ASTILLERO

Julio Hernández López

Elecciones en NL, motivo de jaloneos en el gabinete

Estrategias electorales empujan a Canales Clariond
La renuncia de Castañeda: Ƒruptura o reacomodo?

šOH, NO, LA nación en suspenso desde anoche y hasta el próximo lunes! ƑAceptará el presidente Fox la renuncia del canciller Castañeda? ƑEnviará a Fernando Canales Clariond a Relaciones Exteriores, para que institucionalice las invitaciones a comer cabrito a gobernantes extranjeros incómodos? ƑPreferirá nombrar en su lugar a Luis Ernesto Derbez, y al todavía gobernador regiomontano en la Secretaría de Economía? ƑTerminará la carrera política de Míster Voto Util o será reciclado en algún otro cargo? ƑDecidirá el Presidente rechazar la declinación del secretario y le insistirá en que continúe "por el bien de los Estados Unidos (Mexicanos)"? šNo se pierda los siguientes capítulos de la más reciente puesta en escena de Fox Productions, que podrían opacar con facilidad a cintas piratas como La batalla del Chiquihuite!

POR LO PRONTO ayer se dio un manejo dosificado de los tiempos dramáticos: las agencias internacionales daban por hecho lo que los subordinados de Castañeda negaban sin mucho convencimiento. El día entero se la pasaron los medios de comunicación atentos al desenlace del libreto que borró del escenario cualquier otro escándalo distractor no deseado. El mismo Presidente de la República aguantó durante el día, de gira por Zacatecas, Tamaulipas y Nuevo León, las peticiones de los reporteros para que diera información oficial. En Zacatecas llegó a preguntar, "ƑCuáles cambios?", pero luego, tal vez dándose cuenta de que no puede seguir jugando con la tesis doctoral del "ƑY yo por qué?", propuso un cambalache forzoso a los periodistas: "Bueno, ayúdenme para difundir los asuntos que nos interesan. Después les ofrezco una conferencia de prensa". Y ya en la noche, a bordo del Air Fox One, confirmó la renuncia por todos tan sabida, agregándole el toque de suspenso: sí, pero no, o un quién sabe que en todo caso se sabrá el lunes.

LO MALO DEL montaje es que por doquier asoman los remiendos delatores del curso que seguirá la historia. Y lo peor es que en esos pliegues indiscretos asoma nítidamente la carga electoral partidista (el interés del panismo-foxismo, pues) que moverá las decisiones que se anunciarán este lunes. Tome nota el lector de lo siguiente:

EL PASADO LUNES, a las 14:30 horas, en el Club de Industriales de la ciudad de México, el gobernador de Nuevo León, Fernando Canales Clariond, se reunió durante más de dos horas con destacados panistas: Luis Felipe Bravo Mena, presidente del comité nacional; Carlos Domínguez Ahedo, dirigente estatal, y Mauricio Sada, coordinador de los diputados locales de Nuevo León. En la parte final del encuentro participó el senador Carlos Medina Plascencia, comisionado nacional para la estrategia electoral de Acción Nacional. Aun cuando nadie quiso informar del motivo de la reunión, a partir de ese momento se fortalecieron las versiones de que el mandatario de las grandes cejas habría de ser sacado de la entidad donde su mal gobierno ha hecho resurgir al PRI. Mauricio Fernández, el candidato panista a la sucesión -quien se había reunido semanas atrás con el presidente Fox en Los Pinos-, se hizo el vacilador con los reporteros el martes, dejando sentir que sabía la jugada en curso ("No te puedo platicar todo lo que sé, desgraciadamente (...) Yo he estado en pláticas en todo este proceso que se está viviendo (...) Te digo, espérense, yo no soy el vocero para este tipo de cosas, pero sí, habrá novedades") y destapando como únicos aspirantes a la gubernatura interina a Fernando Elizondo y a José Luis Coindreau (quienes fueron tesorero y secretario de Gobierno antes de contender con el propio Fernández, a quien reconocieron como triunfador y con quien trabajan abiertamente a favor). El planteamiento es claro: es necesario retirar en términos muy decorosos ("caerse pa'rriba", decían los priístas) a Canales Clariond del gobierno de Nuevo León para evitar que su mala imagen afecte al candidato Fernández (con quien se lleva evidentemente mal), permitiendo además que éste instale a alguno de sus alfiles en esa posición desde la que le ayudará con cuanto sea necesario para que gane la próxima elección a un candidato priísta que en las encuestas en curso aparece hasta ahora a la cabeza.

LA RESOLUCION DEL factor Castañeda también habrá de pasar por la balanza electoral. El todavía secretario ha tratado de construir una base política propia, con la cual estaría dispuesto a luchar junto con el foxismo para ganar la mayoría de San Lázaro en las próximas elecciones (habrá de incluirse en ese capital al tal consejo de cien falsos líderes mexicanos en Estados Unidos que Tlatelolco ha organizado recientemente a dedazo limpio). Esa base castañedista estaría integrada por grupos de izquierda que no han encontrado acomodo en los actuales partidos y por corrientes apartidistas de poca presencia. Además, sabida es la alianza política del todavía canciller con Elba Esther Gordillo, la maestra que tiene al SNTE listo para romper con el PRI si no obtiene la cuota de candidaturas que cree merecer. Ya se verá si la salida de Castañeda significa un rompimiento, o cuando menos un alejamiento real del proyecto foxista o, por el contrario, es una maniobra más que permitirá la inserción plena del famoso Güero en la política interna y en especial en los rejuegos electorales en curso. De entrada, el tratamiento amable que el Presidente está dando a la famosa renuncia hace pensar a este tecleador en que hay planes conjuntos en camino.

POR LO PRONTO, suframos todos: Ƒaceptará el Presidente la renuncia o no la aceptará? (o miremos hacia Nuevo León y dejemos de padecer, porque de allá viene la respuesta, disfrazada de promotor panista del voto).

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