Gabriela Rodríguez
El antifeminismo de Marta Sahagún
Si uno de los principales rasgos del siglo xx fue la recuperación del poder de las mujeres en las esferas pública y privada, es una pena que ante la proliferación de primeras damas asistencialistas, evangelizadoras y activistas de los gobiernos de derecha, ni en América ni en la mitad de Europa se pueda celebrar con júbilo el día internacional de las mujeres.
En México el 8 de marzo fue ensombrecido por una primera dama ambiciosa, pero indiferente a la guerra que comienza, sorda ante las muertas de Juárez, adoctrinadora de padres de familia y reguladora del sexo de las adolescentes, empoderada por vía de la alianza matrimonial; en otras palabras, profundamente antifeminista.
Si para los moralistas el feminismo ha representado la amenaza del poder de los hombres, para Martha Sahagún, como para Laura Bush y su apuntalador más poderoso, Juan Pablo II, el feminismo representa el antimodelo, el enemigo a destruir, la expresión más acabada del demonio.
Nada más antifeminista que la pasividad ante la guerra, tema en el que Marta de Fox ni opina; Ƒpor qué no ocupa su amorosa influencia de pareja presidencial para presionar a su marido por la paz? No, ella no se mete en "asuntos de hombres", no es de esas, de las mujeres organizadas que han sido y son históricamente la cara más visible del activismo pacifista.
El movimiento Ni una muerta más, encabezado por las madres de más de 300 jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez y por las líderes de las organizaciones feministas, no ha recibido el menor apoyo de la esposa del Presidente. Pese a que no han cesado estos crímenes y que en este mes se encontraron otros seis cuerpos de víctimas de 16, 17 y 18 años, la agenda de la también presidenta de una Ƒorganización civil? conocida como Vamos México se agota en reuniones con los Legionarios de Cristo, campañas filantrópicas con empresarios, visitas a orfanatorios y desayunos de militancia panista o de alianza con las líderes no feministas del PRI, mujeres de la calidad de Elba Esther Gordillo, acusada de homicidio y corrupción por sus agremiados.
En este mes una buena remesa del dinero de la filantropía acumulada por Vamos México se ocupó en grandes desplegados en los diarios de circulación nacional para defender la Guía de padres. Esos fondos son dinero público. Pues en vez de entrar a Hacienda para apoyar la política social, previo recibo de donativo deducible de impuestos, ese dinero que recibimos también las ONG sin fines de lucro, aunque en mucho menor escala que la fundación de la esposa del Presidente, son fondos que se nos confían para apoyar la política social, para desarrollar programas cuyas actividades deben enmarcarse en los programas públicos y en las leyes que rigen este país. Son fondos que no pueden ocuparse en activismo partidista.
Por eso es tan grave que la Guía de padres sea una inversión pública que se desvía para hacerle imagen política a una u a otra de las amigas que representan a la Presidencia y al PRI, pero no a la sociedad civil. Una guía que además atenta contra la educación laica, toda vez que traduce los pecados y la misoginia del catecismo de Juan Pablo II en un lenguaje "secular": refuerza el papel vigilante y controlador de los padres sobre sus hijos, en vez de empoderar a las madres-esposas, les niega información sobre las formas de prevenir la violencia de género, el cáncer cérvico uterino y mamario, no les enseña a exigir el condón para evitar los embarazos no deseados y el VIH/sida, del cual están siendo víctimas muchas de las esposas de los migrantes que van y vienen a Estados Unidos. Se niegan los derechos de niños y adolescentes al considerar inmaduro el noviazgo cuando se cursa la secundaria, al negarles información sobre las relaciones sexuales, el condón y los métodos anticonceptivos, al condenar el aborto por encima de las excepciones de los códigos penales. Se trata de una guía que, en vez de favorecer la comunicación familiar, impondrá la mentira y el silencio en los hogares, al desconocer los derechos de los menores, al fomentar la ignorancia y el miedo. El verdadero fondo de la Guía de padres es que la gente no se informe para que "sea feliz", es decir, para poder manipularla. No, esta frase no es de Vamos México. Sin duda la pareja presidencial está más afín que las antiguas parejas monárquicas que trabajaban por separado. Lejos de la representación democrática legitimada en una elecciones, Marta y Vicente son más que un solo ser: "son un solo cuerpo", tal como el Papa actual interpreta el matrimonio cristiano.
Hoy hay que estar alerta en ese papel clave de las primeras damas, sutilmente colocadas para controlar la política social de los países y apuntalar con acciones adoctrinadoras las políticas económicas y los intereses militares de sus maridos.