Andrés Moctezuma intervino la explanada de Bellas Artes con Cerco a la guerra
Deben los artistas arrebatar la palabra a los políticos
MERRY MAC MASTERS
En vez de ''ocupar espacio'' con una marcha de protesta contra la guerra que promueve el gobierno de Estados Unidos en Irak, el artista visual Andrés Moctezuma Barragán decidió manifestarse en la explanada del palacio de Bellas Artes, donde ayer montó la instalación efímera Cerco a la guerra.
Moctezuma Barragán piensa que los artistas pueden hacer mucho para evitar el conflicto: ''Seguimos siendo una sociedad civil pasiva y tolerante. Necesitamos que nos convoquen para hacer pública nuestra expresión, o dejamos que los políticos sean los únicos que hablen. Entonces, ésta es una invitación a que los artistas acudan a sus oficios para hacer pública su opinión y unirnos contra esta amenaza''.
En su calidad de ''persona de este planeta" y ''ciudadano mexicano'', el también maestro de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Iztapalapa, recurrió a la instalación y el grabado para oponerse a "los horrores de esa guerra que va a causar millones de muertos.
"Como mexicanos y al tener un representante en el Consejo de Seguridad de la ONU, tiene que haber una posición muy clara. Un no a la guerra sin matices.''
Tampoco Moctezuma Barragán le pidió permiso a nadie para ocupar la superficie de 100 metros cuadrados enfrente del recinto marmóleo debido a que sólo hacía uso de su derecho de manifestación: "es una instalación que respeta el espacio. En una hora nos levantamos y dejamos el lugar limpio, como estaba".
Autor también de Huey Tzompantli, el muro de calaveras más grande de Mesoamérica y el mundo -aún por presentarse-, Moctezuma Barragán dice que todo fue muy rápido: "Se me ocurrió la semana pasada por esa necesidad de poner un granito de arena". Se incorporaron al montaje alumnos suyos de economía y antropología e historia, así como campañeros del diplomado de visualidad avanzado de la UAM-Azcapotzalco.
El elemento central de Cerco a la guerra es la réplica de un pequeño tanque colocada sobre una base negra, que es acechada, primero, por unos 100 grabados titulados La flor de la muralla, y que son una flor estampada en hoja de oro. Después, ese cerco que buscaba integrarse a las jardineras de la explanada era ampliado por otras flores, las llamadas polares, teñidas de color turquesa y colocadas en 200 jarritos de barro. También había un incensario con copal para "generar buena vibra".
A las once y media de la mañana, cuando Moctezuma Barragán empezó a trabajar, otro manifestante pasó por la fuente de la explanada que da al Eje Central y echó al agua lo que parecía pintura roja, a la vez que dejó un letrero que decía "no a la guerra".
