Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 25 de marzo de 2003
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Política
ASTILLERO

Julio Hernández López

Las renuncias del PRD

Breve dimisión rosarista a causa de obstrucciones internas

Manuel Camacho, un nuevo sol azteca

DURANTE TRES HORAS, hace días, la presidenta nacional del Partido de la Revolución Democrática dejó su renuncia al cargo (no escrita, pero sí hablada) sobre la mesa en la que se negociaban los términos de su deseada apertura de candidaturas a diputados externos. Uno de los miembros del Comité Ejecutivo Nacional del PRD, presente en la tormentosa sesión en la que las tribus cerraban el paso a las propuestas de la ex jefa de gobierno capitalino, aseguró a esta columna que Robles prefería hacerse a un lado para que Jesús Ortega y los chuchos en general asumieran abiertamente el control de la organización identificada por el emblema del sol azteca. La economista de origen coahuilense estaba harta, según esa versión de primera mano, de forcejear con los líderes de las corrientes internas que a través de insanas alianzas pragmáticas han impuesto a la hora de las votaciones cupulares (de comités o consejos nacionales) arreglos que privilegian los intereses grupales (y con frecuencia familiares y amistosos) por encima de las pretensiones rosaristas de armar un frente amplio (no sólo de candidatos externos, sino también de buenos aspirantes internos aunque ajenos al mercadeo de los grupos dominantes) que ofreciera a los ciudadanos una opción viable y atractiva en julio venidero.

EL DIFERENDO PERREDISTA terminó en aparente empate: Rosario retiró su renuncia coloquialmente presentada y sus obstructores internos se declararon decididos a permitir el avance de las propuestas electorales de su presidenta. Pero, en los hechos, el PRD continuó secuestrado por los intereses menores de las corrientes internas, como lo demuestran la confección del segmento privilegiado de las candidaturas a diputados federales (y del Distrito Federal) de representación plurinominal y las tendencias marcadas en las postulaciones de mayoría en distritos de éxito electoral previsible. Los mayoriteos y las alianzas de brevísimo alcance político de las diversas corrientes perredistas dejaron fuera de competencia a cuadros valiosos y experimentados que habrían dado lustre a la nómina de candidaturas de un partido que en varios casos prefirió medianías concertadas o nulidades más que previsibles; un partido, pues, que pelea consigo mismo en lugar de hacerlo con la derecha no ilustrada cuyos proyectos ideológicos en curso hubieran merecido mejores opositores de izquierda en San Lázaro.

DE ENTRE LOS pocos nombres llamativos que el PRD consiguió presentar al electorado como esfuerzo de pluralidad y apertura está Manuel Camacho Solís, ave de tempestades que pasó del primer círculo del salinismo a la disidencia (luego de la postulación presidencial de Luis Donaldo Colosio) y a un posterior largo desierto que (habiendo dejado ya el espejismo del tal Partido del Centro Democrático) pareciera al fin encaminarlo nuevamente a una posición de poder, así sea disminuido, en la próxima legislatura de la Cámara de Diputados. Sin embargo, habiendo sido secretario de Desarrollo Urbano y Ecología (antecedente de la actual Sedeso), regente capitalino, canciller y primer comisionado para la paz chiapaneca, Camacho Solís no pareció a los perredistas tan defendible como para colocarlo en alguno de los primeros lugares de la lista correspondiente a la circunscripción que incluye la ciudad de México. Con significativa discreción lo colocaron más allá del sexto lugar, en una especie de rudeza innecesaria, toda vez que su aceptación en el sol azteca y su postulación como candidato fueron aprobadas por todos los principales personajes del perredismo (no los jefes de las corrientes, sino los pesos pesados: Cuauhtémoc, Andrés Manuel y Rosario).

CAMACHO HA TOMADO esa descortesía inicial con ánimo deportivo. No aspira, dice, a ocupar absolutamente ninguna posición directiva en San Lázaro, ni comisión alguna ni coordinación de sus nuevos compañeros de viaje (aunque acepta con sinceridad que si le ofrecen esa coordinación no habrá de decir que no). Es más, según eso, la distancia de la estructura perredista podría darle lo que a estas alturas de su vida política más desea: independencia para tratar de impulsar acuerdos entre fuerzas políticas progresistas rumbo a 2006, bajo el entendido expreso de que ha pasado ya su oportunidad de ser candidato a la Presidencia de la República, lo que le permitiría triangular entre los aspirantes reales, Cárdenas y López Obrador en primerísimo lugar.

PERO TAN AYUNA de personalidades fuertes está la nómina de los perredistas que serán diputados, que desde ahora se habla de la posibilidad de que Camacho ocupe esa coordinación a la que Cárdenas dijo no. Desde luego, y desde ahora, el ex regente está lleno de ideas y proyectos, tantos como los que en su momento supo presentar a su amigo y compañero Carlos Salinas al que, ironías de la historia, ahora combatirá desde el PRD.

ASTILLAS:ADOLFO AGUILAR ZINSER deberá ocupar la presidencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas a partir del próximo primero de abril, lo que no causa ninguna gracia a los halcones de la Casa Blanca, que acusan al ex amigo de Jorge Castañeda de actuar contra los intereses estadunidenses con vehemencia que excede las cautelas e indecisiones del Presidente de México. En realidad, esos halcones se darían por muy bien servidos si el citado embajador mexicano ante la ONU fuese llamado a ocupar algún otro cargo importante (por ejemplo, se apresta a sugerir este tecleador deseoso de congraciarse con Washington, el de secretario de la Contraloría, tarea indagadora para la que Aguilar Zinser estaría bien preparado por su previo paso por aquella consejería en asuntos de seguridad nacional que ejerció a principios del actual gobierno: de pescador de pulmonías bélicas a pescador de resbalosos peces gordos). El reino de Foxilandia, como es sabido, no desea en estos momentos más que agradar al soberano mundial, luego del numerito ese de los regateos al proyecto texano de apropiación del mundo a nombre de un pacifismo pensado más bien para consumos electoreros mexicanos. Ya se verá si el presidente Fox resiste la presión gringa o prefiere cobrarle a Aguilar Zinser su no voto útil en la ONU retirándolo de Nueva York... El jefe Bátiz discrepa en privado del protagonismo y la alharaca permanente del jefe Ebrard. Ahora Bernardo ha dicho, pa'que quede claro, que prefiere las tesis de Leoluca Orlando sobre los shows de Rudolph Giuliani... Martita, Olegario y Frenk: ¿no están los tres personajes como para correr a depositar una buena colaboración económica redondeada en los cepos de la Cruz Roja?

Fax: 5605 2099 [email protected]

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