Elogia su trabajo en el FCE la comunidad intelectual

Murió Alba Cama de Rojo, "gran inventora de libros"

La editora viajó a México junto con el exilio español

ANGEL VARGAS, CARLOS PAUL, ERICKA MONTAÑO Y MONICA MATEOS-VEGA

La editora Alba Cama de Rojo falleció ayer en Cuernavaca, Morelos, alrededor de las 19 horas, luego de una larga enfermedad, informaron sus familiares. Amigos y colegas se dijeron conmovidos ante la pérdida de una gran "inventora de libros", como la calificaron.

Alba Cama nació en Barcelona, España, en 1937. Al igual que Vicente Rojo, su esposo desde 1957 (Fernando Benítez fue testigo de su boda), formó parte del grupo de refugiados en México debido a la guerra civil española. Estudió historia en la Universidad Nacional Autónoma de México y más tarde fue profesora en el Colegio Hebreo Sefaradí.

En 1971 ingresó al Fondo de Cultura Económica (FCE), donde fue jefa de relaciones públicas entre 1982 y 1984.

También fue asesora del departamento de Bellas Artes del gobierno de Jalisco (1972-1976), asesora cultural de Pemex (1976), responsable de relaciones públicas de la revista Nexos (1977-1979), asesora de El Colegio Nacional (1979-1981) y de la Coordinación de Humanidades de la UNAM. Es autora de la investigación sobre imágenes y textos de creadores como Luis Buñuel, Diego Rivera y Julio Cortázar, entre otros.

José Luis Martínez, ex director del Fondo de Cultura Económica, dijo que "apreciaba mucho el trabajo de Alba. Luego de dirigir el departamento de relaciones públicas del FCE hizo una serie de monografías, entre ellas una de Emiliano Zapata y otra sobre la expropiación petrolera".

Al enterarse del fallecimiento de la editora, la escritora y periodista Elena Poniatowska señaló: "Nunca he visto una pareja tan unida como Vicente y Albita Rojo; eran casi la misma persona, respiraban al unísono. Eso que se dice siempre de que la pareja es uno solo lo lograron Vicente y Albita Rojo. Ella era una compañera formidable, una mujer que trabajó además en el FCE con Jaime García Terrés, quien la quiso y apreció mucho; lo mismo Gonzalo Celorio, los sucesivos directores del Fondo la estimaron en toda su valía. Su trabajo de editora fue sobresaliente durante toda su vida. Y creo que también fue una madre excepcional, tanto de Vicente como de Alba, y los dos son artistas. Deja una huella muy fuerte. Era una amiga muy leal, y esa lealtad se veía también en su trabajo. Como editora hizo espléndidas monografías y libros, entre las que destacan la de Daniel Cossío Villegas".

El filósofo Adolfo Sánchez Vázquez lamentó el fallecimiento "porque Vicente Rojo es amigo y compañero de ideas y de exilio. Alba era muy querida en nuestro medio. Siempre que una persona querida desaparece, obviamente es un golpe que también uno tiene que soportar".

Javier Aranda Luna consideró que Alba Rojo "fue una excelente promotora de la lectura. Su trabajo editorial en el Fondo de Cultura Económica apostó, y le importaba tanto por el diseño como por el contenido de los libros, lo que es algo fundamental en la actualidad. Nos hacen falta personas como ella en un momento en que el mundo se ha industrializado. Hacen falta su gusto y sus hallazgos, los cuales siempre quería compartir. En este mundo de protagonismos, ella prefirió tener una participación bastante discreta".

El poeta Hugo Gutiérrez Vega explicó que hay tres aspectos muy importantes en la vida de Alba: "como promotora cultural y editorial, por el trabajo que desempeñó en el FCE, donde promovió muchas colecciones y renovó los sistemas de publicidad de esa editorial. Otro muy importante fue el compañerismo con su marido Vicente; ella fue muy importante en la promoción de su obra artística. El tercero, su compromiso con muchas causas nobles, políticas y sociales, su pensamiento de izquierda, en torno a la justicia social y a las libertades humanas, y siempre participó en muchas causas de la República Española".

Alejandro Rossi, filósofo, comentó: "Me duele mucho la muerte de Alba Rojo, a quien conocí hace más de 40 años; la conocí a ella; a su madre, quien tenía la maravillosa librería Londres, y a su hermana Ana María, quien trabajó conmigo en la revista Plural. Con esto quiero decir que más allá de la amistad personal fuimos, por así decirlo, amigos históricos. Su matrimonio con Vicente Rojo reforzó esos vínculos, pues él también es un amigo de infinitos años. Alba fue una maravillosa compañera de Vicente, y también desarrolló un trabajo propio como editora e inventora de ciertos libros, especialmente de iconografías de personajes mexicanos. En esas tareas nos cruzamos muchas veces, sobre todo cuando coincidimos en los años espléndidos de Jaime García Terrés como director del Fondo de Cultura Económica. Es una muerte que nos disminuye a todos".

Carlos Monsiváis, Vicente Rojo y Alba Cama de Rojo FOTO LA JORNADA