Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 4 de marzo de 2003
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Cultura
El artista francés presenta exposición en la Biblioteca de México

De Léobardy utiliza las sombras para reflexionar sobre la realidad

Traza el contorno de las formas con tinta china y obtiene la imagen de la imagen

MERRY MAC MASTERS

Reflexionar sobre la realidad, por medio de las sombras, es lo que hace la obra del pintor francés Michel de Léobardy (París, 1949), que bajo el título ¿Realidades o sombras? concluirá exhibición el 30 de este mes en la Biblioteca de México.

De acuerdo con Plinio el Anciano, la invención de la sombra y de la pintura, no son más que una, recuerda el artista. La muestra de obra realizada de 1987 a 2001, empieza con tres pequeños óleos en los que un metro plegable proyecta una sombra sobre la pared. Nada más que De Léobardy prefiere las sombras hechas a la manera de los niños, para quienes más bien son figuras u objetos.

En seguida realizó seis sombras de un compás, a fin de jugar con la idea de cuál era la mejor. Siguen las tres sombras de una balanza romana, nada más que ya no aparece el objeto. ¿Qué es lo más importante, entonces, la sombra o el objeto? Aquí se demuestra que ''el pintor no sabe qué es la realidad". En su búsqueda, lo ''visible" no es sinómino de lo real.

Representar a transeúntes

Artista de formación, De Léobardy ha dicho de sus estudios: "Acababa de entrar en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes en París. No me sentía del todo bien. Después de 1968, los profesores no se atrevían a decir nada y aquellos que tenían el valor de expresarse se volvían ininteligibles. Salí rápido de ese lugar. Necesitaba aire".

''Deseo -asegura De Leóbardy- hacer obras sencillas que las personas puedan sentir; no me importa si las comprenden o no". También ha hecho monotipos, que como son de una sola impresión, es una manera de decir que ''las cosas no son permanentes".

En 1990, el artista cambió de taller. Desde su ventana, en un séptimo piso, le dieron ganas de ''representar a los transeúntes. Con su sombra, por supuesto. Siete pisos más abajo, el muro es el piso, una pantalla. Para alguien que dibuja, todo va muy rápido. Un plano rápido hecho más o menos de memoria no me satisfacía. La solución fue tomar fotos".

Proyectó, entonces, una transparencia sobre una hoja de papel pegada a una contraplaca. Trazó el contorno de las formas con tinta china. Obtenía la imagen de una imagen. Superponía capas de color. Las sombras se deformaban y los personajes también, para al fin deshacerse.

Dibujo a partir de las tijeras

Concluida esa serie, siguieron los collages o intervenciones, hechos a base de recortar papeles antiguos. Como escribe el crítico Santiago Espinosa de los Monteros, ''el dibujo no sale ahora de su mano, sino de las tijeras que crean largas tiras de papel".

La exposición ¿Realidades o sombras? se presentó el año pasado en la Casa de Francia. Ahora, para que la pueda ver un público mayor se ha trasladado a la Biblioteca de México (Plaza de la Ciudadela 4, Centro Histórico).

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