Robert Fisk*
La petición árabe para que Saddam Hussein renuncie
ƑNos pueden tocar una fanfarria? Académicos árabes, intelectuales y escritores sugieren que Saddam Hussein renuncie a su cargo para evitar "una catástrofe" en Medio Oriente, y agregan que quieren un Irak democrático en el que observadores de derechos humanos puedan verificar la "transición" pacífica en el país. Han escrito esta petición para promover un cambio.
"La inmediata renuncia de Saddam Hussein, cuyo mandato sobrepasa ya tres dé-cadas y ha sido una pesadilla para Irak y el mundo árabe, y es el único medio para evitar más violencia", asegura la petición. Entre quienes firman este documento figuran el abogado kuwaití Hassan Jawhar, el director de cine egipcio Yousry Nasrallah y el ex director de la oficina en Beirut de Amnistía Internacional, Kammel Obeida, originario de Túnez.
También entre los firmantes está Chibli Mallat, el abogado libanés que trató de llevar al primer ministro israelí, Ariel Sharon, ante una corte en Bélgica para responder por los crímenes de guerra que se cometieron en los campamentos de refugiados de Sabra y Chatila, en Beirut, en 1982, donde fueron asesinados hasta mil 700 civiles palestinos.
Pero Mallat también es un amigo cercano de Ahmed Chalabi, el líder de uno de los más prósperos grupos de la oposición iraquí en Estados Unidos. Cuando el diario The Independent le preguntó sobre sus vínculos con Chalabi, quien enfrenta acusaciones de fraude financiero en Ammán, insistió en que su amigo iraquí no tiene conocimiento de la iniciativa.
"Ahmed es alguien a quien tengo en alta estima, pero no estoy seguro de que apoyaría esta petición. Normalmente discuto estas cosas con Ahmed, pero en este caso creo que él tendría sus reservas", aseguró.
Ghassan Tueni, el anciano director del segundo periódico de Beirut, An Nahar, escribió el año pasado a Saddam y le aseguró que "renunciar" era más honorable que la guerra. "Si podemos evitar un desastre, y el cataclismo que éste provocaría, vale la pena, porque no queremos estar a merced del gran diseño de Estados Unidos o en un escenario apocalíptico", escribió.
La semana pasada los gobiernos árabes del golfo Pérsico han sugerido indirectamente que Saddam podría exiliarse en sus territorios; en realidad esto es improbable, pues una vez que un dictador se ve privado de sus poderes queda sujeto al derecho internacional, a acusaciones de violaciones a los derechos humanos, a cargos por crímenes de guerra o asesinatos.
En el texto íntegro de la petición se dice que los académicos "hacen un llamado a la opinión pública del mundo árabe para que se ejerza presión para que se retire del poder a Saddam Hussein y a sus aliados más próximos, con el fin de evitar una guerra que amenaza con producir una catástrofe en los pueblos de la región. La inmediata renuncia de Saddam Hussein es la única manera de evitar más violencia. También llamamos a crear un régimen democrático en Bagdad y a que se desplieguen en todo el territorio iraquí observadores de derechos humanos enviados por Naciones Unidas y la Liga Arabe, que vigilen la transición pacífica en el país".
Mallat no cree que Saddam vaya a renunciar, pero según él "si se crea una atmósfera en la que sus teléfonos de-jen de sonar, donde sus más cercanos asesores dejen de obedecer sus órdenes, en realidad no importa si se rinde o no, porque habrá perdido poder". Suena muy bien, siempre y cuando se recuerde que existe la realidad, y también, Ahmed Chalabi.
* Periodista irlandés especialista en Medio Oriente del periódico británico The Independent
Traducción: Gabriela Fonseca
