En el país existen sólo 14 especialistas
con la autoridad para atender a quejosos
Atención deficiente a víctimas de malas
valoraciones por accidentes de trabajo
La tabla de seguridad e higiene que se utiliza para
estimar las secuelas fue elaborada en 1970
Más de 60% de los casos atendidos por la Profedet
tiene que ver con errores médicos de evaluación
FABIOLA MARTINEZ
Cada año ocurren miles de accidentes y enfermedades
de trabajo en México (en 2000 se reportaron más de 362 mil);
sin embargo, en todo el país sólo existen 14 médicos
peritos para defender a los afectados por las constantes valoraciones erróneas
que realiza el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Así, 60 por ciento de los casos que atiende la
Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo (Profedet) se derivan
de esa causa, esto es, asesorías, conciliaciones, juicios y amparos
ante dictámenes inexactos que sirven de base para calcular una pensión
por incapacidad parcial o permanente.
De
la plantilla de especialistas en medicina del trabajo adscritos a la Profedet,
11 se ubican en el Distrito Federal, uno en Hermosillo, Sonora, y otro
más en Pachuca, Hidalgo, por lo que un trabajador que vive, por
ejemplo, en Mérida, Tijuana o Durango, debe realizar un largo viaje
-pagado con sus propios recursos- para encontrar justicia o al menos la
posibilidad de aumentar en algunos pesos su pensión vitalicia.
"No tenemos suficiente atención en toda la República.
Necesitamos hacer un esfuerzo para brindar este tipo de servicios en más
ciudades (...), porque resulta que tres cuartas partes de los casos tienen
que ver con valoraciones inadecuadas (hechas por el IMSS)", reconoció
el procurador general de la Defensa del Trabajo, Miguel Angel Gutiérrez
Cantú.
Según el IMSS, en 2000 ocurrieron 356 mil 725 accidentes
de trabajo y 5 mil 557 enfermedades de este tipo, en su mayoría
en las industrias de la transformación (especialmente en la minería)
y de la construcción, así como en la preparación de
alimentos.
Lo anterior representó para ese año un promedio
de 2.92 accidentes y enfermedades por cada 100 trabajadores, cifra inferior
a la registrada hace 13 años. El IMSS otorgó -en el periodo
de referencia- 20 mil 965 pensiones por incapacidades permanentes.
En tanto, en 2002 llegaron a la Profedet 3 mil 833 trabajadores
inconformes por la valoración que les aplicó el IMSS, a partir
de una tabla de seguridad e higiene en el trabajo elaborada en 1970 que
contiene sólo 169 enfermedades y, en consecuencia, excluye nuevos
padecimientos como los musculo-esqueléticos (derivados de movimientos
repetitivos); diversos tipos de cánceres vinculados a la exposición
de sustancias químicas o afectaciones del sistema nervioso central,
por mencionar algunas.
En la mayoría de los casos, explica el doctor Mariano
Noriega, investigador en Medicina del Trabajo de la Universidad Autónoma
Metropolitana, el IMSS reconoce la existencia de polvos, humos o gases
en el organismo, pero no los acepta como enfermedades del trabajo y mucho
menos valora como tal fatigas crónicas y problemas cardiacos o digestivos
graves, muy comunes ante los procesos productivos actuales.
Inclusive, precisa, aun cuando se reconociera cierta enfermedad
o lesión por accidente, el problema mayor llega por el porcentaje
de evaluación que se da al diagnóstico, es decir, al trabajador
"se le divide en trozos" y de ahí se calcula el monto de la pensión
a pagar, en proporción a la parte afectada, nunca mayor a 70 por
ciento del salario que percibían como empleado en activo.
Por ello, miles de trabajadores tienen la necesidad de
recurrir a la asesoría y apoyo de la Profedet (en 2002 proporcionó
mil 815 consultas, elaboró mil 626 dictámenes y 392 audiencias
rendidas como "peritos de parte actora" o demandante).
Lo anterior pese a que del total de los demandantes, 33.5
por ciento fue afectado por padecimientos del sistema respiratorio y auditivo;
27.9 por ciento por traumatología y musculoesquelético, y
12.4 por invalidez.
Así, un trabajador que no resida en las ciudades
de México, Hermosillo o Pachuca, lugares en que existen consultorios
de la Profedet, sólo tendría dos opciones: resignarse con
el monto que le fijó el IMSS o pagar traslados y/o exámenes
médicos en una institución particular para buscar unos pesos
más en su pensión vitalicia.
En entrevista con La Jornada, el titular de la
Profedet (dependencia clasificada con ISO9001 por asesoría certificada)
afirma que el problema mayor no son las tablas que utiliza el IMSS sino
la escasa capacitación de los médicos del instituto para
valorar riesgos de trabajo y, sobre todo, una mayor inversión preventiva
en las empresas, la cual inclusive les resulta deducible en el pago de
cuotas.
Lo cierto, admitió, es que "no nos sentimos satisfechos"
respecto al número de peritos médicos, porque a un trabajador
que viva en Mexicali, por ejemplo, "debemos decirle que haga un esfuerzo
y se traslade a Hermosillo o busque algún servicio médico
estatal que lo pueda auxiliar (...) Necesitamos hacer un esfuerzo para
brindar este tipo de servicios en todo el país", expresó
el procurador.