ENTREVISTA /ANA TERESA ARANDA
OROZCO, DIRECTORA GENERAL DEL DIF
Necesario, fondo exclusivo para asistencia a la niñez
EL ORGANO DEBE CAMBIAR Y GENERAR MODELOS EXITOSOS DE
ATENCION
El Estado no puede abdicar de su responsabilidad de
dar asistencia social, pero debe evitar el asistencialismo, esto es, otorgar
sólo paliativos que luego se conviertan en chantaje. Buscamos hacer
de la asistencia social un factor de desarrollo e inclusión
CAROLINA GOMEZ MENA
Ana Teresa Aranda Orozco, directora general del Sistema
Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), rechazó
la existencia de "muchísimas instituciones pobres", pues con ellas,
consideró, lo único que consigue el gobierno es convertirse
en "promotor" de la vulnerabilidad y la pobreza.
"Creo que deberíamos tener sólo las instituciones
necesarias, pero con un presupuesto suficiente para cumplir con sus funciones;
si no, sólo generas un instituto aquí, otro allá,
les das tres pesos a cada uno para administrar la pobreza y los sentencias,
casi desde su nacimiento, a que no puedan moverse."
En entrevista con La Jornada, Aranda Orozco externó
su preocupación porque instancias como el DIF limitan su acción
por falta de recursos. Dejó entrever que la precariedad financiera
y la falta de especificación de los fondos para el auxilio de los
menores pueden afectar el cumplimiento del renglón de protección
social del programa Un México Apropiado para la Infancia y la Adolescencia
2002-2010.
"En
protección social de la infancia se incluye el abandono, la orfandad,
el maltrato, la desprotección jurídica y la promoción
de los derechos de los infantes, y para todos éstos no hay más
que el presupuesto del DIF, que además es muy poco."
El DIF recibe 3 mil millones de pesos anuales para protección,
que se canalizan a los municipios vía el ramo 33. Por ello, la funcionaria
reiteró su exigencia de que el Congreso destine un "recurso exclusivo"
para asistencia social de la niñez.
"NADIE ES POSEEDOR DE LA VERDAD"
Asimismo, respondió a las numerosas críticas
hechas por organizaciones civiles al programa Un México Adecuado,
las cuales lo califican de compendio de buenas intenciones sin respaldo
económico. "Esas opiniones son muy respetables", pero en materia
de atención a la infancia vulnerable, subrayó, "nadie es
poseedor de la verdad".
Admitió que aunque en materia de salud y de educación
el programa federal de atención a la infancia estaría cubierto,
en aspectos como la protección social, la austeridad financiera
podría hacer mella.
-Las organizaciones civiles piden crear una institución
que sustituya al DIF, bajo el argumento de su reducido presupuesto. De
hecho, plantean crear una instancia que sólo atienda a la niñez.
-Esas propuestas deben estudiarlas quienes deciden los
cambios en estos asuntos. Si nos convirtiéramos en un organismo
descentralizado tendría que haber una ley que nos diera origen.
El Partido Acción Nacional propone crear una secretaría de
la familia, mientras la Comisión de Desarrollo Social de la Cámara
de Diputados plantea formar una secretaría de asistencia.
"Estamos abiertos, pero estoy en contra de la multiplicidad,
de tener muchísimas instituciones pobres; deberíamos tener
las necesarias, pero con el presupuesto suficiente para que cumplan con
sus funciones.
"El DIF no tiene gran cantidad de recursos -mil millones
para gasto central y 3 mil millones más para municipios-. Comparando
con lo que tienen dependencias como la Secretaría de la Contraloría,
700 millones, tenemos más que una secretaría de Estado, pero
no es suficiente. No creo que la pulverización institucional dé
como resultado la eficiencia. Es mi personal punto de vista. Creo que se
puede potenciar la labor del DIF con mayor viabilidad programática
y presupuestal."
FALTA ESPECIFICIDAD PRESUPUESTAL
-Otras agrupaciones critican el programa Un México
Adecuado porque dicen que se plantea metas irrealizables y carece de presupuesto
específico.
-Está elaborado según los planteamientos
del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). Los críticos
dicen que debe haber un presupuesto para salud y educación, y otro
destinado a protección social. Naturalmente que sí hay dinero
para salud y educación, está especificado en el Presupuesto
de Egresos. Pero es en el área de protección social donde
está el problema, pues no hay especificación de recursos.
Hay que tomar en cuenta que mucho de lo que hacen los estados y municipios
es con sus propios recursos.
-¿La dificultad está entonces en cómo
asegurar, ante la falta de recursos, la protección social de la
infancia?
-Es que ahí es donde no existe especificidad presupuestal.
Hay recursos que se dedican a generar protección para los niños,
y la mayoría de programas son de los DIF estatales y municipales.
Existe así un recurso de asistencia social, pero está disperso,
porque el dinero del fondo V del ramo 33 es para asistir también
a los adultos mayores, a las personas con discapacidad, a las familias
que padecen violencia, a las mujeres gestantes o lactantes y a los niños.
"Entonces, hay 3 mil millones de pesos, pero, creo, este
asunto debiera verse en la Cámara de Diputados, para incrementar
el presupuesto que va sólo a la protección social de la infancia."
-¿El DIF ha hablado de esto con los diputados?
-Algo hacemos. Estamos capacitando a los DIF municipales
para que no estén sólo al arbitrio de 'a ver si me mandan
algo de la Federación'. Que generen, desde su presupuesto, recursos
sólo para la asistencia, que no sea sólo una actividad de
cortalistones para salir en la foto, sino que tengan una labor más
importante en protección infantil.
"A las comisiones de Grupos Vulnerables y de Desarrollo
Social de la Cámara de Diputados también les hemos hecho
el planteamiento. Pero aún no hay una respuesta de aumentar ese
presupuesto. Quisiéramos que la hubiera pronto. Pero somos realistas,
sabemos que las condiciones económicas del país están
complicadas. Seguiremos insistiendo. Nos gustaría que el dinero
fuera directo a los municipios. El DIF nacional no está pidiendo
para sí, sino para los estados y municipios."
-También hay quienes opinan que el programa en
favor de la niñez no tiene futuro más allá del periodo
sexenal.
-Eso opinan algunas organizaciones no gubernamentales,
pero hay otras, como Fundación Merced, Quiera y Conanimac, que tiene
más de 186 centros que atienden a niños, con una opinión
diferente. En esto nadie es poseedor de la verdad. Lo cierto es que hay
instituciones que trabajan más en favor de la esperanza que en apostarle
al fracaso.
-¿Es el DIF una organización obsoleta?
-El DIF tiene que transformarse, al menos el nacional,
en un ente rector, normativo, que regule, capacite y genere modelos exitosos
de atención. Lo que realizamos va en ese sentido; hacer un instituto
más dinámico, ágil y cercano a programas y proyectos
que hagan de la asistencia social una herramienta de inclusión y
no una institución que fomente el paternalismo o el clientelismo
políticos. Creemos que el DIF tiene mucho de bueno que conservar,
pero también muchas cosas que debe cambiar.
-¿Tendría que dejar de lado el asistencialismo?
-El Estado no puede abdicar de su responsabilidad de dar
asistencia social. Pero debe evitar el asistencialismo. Esto es, otorgar
sólo paliativos, apoyos compensatorios, 'No te dejo crecer, no elevo
tus capacidades y habilidades para que estés de rodillas estirando
la mano para darte una limosna', que luego se conviertan en chantaje. Buscamos
hacer de la asistencia social un factor de desarrollo e inclusión:
'Te voy a ayudar mientras lo necesites, pero te voy a promover para que
ya no me necesites; si no, nunca te sacó de la pobreza, de la vulnerabilidad'.
-¿Qué virtudes ve usted en el programa en
favor de la niñez?
-Demuestra el compromiso gubernamental con la infancia.
Nadie puede presumir que sea perfecto. Se agilizan las acciones y se han
conseguido resultados importantes en reducción de la mortalidad
materno-infantil, en cobertura de vacunas. Aún falta mucho por hacer.
Si tuviéramos un programa mediocre, entonces la crítica sería:
'¡pero cómo no se ponen una meta ambiciosa!' Nunca quedas
bien con todo mundo.