerra e inusitadamente
se han puesto en sintonía con el país y la población
mundial, diferenciándose profundamente de la actitud indigna de
sus congéneres estadunidenses.
A este rechazo generalizado de una actitud colonialista
y racista propia del siglo XIX busca darle forma una iniciativa surgida
en el Senado, la institución que debe elaborar y controlar la política
exterior nacional. Cuatro partidos representados en esa cámara,
a iniciativa de algunos senadores, ofrecen dejar de lado la disputa electoral
y las diferencias de opinión para organizar una movilización
nacional que exija "la salida inmediata de Estados Unidos del territorio
iraquí". Tal como expresó uno de los legisladores, el senador
panista Javier Corral Jurado, "no podemos mantenernos al margen mientras
se sigue asesinando al pueblo de Irak. Si en otras partes del mundo, inclusive
en Estados Unidos, no ha pasado esta conspiración del silencio,
aquí debemos salir a la calle".
Precisamente en eso reside la importancia del llamado
a todas las organizaciones sociales, partidos políticos y legisladores
del país: desde las más importantes instituciones republicanas
se llama a los ciudadanos a salir a la calle y expresar así su voto
unitario contra la guerra, respaldando eventualmente la discusión
en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. La ley se defiende con
la acción ciudadana. La lucha contra la agresión estadunidense
a Irak, que amenaza extenderse a otros países, puede y debe ser
un eje central de movilización en torno al cual cada sector incorpore
sus demandas específicas, campesinas, estudiantiles, obreras, nacionales.
No faltarán algunas voces sectarias que rechazarán la iniciativa
diciendo que proviene de la llamada, por ellos, "clase política".
Ellas, en realidad, servirán al inmovilismo, si no directamente,
sí al soslayar desde la ultraizquierda la invasión estadunidense.
Por el contrario, muchos que no se unieron a las manifestaciones pacifistas
convocadas por algunos sectores con los cuales no concordaban, podrían
hacerlo en el caso de una marcha masiva de carácter unitario y pluralista,
donde todos puedan coincidir en el mismo objetivo sin por ello abandonar
sus propias posiciones. Una manifestación unitaria, además
de ser un ejemplo y una lección de democracia, al sumar la reacción
de los legisladores con la población, tendría fuerte peso
en la opinión pública mundial y entre los compatriotas residentes
en Estados Unidos, que están sometidos a una terrible presión
chovinista, al mismo tiempo que respaldaría una posición
firme en el Consejo de Seguridad de la ONU contra la agresión de
Washington al pueblo iraquí, las Naciones Unidas, la legalidad internacional
y la soberanía de los pueblos. Por eso es importante que esta iniciativa
senatorial se concrete cuanto antes.