Reitera el Ejecutivo local su compromiso con
los trabajadores del Metro
El GDF no acepta presiones de nadie, advierte López
Obrador
Califica de "recurso político" el argumento
del sindicato del STC sobre las condiciones de seguridad en que opera ese
sistema de transporte No queremos confrontación, asegura
ELIA BALTAZAR
El
Gobierno del Distrito Federal no permitirá que nadie, "por muy poderoso
que sea, arrincone" a las autoridades locales en asuntos fundamentales
y de interés general como el transporte público. Y "lo digo
despacito, sin golpear", advirtió ayer el titular del Ejecutivo
local, Andrés Manuel López Obrador
Al expresar su posición frente al conflicto que
enfrentan las autoridades locales con la cúpula del Sindicato Metropolitano
del Sistema de Transporte Colectivo-Metro, que encabeza el diputado local
del PRI Fernando Espino Arévalo, el jefe de Gobierno aseguró
también que los argumentos sobre las condiciones de seguridad de
la línea B, que aduce este gremio, no han sido más que "un
recurso político" que utiliza "cada vez que hay una diferencia".
López Obrador tampoco soslayó el pendiente
legal que enfrenta Espino, por el cual está actualmente sometido
a un proceso de desafuero en la Cámara de Diputados, a petición
de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, debido
a una denuncia penal en su contra.
En su conferencia de prensa matutina, López Obrador
insistió en el compromiso de las autoridades locales para con los
trabajadores, pero aclaró que si el fondo de la protesta del sindicato
del Metro es político electoral, entonces "siempre habrá
pretextos para el enfrentamiento y la confrontación, aunque nosotros
no la queremos".
Dijo: "No vamos a regatearle ningún derecho a los
trabajadores, pero no vamos a permitir que nadie arrincone a la autoridad
en un asunto fundamental como es el transporte público". Y "lo digo
despacito, sin gol-pear: nadie, por muy poderoso que sea, estará
por encima del interés general".
No obstante la advertencia sin dedicatoria explícita,
el jefe de Gobierno se manifestó "optimista" porque el diálogo
con la dirigencia sindical arroje resultados favorables, frente a las amenazas
esgrimidas por Espino sobre un posible paro en el Metro.
"Nosotros -dijo- no queremos enfrentamiento." Y "si el
asunto es estrictamente laboral, no habrá problemas", aseguró
López Obrador, quien anunció la disposición de las
autoridades locales para "resolver con justicia y de conformidad con las
posibilidades económicas de la administración local" las
peticiones que el gremio de trabajadores del Metro presente en la próxima
revisión de las condiciones generales de trabajo.
El jefe de Gobierno, además, aclaró que
los argumentos sobre las condiciones de seguridad de la línea B
del Metro no son más que acusaciones sin fundamento, pues ya se
ha comprobado que no hay riesgos para los usuarios.
"Cada vez que hay diferencias sale el expediente de la
falta de mantenimiento. Y como las acusaciones fueron muy fuertes, decidimos
ir a fondo", aseveró.