Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 9 de enero de 2003
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Cultura

Incorporará en catálogo a Monsiváis, Pitol y Poniatowska

Detecta Sáizar ausencias y lagunas en el FCE

Mantendrá la vocación continental de la editorial para que ''se vuelva a echar a América Latina a la espalda"

ARTURO GARCIA HERNANDEZ

A ocho meses de haber asumido la dirección del Fondo de Cultura Económica y a un año de que esta casa editorial celebre su 70 aniversario, Consuelo Sáizar ha hecho un diagnóstico que le permite establecer tareas prioritarias para 2003: "restaurar" su estructura, llenar algunas "lagunas editoriales", "hacer llegar de manera más eficaz" los libros al lector y recuperar la "vocación continental" del Fondo.

Entre estas tareas destacan dos propósitos concretos: publicar la obra de los escritores mexicanos nacidos en la década de los treinta del siglo pasado (Carlos Monsiváis, José Emilio Pacheco, Elena Poniatowska, Sergio Pitol) y "volverse a echar a Latinoamérica a la espalda" a través de la divulgación de textos que en otro tiempo fueron "definitivos para erosionar dictaduras".

Aunque formada en la industria editorial privada, en la que se desempeñó durante 20 años, Consuelo Sáizar asegura tener claro que, como editorial de Estado, el fondo tiene una función cultural más que comercial. De todo ello habla en entrevista la primera mujer que dirige la más importante casa editorial mexicana.

-A ocho meses de haber asumido la dirección, ya tiene una perspectiva más clara de lo que es el Fondo de Cultura Económica, de sus necesidades.

-Por supuesto: veo su enorme fortaleza editorial, que es algo que prevalece; la posibilidad de mejorar parte de la infraestructura internacional; la voluntad de hacer llegar de manera más eficaz y de la mejor manera posible al lector los libros, lo cual está relacionado con lo comercial, e identificamos lagunas editoriales que debemos llenar. No está la generación nacida en los treinta, de Sergio Pitol, Elena Poniatowska. José Emilio Pacheco aún publicó en el Fondo, pero en general esa generación ya no publica su obra ahí porque cuando empiezan a editar don Arnaldo Orfila ya no está en el fondo, salió en 1966, cuando ellos tienen 30 y tantos años y están por publicar su gran obra. Entonces estos meses han servido para establecer este diagnóstico.

-ƑCómo definiría su proyecto: de continuidad con una tradición, o de cambio?

-Creo que es de restauración de la institución; es el momento de encontrar esas fortalezas y restaurarlas, después del largo periodo del licenciado Miguel de la Madrid, durante el cual se logró construir y reforzar una estructura internacional, se dio gran aliento a las librerías, y luego de año y medio del maestro Gonzalo Celorio, creo que lo que compete a esta administración es restaurarla.

-Se restaura lo que sufre algún grado de deterioro.

-En 68 años es posible.

-ƑEn que consiste ese deterioro?

-Lo hemos identificado básicamente en esa vocación continental del fondo. El Fondo de Cultural Económica se echó a la espalda a América Latina en los 50, 60 y 70. Con enorme generosidad editó y distribuyó textos que eran prohibidos en muchos países y que fueron definitivos para erosionar, incluso me atrevería a decir que para tirar dictaduras. Cuando pienso en restauración, pienso en que el Fondo se tiene que volver a echar a América Latina a la espalda, una América Latina prácticamente deshecha a nivel económico, que tiene que concebir los proyectos y las ideas que le den nuevo aliento y que ayuden a la discusión pública para construir nuevos proyectos nacionales. Es muy ambicioso pero creo que nos lo tenemos que proponer.

Para ello -abunda Sáizar- el Fondo cuenta con un equipo de "formidables gerentes editoriales en cada una de las subsidiarias: un hombre de letras como Alejandro Katz en Argentina; a un luchador social muy respetado como Julio X en Chile; a un extraordinario librero como Pedro Tucata en Venezuela; a un hombre joven de letras que ha resultado un espléndido administrador en Colombia como Juan Camilo Sierra; a un gran promotor cultural como Benjamín Mireles en Estados Unidos, y a un notable y prestigiado editor, espléndido promotor académico, como Juan Guillermo López en España.

"ƑQué queremos hacer? Por ejemplo, que un libro importante que se edite en México no pase desapercibido en Argentina y en Chile. E igual que conozcamos en México a autores que son importantes en esos países; que todos los libros tengan una caja de resonancia más amplia y verdaderamente eficaz para conocer lo que se está produciendo allá y para hacerles llegar textos en español que se requieren para aumentar la discusión pública; traducciones de todo el mundo que enriquezcan la vida pública de cada país.

"En 2004 estaremos celebrando los setenta años del Fondo. Pocas editoriales llegan a esa edad, pero por otro lado pocas editoriales de Estado. Esta es la editorial de Estado más formidable que existe, más generosa. Se han editado casi ocho mil títulos que han cambiado vidas, que han transformado destinos, queconsuelo-saizar3 han contribuido a enriquecer nuestro lenguaje. Entonces una se da cuenta de la enorme responsabilidad que es dirigir esto. Como editora puedo decir: mi inspiración es don Arnaldo, también de don Joaquín Díez-Canedo, Alí Chumacero. Ahora me gustaría que este fuera el Fondo de Adolfo Castañón, de Ricardo Nudelman, de Aljandro Katz.

Para Consuelo Sáizar, el Fondo de Cultura Económica es, junto a la gesta a favor de la lectura de José Vasconcelos, la labor cultural de Jaime García Terrés en la UNAM y la de los canales 11 y 22, "una de las grandes hazañas culturales del Siglo XX. Con el dinero que recibe de la Federación, el fondo puede seguir cumpliendo esa meta, publicando textos que comercialmente tal vez no sean muy rentables, pero que cumplen una función. De eso estamos muy conscientes.

-Siendo que hizo su carrera en la iniciativa privada, resulta en alguna medida extraño oírla hablar así. Su concepción del libro y de la industria editorial Ƒno entra en conflicto a la hora de dirigir una editorial estatal?

-No. Creo que es justo el reto que cualquier editor de cualquier procedencia desea tener. Es decir, un formidable catalogo, con los autores más prestigiados, con una misión social. Finalmente el editor siempre tiene una misión social, lo que se edita es para ayudar a elevar los niveles de cultura, de instrucción de educación, de diálogo de un país. En este caso, el Fondo tiene la misión de editar los libros que comercialmente no son rentables, y que a lo mejor como editora privada se me antojaba editar y no lo podía hacer. Por ejemplo, sería difícil ver los 26 volúmenes de la obra completa de Alfonso Reyes editados por una editorial privada.

-Cuando asume la dirección del Fondo, algunas voces manifiestan criticas o dudas frente a su designación. ƑHoy qué responde a esos señalamientos?

-He tratado de responder con trabajo, siendo muy cuidadosa de la enorme tradición editorial del Fondo. La verdad es que también he encontrado muchísimo apoyo de gran parte de la comunidad. Siempre habrá algunas inquietudes, pero creo que hemos sido consecuentes con el proyecto y hemos tratado de trabajar de acuerdo con el enorme prestigio y la enorme tradición editorial del Fondo.

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