Sorpresivo recorrido de la pareja presidencial por las calles del primer cuadro
Pasean los Fox por el Centro Histórico
El mandatario y su esposa asistieron a misa en el templo de San Lorenzo Mártir
De manera sorpresiva, el presidente Vicente Fox y su esposa, Marta Sahagún, dieron un paseo dominical por el Centro Histórico de la Ciudad de México que los llevó a escuchar misa en una parroquia cercana al barrio de La Lagunilla, a recorrer el templo de San Francisco de Asís -en las calles de Madero- y a comer en el restaurante Sanborns de Los Azulejos, todo ante la sorpresa de feligreses, curiosos y parroquianos.
El recorrido, que duró unas cuatro horas, se inició cuando la pareja arribó minutos después del mediodía a la iglesia de San Lorenzo Mártir, ubicada en la calle de Belisario Domínguez, para asistir a la celebración religiosa que fue oficiada por el párroco Guillermo Ramírez Vivar.
Durante la misa, el presbítero pidió a Dios por las autoridades gubernamentales, por el Presidente y por su esposa, "para que el Espíritu Santo los ilumine y les dé sabiduría y puedan llevar a nuestra nación por los caminos de la paz".
Desde hace ocho meses Marta Sahagún ha tenido contacto con el párroco Ramírez Vivar, quien trabaja en la asistencia de un numeroso grupo de ancianos y niños de la calle. "De hecho, mi compromiso con el padre es cuanto antes poder tener un albergue para muchos niños que están en la calle", dijo la esposa del presidente Fox en una breve entrevista al término de la misa.
Al final de la misa se acercaron muchas personas de la tercera edad y vecinos que llegaron al lugar rápidamente cuando se enteraron que en la iglesia se encontraba el Presidente de la República.
Y aunque no hacia falta, al término de la ceremonia religiosa el ministro católico pidió a los feligreses saludar en forma ordenada a los distinguidos visitantes. Junto a los saludos también se hicieron peticiones, que fueron desde solicitudes de empleo y microcréditos hasta programas de atención para los niños de la calle y combate a la inseguridad pública.
"Sí, hay una petición de la persona que estaba a un ladito nuestro, en la andadera. Mañana (hoy) hay que mandar por ella para que la atienda el doctor, porque no ha podido tener atención médica", dijo la señora Fox en la segunda de las dos preguntas que respondió.
De las calles de Belisario Domínguez el matrimonio Fox se trasladó al templo de San Francisco de Asís, ubicado en la calle de Madero, casi esquina con Eje Central, donde hicieron un recorrido por el antiguo inmueble religioso, en el que también saludaron a la gente y recibieron peticiones.
Vestido de manera informal, con pantalón de mezclilla, camisa azul y botas negras, el presidente Fox caminó por las calles del Centro Histórico de la mano de su esposa, quien vestía pantalón, un suéter ligero color beige y zapatos de piso.
El Presidente y su esposa saludaban y recibían todo tipo de felicitaciones de las personas, tanto en el interior de las iglesias como afuera, a su paso por las céntricas calles de la capital del país.
De la iglesia de San Francisco de Asís se dirigieron al tradicional restaurante Sanborns de Los Azulejos. También ahí se hicieron presentes los saludos, felicitaciones y múltiples peticiones. La pareja tomó una de las mesas de la planta baja del lugar.
Después de la comida, el Presidente y su esposa accedieron a tomarse fotos y a dedicarlas a no pocas personas, adultos, jóvenes y niños.
Ya de salida, de regreso a la residencia oficial de Los Pinos, uno de los reporteros pidió al jefe del Ejecutivo su opinión sobre el partido de futbol América-Guadalajara: "empatados", respondió, casi con un pie a bordo de la camioneta que lo llevó nuevamente a la casa presidencial.