La propuesta de las etapas generó más apatía, indican

El congreso, en riesgo por rectoría: consejeros

Autoridades de la UNAM quieren simular un cambio, denuncian

JOSE GALAN

Cinco consejeros universitarios de la UNAM advirtieron que no hay voluntad de la rectoría para efectuar un congreso universitario, que la iniciativa de programarlo "por etapas" sólo ha generado "más desconfianza y apatía", y que prácticamente fue nula la respuesta de la comunidad al llamado de la comisión especial del encuentro para enviar propuestas.

Los consejeros Alejandro Franco, de Sicología; Ruth Meza, de Ciencias Políticas y Sociales; Armando Hernández, de Química; René González, de Filosofía y Letras, y Roberto Hernández, de Economía, agregaron: ''aún en los espacios institucionales somos mayoría los estudiantes que no compartimos la actual ruta del Congreso".

En conferencia con la prensa a las puertas de la torre de rectoría, sostuvieron que desde el pasado 4 de octubre, cuando tomaron posesión de sus lugares en el Consejo Universitario, su postura respecto de la comisión organizadora no ha variado, "y puede resumirse en dos palabras: ilegal e ilegítima. La comisión -insistieron- debe replantearse".

Tras recordar su exigencia de que la integración de esa instancia organizadora debe ser paritaria de los tres sectores que componen la UNAM -estudiantes, maestros y trabajadores-, sus integrantes deben surgir mediante voto directo en sus comunidades y debe ser resolutiva, los consejeros universitarios afirmaron que si no se cumplen estos requisitos ''es difícil aceptar la viabilidad política del carácter del congreso universitario por etapas''.

Según los declarantes, la propuesta de un congreso por etapas ''implica establecer diversos escenarios para la posible reforma de la UNAM'', lo que se traduce en ''dispersar los esfuerzos por generar un proyecto de universidad alterno al de las autoridades, ya que la discusión se realizará en distintos tiempos y momentos, con diferentes modalidades y actores".

Agregaron: ''un congreso sin plazo y composición claros es un instrumento, desde el verticalismo existente en todos los órganos universitarios de gobierno, para simular que hay cambios aunque todo siga igual y, como anzuelo, conceder algunas mejoras no estructurales en ciertas escuelas o facultades de la UNAM, de acuerdo con la correlación de fuerzas de los grupos de poder en cada dependencia universitaria''.