ENTREVISTA /RI
KANG SE, EMBAJADOR NORCOREANO
Washington es el caudillo del terrorismo internacional
Bush puso a Corea del Norte y a otros países
miembros de la ONU en un supuesto eje del mal. ¿Cuál
eje? La terminología remite a la alianza político militar
entre la Alemania nazi, la Italia fascista y los imperialistas japoneses,
pero con Irán e Irak, países islámicos, no tenemos
ninguna alianza...
CARLOS FAZIO
"El alboroto nuclear y la escalada guerrerista de Estados
Unidos en la península coreana son producto de una política
hostil de la administración Bush, que quiere exterminar a la República
Popular Democrática de Corea", afirmó el embajador de ese
país en México, Ri Kang Se.
Según el diplomático norcoreano, George
W. Bush está mintiendo y manipulando a la opinión pública
mundial. "El encabeza al verdadero eje del mal. Corea del Norte
no es un Estado canalla ni terrorista. Terroristas son los yanquis.
Ellos han practicado el terrorismo de Estado en Chile, Panamá, Granada,
Nicaragua, Cuba y han bombardeado de manera indiscriminada Libia, Irak,
Yugoslavia, Afganistán. En su territorio, Estados Unidos alberga
a conocidos terroristas. Washington es el caudillo del terrorismo internacional.
Corea del Norte nunca ha agredido a nadie. Somos un pueblo pacífico.
Llevamos años proponiéndole a Washington un pacto de no agresión;
eso terminaría con la cuestión nuclear. Queremos dialogar.
Pero si hay guerra, pelearemos. Y aplastaremos al enemigo."
En entrevista con La Jornada, Ri Kang Se atribuye
a la administración Bush la responsabilidad por la nueva "crisis
nuclear" que, según los expertos, constituye el último residuo
de la guerra fría. Afirma que el actual inquilino de la Casa
Blanca no ha cumplido los compromisos adquiridos por Estados Unidos y suscritos
por el ex presidente William Clinton. Mediante la Declaración Conjunta
de 1993 y el Acuerdo Básico de 1994, ambos países se comprometieron
a respetar mutuamente su soberanía y no amenazar con utilizar armas
nucleares en contra de la otra parte. Recuerda que Estados Unidos tiene
acantonados 37 mil soldados en Corea del Sur y ha almacenado allí
mil armas nucleares que constituyen una amenaza permanente para Corea del
Norte.
Según
los acuerdos, Pyongyang se comprometió además a abandonar
su programa militar nuclear y aceptar la verificación de inspectores
de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA). En
contrapartida, Estados Unidos debía construir dos reactores de agua
ligera con capacidad para generar dos millones de kilovatios antes de 2003
y proveer de 500 mil toneladas anuales de combustible a la pequeña
nación asiática (Corea no tiene petróleo), para compensar
la falta de energía. Los dos reactores para la generación
de electricidad, que Corea necesita con fines industriales pacíficos,
vendrían a sustituir al reactor moderado de grafito, de tecnología
ex soviética atrasada, que está instalado en Yongbyon, 90
kilómetros al norte de la capital Pyongyang. El reactor produce
plutonio, elemento que enriquecido sirve para la fabricación de
armas nucleares.
"¿Sabe por qué Norcorea tiene un reactor
con agua pesada?", pregunta el embajador Kang Se. Y él mismo responde:
"Porque cuando nuestra economía creció, solicitamos a Francia,
Canadá e Inglaterra que nos suministraran reactores con agua liviana
para generar electricidad. Pero Estados Unidos bloqueó las negociaciones
y les advirtió que no debían proporcionar tecnología
de punta a un país comunista. Entonces recurrimos a Rusia y nos
vendió una tecnología atrasada que produce plutonio".
Según reportes de la prensa occidental con base
en información de inteligencia atribuida al Pentágono, Corea
del Norte posee plutonio suficiente y tecnología de bombas probada
como para una o dos ojivas nucleares funcionales. Contaría también
con misiles de corto y mediano alcance capaces de impactar los territorios
de Corea del Sur y Japón, y pronto podría poseer misiles
intercontinentales. El propio jefe de la Agencia Central de Inteligencia
(CIA), George Benet, dijo ante el Senado de su país que Corea del
Norte tiene "capacidad" para alcanzar la costa oeste de Estados Unidos
con un misil con una ojiva nuclear.
Interrogado al respecto, el embajador Ri Kang Se esboza
una enigmática sonrisa, toma su tiempo y dice: "No tenemos armas
nucleares. Sólo misiles de corto alcance". Atribuye al enviado especial
de la Casa Blanca, James Kelley, la versión de que el gobierno de
Pyongyang había desarrollado un "programa nuclear encubierto" para
el enriquecimiento de uranio con fines militares. "Pero no tiene pruebas",
afirma. "Es cierto que le dijimos que teníamos capacidad para producir
bombas nucleares por el método del uranio enriquecido. Pero eso
no quiere decir que las tengamos hoy."
A partir de la visita de Kelley a Corea del Norte, en
octubre de 2002, Washington comenzó a diseñar la "ofensiva
propagandística" que ha desencadenado este nuevo "alboroto" nuclear,
señala el diplomático. Agrega: "El origen del actual conflicto
hay que buscarlo en Washington, no en Pyongyang. En el contexto de la actual
ofensiva mundial para conservar la hegemonía de Estados Unidos,
la administración Bush puso a Corea del Norte y a otros países
miembros de la ONU en una lista de Estados bribones que conformarían
un supuesto eje del mal. ¿Eje del mal? ¿Cuál
eje? La terminología remite a la alianza político-militar
entre la Alemania nazi, la Italia fascista y los imperialistas japoneses.
Pero con Irán e Irak, países islámicos, no tenemos
ninguna alianza. Además, el secretario de Defensa, Donald Rumsfeld,
calificó a Corea del Norte como Estado terrorista, y no descartó
que nuestro país sea blanco de un 'ataque nuclear preventivo' del
Pentágono; nos pusieron en la lista después de Irak. Corea
del Norte no es terrorista; nunca agredimos a nadie. Por otra parte, ninguno
de esos tres países participó en los atentados terroristas
del 11 de septiembre en Washington y Nueva York. Bush lo sabe. Por eso
miente; es pura propaganda. Ellos son el verdadero eje del mal.
El mundo entero lo sabe".
En forma paralela a esa "política de desinformación",
Estados Unidos "suspendió la construcción de los dos reactores
de agua liviana y en diciembre cortó el suministro de combustible
al que se había obligado como indemnización por la pérdida
de energía eléctrica ocasionada por la tardanza de las obras".
Así, la administración Bush "violó principios del
derecho internacional, según el cual los países signatarios
deben cumplir los deberes asumidos al firmar un tratado. En este caso,
la Declaración Conjunta de 1993 y el Acuerdo Marco de 1994. Nosotros
cumplimos lo pactado: congelamos el reactor moderado de grafito y las instalaciones
nucleares conexas, y permitimos la inspección de la Agencia Internacional
de Energía Atómica. Hubo siete inspecciones; instalaron cerraduras
y cámaras en la planta termoeléctrica con agua pesada".
Ri Kang Se asegura que en octubre pasado su gobierno le
exigió a James Kelley que la administración Bush cumpliera
los acuerdos firmados por Clinton. Pero Kelley respondió que Pyongyang
debía desmantelar primero su programa nuclear y misilístico,
y después habría diálogo. Dijo que de eso "dependería"
el mejoramiento de relaciones de Corea del Norte con Estados Unidos, Corea
del Sur y Japón.
"La política de Kelley de 'renuncia primero y hablamos
después' quería doblegarnos. Pero somos un pueblo soberano
que no admite presiones de nadie. El verdadero objetivo de la política
hostil de Washington es aislar y exterminar a Corea del Norte. Bush quiere
aplastar el socialismo a la coreana. De manera deliberada su gobierno está
obstaculizando el proceso de reunificación norte/sur de Corea. Durante
milenios Corea ha sido una nación homogénea que ha vivido
en un mismo territorio, con un mismo idioma y una misma cultura. Desde
hace medio siglo el ejército de ocupación yanqui es autor
y símbolo de esa división que tiene como eje el paralelo
38.
"El 14 de febrero se abrió por primera vez desde
1953 la frontera terrestre entre el norte y sur de Corea; 498 surcoreanos
llegaron al monte Kumgang (Diamante), como parte de los acuerdos alcanzados
en junio de 2000 entre Kim Jong-II y Kim Dae-Jung. Existe un proyecto para
reabrir las líneas férreas entre el norte y el sur, pero
Washington pone trabas e impide que se limpie la zona de minas que se extiende
sobre la línea de demarcación militar, un muro de cemento
de 240 kilómetros de largo construido por Corea del Sur en 1979,
con nidos de ametralladora, cañones y bases para unidades motorizadas.
Es Washington quien nos mantiene divididos, porque le conviene la política
de 'las dos Coreas'. La hostilidad de Bush ahora coincide con la llegada
al gobierno de Seúl, de Roo Moo-Hyun, quien se ha pronunciado por
la vía pacífica y ha declarado su disposición a continuar
el diálogo para alcanzar la reconciliación y reunificación
de los coreanos del norte y del sur."
A raíz del contencioso y ante el escalamiento del
conflicto por Washington -el diplomático coreano niega que su gobierno
esté siguiendo la "táctica al borde del barranco" que le
atribuye el Departamento de Estado, y señala que "el enemigo usa
técnicas de camuflaje y con su propaganda maniquea pretende confundir
a la opinión pública mundial-, Corea del Norte se salió
del acuerdo de no proliferación nuclear. Previamente, tras reivindicar
su derecho a disponer de armas de destrucción masiva como una medida
"soberana de autodefensa", el gobierno de Pyongyang había desmantelado
los mecanismos de control que la AIEA tenía sobre sus centrales
nucleares.
El organismo, según Ri Kang Se, actúa como
"lacayo" de la administración Bush. Dice: "Ahora la AIEA manifiesta
'preocupación' por la nueva crisis nuclear en la península
coreana. ¿Pero quién es el verdadero delincuente de la proliferación
y la amenaza nucleares?; ¿quién inició la proliferación
de armas atómicas con la catástrofe de Hiroshima y Nagasaki
en 1945?; ¿quién inventó la bomba de hidrógeno?;
¿quién desarrolló la bomba de neutrones, conocida
como el 'arma del diablo' del siglo XX?; ¿quién alcanzó
la supremacía nuclear estratégica y ha utilizado su poder
para amenazar, chantajear y dominar a otros países?; ¿quién
posee armas nucleares de nuevo tipo capaces de destruir instalaciones subterráneas?;
¿quién amenaza cada día con la teoría del ataque
nuclear preventivo a otras naciones del orbe?; ¿quién pone
en riesgo la paz mundial? Hay un sólo país que alardea de
todo eso: Estados Unidos. Allí está la verdadera fuente de
la proliferación nuclear. Es en Washington y no en Pyongyang o en
Bagdad donde hay que buscar al Estado criminal que constituye hoy la principal
amenaza nuclear."
El embajador afirma que si estalla un conflicto nuclear
en la península coreana, éste se propagará en un santiamén
a otras zonas del planeta. Recuerda que el Pentágono tiene una red
de bases militares en la región (Corea del Sur, Japón, Taiwán,
Guam y Filipinas) y ha emplazado tropas, portaviones y bombarderos estratégicos,
lo que constituye una amenaza permanente para dos poderosos vecinos: China
y Rusia, amigos de Pyongyang. Dice que "la península es demasiado
estrecha en comparación con la capacidad defensiva y de contrataque
de las dos partes beligerantes". Las autoridades de su país han
dicho que en caso de guerra el primer objetivo serán las tropas
yanquis estacionadas en Surcorea.
Concluye: "No queremos la guerra, somos un país
pacífico. Estamos listos para dialogar con Estados Unidos por la
vía pacífica. Washington está creando una situación
prebélica en desacato al Acuerdo de Armisticio de 1953. Quiere hacer
multilateral el conflicto, llevar el caso al Consejo de Seguridad. Pero
es un problema bilateral entre Estados Unidos y Corea. Es Estados Unidos
quien amenaza nuestra soberanía. Por eso planteamos un pacto de
no agresión con Washington. Repito: responderemos al diálogo
con diálogo. Pero si hay guerra, pelearemos. Responderemos a la
guerra total con la guerra total. No quedará otra vía".