Roberto Hernández, ex presidente de la FMJ, lamenta su silencio
Goldschmied debe dar la cara por su hijo
ROSALIA A. VILLANUEVA
El ex presidente de la Federación Mexicana de Judo, Roberto Hernández, se mostró preocupado por la desunión que prevalece en esta disciplina, lo cual evidenció con los dopajes de José Goldschmied y Soirée García, quienes son los menos culpables de lo que están pasando, ya que ningún representante de la FMJ los ha defendido; "ni Gabriel, quien es el actual titular, pues ni como padre ha dado la cara por su hijo''.
Tras manejar la FMJ en el periodo 1988-1992, Hernández negó aprovechar la situación para pedir la destitución de Goldschmied, el hombre que recomendó para ocupar la presidencia luego de declinar su relección y pedir a las asociaciones un voto de confianza al contador público, porque pensaba que era la persona ideal para impulsar el trabajo que había dejado en el judo nacional.
El ex directivo se presentó ayer en la manifestación que realizó la Asociación Metropolitana de Judo afuera del Comité Olímpico Mexicano, instalación a la que no tuvieron acceso porque los guardias de seguridad se lo impidieron.
Debido a ello no pudieron entregar una carta dirigida a Felipe Muñoz Kapamas, en la que exigen su pronta intervención para esclarecer las irregularidades que ha cometido el presidente de la FMJ, de quien solicitan su renuncia, no sin antes hacerle una auditoría, una investigación de los judocas dopados en los Centroamericanos, sanciones y expulsiones a los que resulten responsables de los hechos.
Hernández afirmó que durante su gestión y en las administraciones anteriores nunca se dieron casos de dopaje y siempre ponderó la unión entre sus agremiados.
"No quiero atacar a nadie. Considero que el problema pudo ocurrirle a cualquier joven, desafortunadamente le pasó al hijo del presidente de la federación con un producto (nandrolona) que viene de mucho tiempo en el cuerpo de una persona o pudo haber sido adquirido por alguien, por un mal consejo, pero el deportista es el menos culpable, porque siempre hay gente a su alrededor y estoy seguro que ellos no lo pudieron hacer''.
Pidió justicia y la intervención rápida de las máximas autoridades, principalmente de la federación. "La obligación de los integrantes del comité ejecutivo es dar la cara; sé que Gabriel no se encuentra en México, pero es importante que alguno de sus representantes dé una explicación y no deje que esto siga avanzando como si no le importara nadie''.
Agregó que Goldschmied lleva 12 años al frente de la federación y está a un ciclo de empatar al finado ingeniero Juan Charteris, quien fue un eterno dirigente en el judo.
Al preguntársele si se había equivocado con su recomendado, Roberto Hernández respondió con una carcajada y se despidió.