Emplazado en la sede de la ONU, el óleo
de Picasso fue cubierto con telas
Protestan en el museo Reina Sofía por censura
a un Guernica en Nueva York
Trabajadores del recinto defienden ese símbolo
pacifista y dicen ''no a la guerra''
Cineastas, intelectuales y escritores se movilizarán
contra el belicismo estadunidense
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 6 de febrero. La réplica del Guernica,
de Pablo Picasso, no se puede contemplar desde el pasado 28 de enero en
la sede del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU), en Nueva York, pues en virtud del ambiente prebélico
se decidió cubrir la obra con unos telares azules y unas banderas
del organismo internacional. Esta situación provocó la indignación
de los 150 trabajadores del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía,
desde los encargados de la limpieza hasta los curadores, que se manifestaron
a las puertas del recinto con un rotundo ''no a la guerra" y en la que
denunciaron la ''censura" de ese emblema contra el horror de las guerras
del siglo pasado.
El Guernica es un grito de indignación y
pacifismo ante una de las matanzas más terribles de la Guerra Civil
española (1936-1939), el bombardeo de la Legión Cóndor
alemana, con el beneplácito del ejército sublevado a las
órdenes del dictador Francisco Franco, en la ciudad vasca del mismo
nombre. Fue el 27 de abril de 1937, un lunes, cuando, inesperadamente,
el cielo se cubrió de aviones del ejército nazi, que mantuvieron
un asedio implacable contra la comarca durante más de 72 horas.
El saldo mortal fue de mil 654 hombres, mujeres y niños asesinados,
y más de 900 heridos.
El acontecimiento, que conmocionó a la humanidad,
provocó la desolación de Picasso, que decidió recluirse
en su estudio durante 21 días para pintar lo que es su mural más
célebre y que se expuso por vez primera en junio de 1937, en París.
El Guernica, óleo sobre lienzo, se convirtió
desde entonces en un símbolo inequívoco de la lucha contra
el fascismo, la opresión y la guerra.
Una réplica de esa obra se exhibía desde
hace años en la sede la ONU en Nueva York, pero ante la inminente
guerra contra Irak se decidió ocultar su mensaje antibelicista.
Por eso, los empleados del Reina Sofía denunciaron con un gesto
indignado la ''censura" sobre el cuadro. Y lo hicieron a las propias puertas
del museo madrileño, delante de una réplica del Guernica
que, con grandes letras rojas, se exigía, se imploraba, ''no a la
guerra". Con un remate, también indignado: ''Aznar vete tú
a la guerra.... y no vuelvas".
La concentración duró 10 minutos y a ella
se sumaron también algunos visitantes al centro de arte contemporáneo,
que es la primera vez que protagoniza un acto de protesta de tal naturaleza.
Lágrimas de Pilar Bardem
Francisco
Calvo Serraller, ex director del Museo del Prado y prestigioso crítico
de arte, dice que ''la Guerra Civil sirvió como toque final del
clarín ante la catástrofe irremisible que se avecinaba y,
cual si se tratara de una imagen profética del Apocalipsis, Picasso
pintó en 1937 el Guernica, monumental ex voto en clamor de
protesta por la matanza de una población civil y alegoría
moral, en el sentido más amplio, de los millones de víctimas
inocentes que pronto habrían de sucumbir ante la barbarie".
Con los ojos llorosos, indignada por las vejaciones sufridas
ayer en el Congreso de los Diputados de España, la actriz Pilar
Bardem expresó con voz entrecortada: ''Paremos esta guerra, paremos
este embargo (a Irak) y si se hace la guerra que no sea en nuestro nombre".
Bardem, quien asistió ayer a esa sede para escuchar las razones
del presidente del gobierno, el conservador José María Aznar,
para apoyar la intervención militar estadunidense en Irak, reconoció
que lo vivido los días recientes ''no lo había visto desde
hace más de 30 años, cuando los grises (los cuerpos policiales
a las órdenes de la dictadura franquista) nos cacheaban y despatarraban".
Así lo expresó en lo que fue la presentación
oficial de la plataforma Cultura contra la guerra, creada ex
profeso para rechazar en las calles y en todos los foros posibles la
política de ''guerras preventivas" impulsada por el presidente estadunidense
George W. Bush, y apoyada por algunos mandatarios europeos, como el propio
Aznar y sus homólogos británico e italiano, Tony Blair y
Silvio Berlusconi, respectivamente.
Así lo expresaron artistas, cineastas, productores
de cine, dramaturgos, escritores e intelectuales en el Círculo de
Bellas Artes de Madrid, donde explicaron que su lucha es ''por la paz y
contra la guerra en Irak que está ya decidida, pero se puede parar".
Para lo que hicieron un llamado a las sociedades española y mundial
para que acudan a las manifestaciones de repudio a la guerra convocadas
para el 15 de febrero, en una iniciativa que surgió del Foro Social
Mundial, en el contexto de la Cumbre de Porto Alegre.
Rechifla a la titular de Educación y Cultura
Si el mundo del teatro y el cine españoles está
indignado ante la inminente guerra contra Irak, también se sienten
ultrajados, por aquello del ''no en nuestro nombre", los diseñadores
dedicados a la alta costura y a la moda que, en la Pasarela Gaudí,
de Barcelona, recibieron con abucheos y silbidos a la ministra de Educación
y Cultura de España, Pilar del Castillo.
Ese acto lo hicieron tanto por la beligerancia mostrada
por el gobierno los días recientes contra los miembros de la Academia
de cine español, como por la actitud de Aznar ante el conflicto
internacional, por lo que también hicieron suya la proclama de ''no
a la guerra".