El documental fue dirigido por Sandro Halphen

Ocho candelas muestra la tradición judía mexicana, casi desconocida

Se presenta hoy en el Centro Deportivo Israelita

JUAN JOSE OLIVARES

Ocho candelas es un documental de 75 minutos dirigido por Sandro Halphen que cuenta la historia de un grupo de gente en Veracruz que creció como católica y decidió convertirse al judaísmo. La cinta se presentará esta noche a las 20:30 horas en el Centro Deportivo Israelita, y participará el próximo 10 febrero en el Festival de Cien Judíos de San Diego, el 15 en Pennsilvanya y el 23 de marzo en Cincinatti.

A decir del realizador, quien estudió en la Universidad de Nueva York y quien ya prepara su primer largometraje de ficción de nombre Los años cero, Ocho candelas demuestra "una parte de una tradición mexicana desconocida, porque muchos de los españoles que llegaron a México eran judíos y muchos de los apellidos comunes como Chávez o Pérez son judíos. Es fácil pensar que un gran porcentaje de nosotros los mexicanos, en nuestra descendencia tenemos sangre judía. Es controversial por la situación actual en el Medio Oriente y con eso de que en el mundo se confunde el papel del judío con el papel del israelita. Es como decir que los católicos son ciudadanos del Vaticano."

Agrega Halphen: ''Esa comunidad tiene la firme creencia de ser la heredera de la tradición judía-española que llegó a México en el siglo XVI. Ellos tenían tradiciones judías en sus casas, de las cuales no tenían conocimiento de que lo fueran, como el prender velas todos los viernes por las noches; creían que eran tradiciones familiares, pero algunas de estas familias se dieron cuenta de que eran tradiciones del judaísmo, entonces pidieron ayuda al rabino Lerer, que fue quien me dio el dato de la existencia de esta comunidad en Veracruz, Jalapa, y Catemaco. Es fácil pensar que por matrimonios o cuestiones sociales se conviertan, no sólo por convicción."

''Qué es ser mexicano, qué es ser judío...''

Entre investigación, filmación y edición, Ocho candelas tardó más de dos años y medio en rodarse. Fueron más de 100 horas que, gracias a la edición de Carlos Puente (editor de cabecera de Arturo Ripstein) terminaron en 75 minutos. Además de que este trabajo sirvió "como pretexto" para que el cineasta regresara a su país, como él mismo lo comentó.

"El judío en México -argumenta Halphen- siempre se ha visto como un ente aparte; es una comunidad cerrada, y el mexicano no tiene la conciencia del judío como alguien próximo a su tradición. Ocho candelas toca esos temas: de qué es ser mexicano, qué es ser judío, si uno tiene su nacionalidad por encima de su tradición; el documental lo toca con mucha tolerencia, tratando de abrir los ojos para entender que las diversidades en nuestro país no se limitan a lo indígena, sino que las diversidades están en todos lados -religiosas, sexuales- y que México, a diferencia de lo que mucha gente cree, es una sociedad muy heterogénea".

Sandro Halphen, proveniente de una familia judía "poco religiosa, pero judía", nunca se sintió apegado a la religión, "que fue como un lastre. Ser judío es más racial que religioso. Un católico puede negar su catolicismo y nadie se lo reprocha, en cambio, un judío que se hace budista, se hará judío budista. Es algo difícil de asumir."

Su equipo de trabajó lo conformaron el director de fotografía Patrick McGinley (de origen alemán), el sonidista y productor Nicolas Woythaler, y mi productor, Ishai Setton (estadunidenses), a quienes "se les cayó la boca cuando vieron a este grupo de judíos conversos".

El nombre del trabajo se originó por una canción de la navidad judía sefardita que se llama así. Las ocho candelas son el candelabro de Hannukah, que representa los ocho días de celebración de esta navidad.

Sandro adelantó que está en la preproducción de su primer largometraje de ficción que se llamará Los años cero, que tocará "un tema espinoso de la política mexicana que es el año 88, visto a través de cuatro jóvenes universitarios la noche antes de las elecciones. Nostalgia ochentera y reflexión del inicio del México que vivimos, el año cero de la entrada de Salinas. El productor sería Lenin Davis y Moro Producciones. Está acabando de armar el casting. El guión lo escribió el mismo Sandro junto con Luis Sosa. Altavista podría ser el distribuidor y en agosto se empezaría a rodar.