NO EN NUESTRO NOMBRE

šBush, Hitler del siglo XXI!, gritan cientos de manifestantes en las gélidas calles de Moscú

Los rusos suman su voz a la condena del ataque a Bagdad

JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL

Moscu, 15 de febrero. Un millar y medio de personas, número que sin duda hubiera sido mucho mayor en otras condiciones climáticas, salió este sábado a las calles de la capital de Rusia para expresar un categórico šno! a la guerra que planea Estados Unidos contra Irak.

A diferencia de lo ocurrido en otras capitales europeas con clima menos severo, muy pocos se animaron en Moscú a aguantar tres horas de marcha, frente al riesgo certero de engrosar las filas de los afectados por la epidemia de gripe que está causando verdaderos estragos, con una temperatura cercana a los 20 grados centígrados bajo cero.

Los convocantes, encabezados por partidos y organizaciones de izquierda, solicitaron a las autoridades permiso para detener el tránsito vehicular durante 180 minutos, lapso en que el frío hace que cada minuto a la intemperie se sienta como si fuera una hora.

La manifestación concluyó con un mitin frente a la embajada de Estados Unidos, con el propósito -obvio- dejar constancia del repudio al uso de la fuerza que reclama Washington para derrocar ("desarmar", según el inocuo lenguaje que pretende encubrir sus afanes de dominación global) el régimen de Bagdad.

Un día después de que la barbarie fracasó en su intento de obtener legitimidad en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, y cuando la Casa Blanca anuncia, no obstante, el comienzo de la cuenta regresiva de lo que insiste en presentar como una guerra inexorable en el golfo Pérsico, los rusos sumaron aquí -y en San Petersburgo, Voronezh, Ninzhny Novgorod, Krasnodar, Yaroslavl y otras ciudades del país- su voz a la condena universal, a la vez que se hicieron presentes en la mayor jornada de la historia en favor de la paz, realizada en varios países. Bajo banderas del color de la sangre, inequívoco símbolo de una época que se resiste a ser borrada de la historia y de la memoria de este pueblo, los manifestantes no escatimaron garganta para dejar en claro: "šNo a la guerra!".

Al pasar junto a la sede del Ministerio de Relaciones Exteriores, cuyo titular, Igor Ivanov, adelantó en Nueva York la opinión de que no está agotada la vía pacífica para resolver la crisis iraquí, la columna de protestantes contra la "sinrazón belicista" dedicó un aplauso espontáneo a la diplomacia rusa, al tiempo que planteó una demanda tan razonable como acaso imposible: "šONU, detén a Bush, el Hitler del siglo XXI!", gritó la gente.

Apenas unas horas después, en lo que puede considerarse como el primer intento de fijar la postura oficial de Rusia ante los informes presentados ayer a la comunidad internacional por los jefes de los inspectores de armas, el viceministro Yuri Fedotov declaró: "La conclusión principal es que no hay ahora ningún fundamento para emplear la fuerza contra Irak, y se abren posibilidades para solucionar el problema por medio de las inspecciones, de acuerdo con las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU".

Desde posiciones políticas más radicales, en la céntrica Plaza Pushkin de Moscú, al pie del monumento al genial poeta, igualmente se congregaron este sábado varios centenares de militantes de organizaciones pacifistas y ecologistas. "Estamos en contra de la guerra en Irak, pero también protestamos contra las acciones de nuestro gobierno en Chechenia", estableció Aleksandr Buzgalin, coordinador del moviento antiglobalista ruso Alternativa, uno de los organizadores de este acto de protesta.