El gobierno no debe controlar la economía,
sino eliminar obstáculos, dice el presidente
Demócratas afirman que el plan de Bush sólo
beneficia a accionistas ricos
El programa prevé gasto de 674 mil millones de
dólares y elimina impuestos a ganancias
REUTERS
Washington, 7 de enero. El presidente de Estados
Unidos anunció este martes un plan económico por 674 mil
millones de dólares que incluye la eliminación de los impuestos
a los dividendos, algo que los demócratas han denunciado como un
respiro para los accionistas ricos pensado para impulsar las acciones y
su relección.
"El papel del gobierno no es manejar o controlar la economía
desde Washington, sino eliminar los obstáculos en el camino a un
crecimiento económico más rápido (...) y esos obstáculos
son claros", dijo Bush ante el Club Económico de Chicago.
El mandatario refirió que la economía está
avanzando con la ayuda del gasto de los consumidores.
"Sin embargo, hay algunas advertencias (de peligro) que
no voy a ignorar", dijo Bush, antes de citar el creciente volumen de la
deuda personal de los consumidores y el peso cada vez mayor de los impuestos
en las finanzas de los estadunidenses.
El paquete incluye la aceleración de recortes de
impuestos a las ganancias para todas las escalas salariales, un alivio
fiscal inmediato para los matrimonios y familias con hijos y mayores incentivos
para las pequeñas empresas con el fin de que inviertan en equipos.
En conjunto, según la Casa Blanca, el plan otorgaría
a 92 millones de contribuyentes un recorte impositivo promedio de mil 83
dólares este año. Además, alrededor de 35 millones
de personas que obtienen ingresos de los dividendos de las acciones podrían
resultar beneficiadas.
Un documento de la Casa Blanca que delinea el plan dice
que el consejo de asesores económicos de Bush proyecta que el paquete
ayudará a que la economía pueda crear 2.1 millones de empleos
en los próximos tres años.
"Esto crea las condiciones para que esta economía
crezca y para la creación de empleo en el futuro", dijo el secretario
de Comercio, Don Evans, en una entrevista con la cadena de televisión
CNN.
Evans criticó una propuesta alternativa de corto
plazo presentada por los demócratas el lunes, por 136 mil millones
de dólares, y dijo que el plan de la Casa Blanca ofrece recortes
impositivos a largo plazo que beneficiarían a las familias y a otros
en su planificación fiscal.
El plan de Bush tendrá que pasar la aprobación
del Congreso, donde los republicanos tienen una mayoría estrecha;
costará 674 mil millones de dólares durante los próximos
10 años -más del doble de lo que la Casa Blanca había
calculado previamente-, y comprenderá alrededor de 98 mil millones
de dólares en recortes fiscales durante los próximos 16 meses.
"Propuse un plan enérgico porque la necesidad de
este plan es urgente", dijo Bush.
Alrededor de 3 mil 600 millones de dólares del
plan serán entregados a los estados para programas de entrenamiento
laboral para personas a las que les resulta difícil encontrar empleo.
Descartada, ayuda a estados con problemas financieros
Pero el presidente optó por no incluir una iniciativa
que desembolsaría hasta 10 mil millones de dólares en donaciones
a estados con problemas financieros.
Algunos congresistas demócratas y varios economistas
creen que el plan de Bush tendrá un escaso efecto estimulante para
la economía y que, en cambio, profundizará el déficit
federal y beneficiará principalmente a los ricos.
Según los cálculos de estos críticos,
25 por ciento del alivio impositivo sobre los dividendos sería para
gente que gana más de un millón de dólares al año.
La amplia mayoría de los accionistas estadunidenses
no se beneficiará en más de 50 dólares, según
los demócratas.
"El presidente realmente está invirtiendo... 600
mil millones de dólares en una vieja, vieja teoría republicana
según la cual los beneficios para la clase rica se van destilando
para los más pobres", dijo el congresista demócrata por el
estado de California, George Miller.
"Nosotros estamos diciendo no. Déselo a la gente
que lo necesita", añadió.
El portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, defendió
el plan, al decir: "el presidente no cree en castigar a la gente porque
tienen éxito. Estamos todos juntos en esto".
Las posibilidades de que Bush salga relecto en las elecciones
de 2004 podrían depender de su capacidad para hacer crecer la economía,
reducir el desempleo y romper una tendencia de pérdidas de tres
años en los principales índices bursátiles.