Tienen "plan de tres puntos", dice la prensa de Seúl
Emisarios de 3 gobiernos buscarán desactivar la crisis norcoreana
AFP
Washington, 4 de enero. Representantes de Estados Unidos, Japón y Corea del Sur efectuarán el próximo lunes una reunión en esta capital para conciliar sus posiciones en relación con el programa nuclear de Norcorea y con miras a buscar la forma de incidir para desactivar la crisis.
En paralelo, Corea del Sur presentó a Estados Unidos un esquema de compromiso sobre la crisis norcoreana, conforme a una iniciativa del presidente electo, Roh Moo-Hyun, quien intenta mediar para salir de la encrucijada planteada por Washington y Pyongyang al considerar que las consecuencias negativas afectarían a Surcorea.
El ministro adjunto surcoreano de Relaciones Exteriores, Lee Tae-Shik, se entrevistó en Seúl con Evans Revere, adjunto del embajador estadunidense, con quien discutió sobre la iniciativa y al cual entregó el documento.
La prensa surcoreana reportó que se trata de un "plan de tres puntos", que incluso fue discutido ya en reunión del Consejo Nacional de Seguridad con miras al encuentro tripartita del lunes próximo.
De acuerdo con esta iniciativa, en una primera etapa Pyongyang pondría fin a su programa nuclear y simultáneamente Washington se comprometería a no atacar Corea del Norte, así como a reiniciar el suministro de petróleo que interrumpió luego de que el país asiático anunció que reanudaba el controvertido programa atómico.
En otra fase, Corea del Norte anunciaría su renuncia a sus ambiciones nucleares. Por último, China, Rusia y otros países "implicados" darían garantías a Corea del Norte sobre su seguridad.
La víspera Washington rechazó una petición norcoreana de firmar un pacto de no agresión mutuo y sostuvo que el presidente George W. Bush no amenaza con invadir Corea del Norte ni mantiene una posición hostil, sino que sólo busca que renuncie a las armas nucleares.
Japón, en tanto, intenta que se impongan sanciones a Norcorea, incluyendo la suspensión de intercambios comerciales y las transferencias de dinero.
En cambio Seúl, con el próximo gobierno de Roh, rechaza la actitud intransigente de Washington de los dos últimos años, al considerar que ha sido determinante en el fracaso de su propia política de apertura hacia Pyongyang. Sostiene que con la presión nada se logrará, por lo que aboga por la negociación política.