ASTILLERO
Julio Hernández López
Columna interactiva (e ignorante)
Ponga el lector síes o noes según
el copresidente Fox hubiera hablado anoche Nuevas definiciones resorterinas
sobre "pareja presidencial"
TODO SUGERIA AYER que el copresidente Fox habría
de anunciar por la noche una postura de rechazo a las pretensiones estadunidenses
de arrancar una guerra en Irak por sus puras pistolas, aunque tal vez con
matices demandantes de una mayor acuciosidad inspectora. Dado que la hora
de entrega de la presente columna no permitió conocer la alocución
nacional que la parte masculina de la pareja presidencial daría,
para informar de los términos en que había hablado horas
atrás con el presidente de Estados Unidos, se aprovechará
esa ignara circunstancia para especular sobre los beneficios que para la
(doble) figura presidencial acarreará un no a la guerra (en
caso de que la declaración vicentina nocturna no caiga en los supuestos
antibélicos aquí concedidos, el lector podrá interactivamente
cambiar el sí con que empezará cada párrafo
de esta sección sopera por un no y podrá hacer los
subsiguientes arreglos de estilo que conviertan las oraciones positivas
en negativas):
SI GANARA VICENTE Fox respeto nacional e internacional,
pues habrá sido congruente (tal vez por primera vez en su zigzagueante
e indecisa trayectoria presidencial) con un mandato constitucional, con
el sentir popular mayoritario y con la historia y la diplomacia mexicanas.
SI
ACARREARA SIMPATIAS electorales legítimas para su partido y sus
candidatos a ganar San Lázaro y algunas gubernaturas, pues de la
plataforma actual de popularidad que tiene, el copresidente de México
crecerá notablemente en afecto y reconocimiento populares, muy por
encima del desgaste que le han significado otros temas coyunturales.
SI PODRA ZAFARSE por algún momento de la guillotina
llamada Amigos de Fox, y en un descuido hasta ganar el tiempo suficiente
para llegar a algún arreglo subterráneo de intercambio de
rehenes con el PRI, mediante el cual queden desactivadas las dos bombas
sustanciales del actual momento político, el lavado de dinero
para la campaña blanquiazul y el Pemexgate.
SI PODRA EL copresidente guarecerse con autenticidad bajo
el gran paraguas de la unidad nacional, magnificando amenazas del exterior
o relatándolas en su exacta dimensión. Si a Bush nadie le
recuerda hoy su llegada bajo sospecha a la Casa Blanca, pues para los gringos
lo principal es defenderse de la amenaza terrorista, Fox bien podría
construirse su personal, transitorio -y acaso hasta convenido- eje norteño
y pecoso del mal para ocultar conflictos e ineficiencias de su gobierno
bajo la bandera de la tal unidad patria.
(SABEN LOS LECTORES de esta sección díscola
y escéptica que aquí siempre se procura aportar a todo análisis
o vil chismorreo el elemento casi siempre mal comprendido de la advertencia
para que no haya engaño: si la proclama nocturna de Fox va en el
sentido anunciado por Adolfo Aguilar Zinser -"los mexicanos se sentirán
orgullosos de la posición de su Presidente"-, Santiago Creel e incluso
Felipe Bravo Mena, es decir, si esos preclaros depositarios de los secretos
del patrón hablaron con verdad en el curso de la víspera
de la reunión histórica del Consejo de Seguridad de la ONU,
y entonces el presidente Fox convirtiera en real el disfraz de palomita
de la paz con que en estos días se paseó por los medios,
habrá que preguntarse, aun así, si tal postura mexicana no
forma parte de acuerdos de dosificación a los que con la fuerza
bushista se hubiera llegado.)
SABRAN SUS MERCEDES disculpar, pues, que por esta ocasión
Astillero no esté en condiciones propicias para ilustrar a la clase
política nacional, y a algunos santones de centros internacionales
de inteligencia, con sus siempre atinados diagnósticos y todavía
mejores recetas contra la gripa política. A estas alturas, apenas
pasadas las 7 de la noche, lo único que el tecleador sabe es que
por el momento no sabe nada, y que ha llegado el benefactor fin de semana
que ayudará a que el lunes, cuando esté de vuelta a la yunta
con teclas, resulten verdaderamente innecesarios los razonamientos serios
que sobre el discurso presidencial nocturno quisiera hacer. ¡Uy,
hoy es el día de la reunión definitoria: no a la guerra,
sí a la paz!
Y BIEN, ANTES de despedirse por la presente semana, deseando
que la guerra no acabe siendo en el estado de México y no en Irak,
¡atención, constitucionalistas, politólogos, periodistas
y criticones de toda laya a quienes no gusta que el Poder Ejecutivo federal
sea bicéfalo: hay nuevo material para sus amarguras! Ayer en Los
Pinos, al recibir a Adalberto Martínez (AM), Resortes, se
produjo el siguiente diálogo republicano y de altísimo interés
público, al que esta columna chocolatera añade comentarios
entre paréntesis:
AM: MI ESPOSA, que llevo 31 años con ella, casado
con ella.
VICENTE FOX (VF): Treinta y un años de pareja.
Yo también tengo pareja (por si alguien no se hubiera dado redondeada
cuenta) y soy muy feliz. Somos una pareja que trabajamos en equipo (¿o
un equipo que trabaja en pareja?), como se hace hoy en día. Somos
una pareja que compartimos decisiones (¡sopas!). Somos una pareja
que trabajamos por México. Somos una pareja que queremos ver al
país unido. Somos una pareja presidencial.
AM: ¡ESO, MUY BIEN! (profunda exclamación
resorterina, a falta de matracas y cencerros).
VF: A ALGUNOS no les gusta que diga eso, pero yo lo digo:
somos una pareja presidencial muy feliz, trabajando por México,
trabajando por los pobres, trabajando por el campo, trabajando por los
marginados.
AM: Y LOS NIÑOS (contribución nada palera
del cómico y bailarín).
VF: QUE BUENO que me dices que ustedes también
son una pareja de 31 años. Eso me da muchísimo gusto. Así
deben de ser los matrimonios de hoy en día (por ejemplo, los de
Vicente Fox y Lilian de la Concha, o de Manuel Bibriesca y Marta Sahagún).
LA EMOTIVA SESION de la media naranja presidencial con
el actor de 87 años terminó con una referencia enigmática
que este tecleador teme haya sido un mensaje en clave para promover alguna
loción capilar en, por ejemplo, el estado de México:
AM: Y GRACIAS a mi mujer, gracias a mi esposa que me pinta
el pelo, y porque todavía tengo pelo, bendito sea Dios.
VF: SI, PORQUE LUEGO hay por ahí unos machines
sin pelo, por ahí en algún estado aquí en la República,
¡que espantan!...