EDUCACION: LO PUBLICO Y LO PRIVADO
La
presentación de las "guías para padres", elaboradas con el
patrocinio de la fundación Vamos México, que dirige Marta
Sahagún de Fox, redactadas por autores a los que ese organismo prefiere
mantener en la clandestinidad, aclamadas por algunas asociaciones retrógradas
y membretarias de padres de familia, así como "avaladas" en lo pedagógico
por la dirigencia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación
(SNTE), ilustra de manera preocupante la falta de respeto del actual grupo
de gobierno por la división entre lo público y lo privado,
y da testimonio de las alianzas establecidas por ese grupo con las redes
de complicidad y corrupción que sobrevivieron al derrumbe de las
presidencias priístas, hace dos años.
Debe considerarse que Vamos México ha utilizado,
sin ningún pudor ni respeto por la vida republicana, la condición
de su presidenta, Marta Sahagún, de esposa del titular del Ejecutivo
federal, para allegarse recursos, prebendas, promoción y difusión
de los que no goza ningún otro organismo civil en el país.
Con esos recursos y con esas ventajas, Vamos México, una institución
de caridad de carácter privado, ha irrumpido en tareas que pertenecen
al ámbito del Estado y de la administración pública,
como la educación y la política de desarrollo social. En
el caso educativo, lo ha hecho -como se manifiesta en las referidas "guías
para padres"-, con ideas confusas y orientaciones ideológicas retrógradas
y pueblerinas que no son las deseables ni las adecuadas para la compleja
sociedad mexicana del siglo 21.
De esta manera, la fundación de Marta Sahagún
navega, a conveniencia, entre dos aguas y con dos banderas: dispone de
los reflectores y del poder de convocatoria y convencimiento de la institución
presidencial, como si fuera una dependencia pública más,
pero está exenta de cualquier obligación a la hora de la
rendición de cuentas, como una entidad privada, y como evidenció
la negativa de la representante de Vamos México, Rocío Murillo
Zamarripa, de informar a los medios, anteayer, de aspectos relevantes de
la difusión de las "guías para padres".
Mención aparte merece la "alianza generosa, por
encima de las ideologías, credos religiosos y partidos políticos"
formalizada ayer, entre la esposa del Presidente de la República
y la camarilla que dirige el SNTE, encabezada al margen de liderazgos formales
por la secretaria general del PRI, Elba Esther Gordillo. Es inevitable
preguntarse por los motivos de esa dirigencia sindical para tirar a la
basura los principios históricos del magisterio mexicano y su decisión
de comulgar con grupúsculos confesionales y cavernarios como la
Unión Nacional de Padres de Familia.
Es ineludible, también, la sospecha de que el súbito
entusiasmo de la cúpula del SNTE para con las regresiones educativas
que promueve Marta Sahagún de Fox esté motivado por pactos
inconfesables de impunidad para sus dirigentes y ex dirigentes "morales"
que enfrentan graves acusaciones penales. ¿Ese es acaso el cambio
ofrecido por el gobierno de Vicente Fox?