Difunde la santería cubana augurios adversos
Este año será peor que el anterior, resumen de los vaticinios de Ifá
GERARDO ARREOLA CORRESPONSAL
La Habana, 8 de enero. La Letra del Año, el mensaje que envían en enero los babalawos (sacerdotes) del culto cubano de la regla de Ochá (yoruba o santería), reúne esta vez unas predicciones que parecen seguirle el pulso a la situación internacional, y otras que son el vivo reflejo de sociedades convulsionadas, como las latinoamericanas, y que en resumen, por desgracia, vaticinan que 2003 será un año peor que el anterior.
Las predicciones de Ifá incluyen para este año, entre otras: 1. Muerte de personas mayores y de altas personalidades en el mundo. 2. Pueblos sometidos (esclavizados) producto de las guerras. 3. Destitución de un gobierno (convenio mundial e intervención del ejército), y 4. Descubrimiento de una nueva especie (cruzamientos genéticos). Entre las recomendaciones dice que debe tenerse cuidado con la intervención de la mujer en los asuntos de gobierno.
Si el año pasado la Letra fue "dura" (por ejemplo, vaticinó un golpe de Estado, que pudo ser el de Venezuela, y fuertes desgracias causadas por el agua, como las inundaciones en Europa y los ciclones en el Caribe), este año es peor, dice a La Jornada Natalia Bolívar, antropóloga especializada en las religiones afrocubanas.
"Es la misma Letra que el año pasado pero al revés, lo cual no vislumbra nada positivo", señala la autora de la obra clásica Los orishas en Cuba. Los que fueron sancionados durante la regencia del signo pasado Ogbé Ogundá serán castigados con la muerte (ikú) durante la regencia del actual, Ogundá Ogbé. Es decir, que el mal que estaba en camino terminará por consumarse.
Aunque la especialista recuerda que todas las fórmulas predictivas tienen una parte favorable y otra desfavorable, explica que esta vez el signo dominante es negativo. Por ejemplo, predice el ikú (muerte) por una querella, debate o agravio y que Ogún (deidad guerrera) cortará una cabeza de un "corte limpio", de un solo tajo. "Es
decir, que lo que va a ocurrir será de un solo golpe, no habrá medias tintas."
Como todos los finales de año, al mediodía del pasado 31 de diciembre se reunieron en La Habana los sacerdotes de Ifá, esta vez 817, en representación de la mayoría de las ramas que integran la devoción sincrética afrocubana de fuerte arraigo en la isla y en otros países de la región. La ceremonia fue presidida por Guillermo Diago (Ogbe Weñe) y concluyó al amanecer del primero de enero con la revelación de la Letra del Año.
La Letra tiene validez general y no se le puede buscar dedicatoria personal, dice uno de los oficiantes del rito, José Manuel Pérez Andino, masón y babalawo, más conocido como Manolo Obeyono. Desestima, por ejemplo, que la muerte de personalidades o las guerras tengan nombres y apellidos. Sirve para Cuba y para el mundo, para la vida pública y para la vida personal. "Las guerras pueden ser entre ejércitos, pero también entre personas o entre familias."
Manolo Obeyono cita como ejemplo del empeoramiento de las cosas la predicción de que este año crecerá el índice de robos y violencia.
La divinidad regente de 2003 es Eleguá, el orisha (o deidad) del panteón yoruba que significa la vanguardia y apertura de caminos y horizontes, y se sincretiza en el santoral católico en el Niño de Atocha; su acompañante es Oshún, símbolo de la maternidad, el amor y la protección a los niños, cuyo rostro occidental es la Virgen de la Caridad del Cobre.
Los pronósticos que aparecieron son de esta magnitud: malformaciones congénitas producidas por la unión de distintos grupos sanguíneos, diseminación de una enfermedad generada por el ganado porcino que pudiera afectar a otros ganados, defi- ciencia en los diagnósticos médicos y en la aplicación de medicamentos, problemas en los mercados (engaños, fraudes, robos y actos de violencia) y accidentes provocados por huecos y por baches.
Otros son más contundentes. Por ejemplo, se prevé un aumento de la infidelidad matrimonial con riesgo de muerte, ruptura de acuerdos comerciales, incremento de la corrupción, consumo de drogas y alcoholismo, graves enfermedades neurológicas y síquicas, enfermedades de la garganta e infectocontagiosas, intoxicación por consumo de alimentos en mal estado o mal elaborados y nuevos cambios abruptos de clima.
La Letra incluye refranes, que se convierten en guías de conducta, algunos de tono metafórico ("La cepa de un árbol no se menea"), otros de corte terrenal ("El rey antes de morir entrega su corona") y algunos claros y directos ("La mujer adúltera se muere en casa de su marido estando viva").
Los babalawos recomiendan evitar la reincidencia de errores cometidos en los años 1990 y 1995 y tomar como ejemplo los avances y proyectos establecidos en 1996, tener cuidado con los huecos y los baches, con el consumo de la carne de cerdo, convocar encuentros para la conciliación, cumplir las deudas con los santos y hacer ceremonias en la puerta de la casa con Eleguá y Ogún.
Bolívar y Manolo concuerdan en que los no devotos de la santería pueden recurrir a sus respectivas creencias o paradigmas morales para tratar de evitar las catástrofes que se predicen. En resumen, pues, el que sepa rezar, que lo haga.
