Se pretendería evitar el incendio de campos petroleros, como en 1991: The Observer
Los palacios de Hussein, primeros blancos en caso de ataque, dicen expertos militares
Egipto critica la actitud iraquí; eso indica que está cada vez más cerca de EU: analista
DPA, AFP Y REUTERS
Londres, 2 de febrero. Una eventual guerra contra Irak comenzaría con "devastadores bombardeos" de las fuerzas aéreas de Estados Unidos y Gran Bretaña contra los palacios del presidente Saddam Hussein, informó este domingo el periódico británico The Observer.
El rotativo, que citó a expertos militares y de los servicios secretos británicos, informó que una "lista de objetivos" elaborada por los especialistas incluye como blancos de los ataques varios ministerios clave, propiedades de la familia de Hussein, y objetivos en Tikrit, la ciudad natal del presidente iraquí.
Asimismo, los ataques aéreos se dirigirán contra las tropas de seguridad de la Guardia Republicana y contra el servicio secreto iraquí, agregó el rotativo. De acuerdo con The Observer, los bombardeos, que precederían a una ofensiva por tierra, tienen como objetivo impedir que el régimen de Hussein incendie campos de petróleo, como ocurrió durante la Guerra del Golfo en 1991.
Mientras, Egipto, uno de los principales aliados árabes de los estadunidenses y que hasta ahora se ha opuesto a una guerra contra Irak, da la impresión de acercarse cada vez más a la posición de Washington en el caso iraquí. El influyente diario Al Ahram publicó este domingo una fotografía en la que el presidente del grupo de prensa, Ibrahim Nafie, estrecha la mano de Condoleezza Rice, la consejera de Seguridad Nacional del presidente George W. Bush, con quien se entrevistó.
Para el politólogo Mustafah Kamel Al Said, esta es una prueba de que las cosas están cambiando, y más vale alinearse con Estados Unidos.
El viernes, Nafie firmó el primer artículo de la prensa gubernamental que critica a Hussein, al que reprocha que "eche más leña al fuego" porque de esta forma "da argumentos a Estados Unidos para justificar un ataque" y socava los esfuerzos diplomáticos de los países árabes para encontrar una solución pacífica. "El presidente egipicio, Hosni Mubarak, sacó conclusiones: Estados Unidos está decidido a lanzar una campaña militar. Ganará. Habrá una situación nueva en Medio Oriente", agregó Al-Said, profesor universitario en El Cairo.
Algunos quieren el "boicot" de los productos estadunidenses, "la ruptura de las relaciones diplomáticas, el ataque de los intereses" de ese país, o que Mubarak diga "que cualquier ataque contra Irak equivaldría a un ataque contra Egipto", escribió. "Pero el presidente no adopta esa actitud, que sería inútil y no solucionaría la crisis" y, "aunque estamos de acuerdo en que nadie quiere la guerra contra Irak, lo cierto es que la forma de actuar de Hussein no ayudará a alejar el espectro", agregó Nafie.
En tanto, una encuesta de Gallup que publicó el domingo el semanario francés Le Journal du Dimanche, señala que 74 por ciento de los españoles, así como la mayoría de franceses, alemanes, británicos y rusos, se opone a un ataque contra Irak. La encuesta también se realizó a ciudadanos de Estados Unidos.
Los españoles, con 74 por ciento, son los que se oponen de forma más rotunda a una invasión al país árabe. En Francia y Alemania, cuyos gobiernos se han mostrado públicamente en contra de una acción militar apresurada, el sondeo mostró que 60 y 50 por ciento, respectivamente, está totalmente contra una guerra.
En Rusia, que se ha alineado con Francia y Alemania al instar a Washington a no tomar una acción militar, 59 por ciento está absolutamente contra un conflicto bélico. En Gran Bretaña, el aliado más cercano de Washington, 41 por ciento se mostró completamente contra una guerra, y en Estados Unidos esa cifra fue la más baja, con sólo 21 por ciento.
Mientras, el teólogo de origen suizo Hans Kueng hizo este domingo un llamado a las religiones del mundo a alzar su voz en forma "más profética e incómoda" en vista del latente peligro de una guerra en Irak, según declaraciones hecha a las radio de Baden-Baden, en Alemania. Kueng indicó que las religiones se encuentran desconcertadas ante el peligro de una guerra, y exigió impedir el conflicto bélico mediante "intervenciones espectaculares". Entre éstas se cuenta también una misión personal de paz del papa Juan Pablo II en Bagdad, cuya actitud de rechazo a una guerra Kueng afirmó apoyar.