Las organizaciones insistirán que Fox se comprometa a revisar la apertura comercial

Grupos agrarios aceptan dialogar con el gobierno sin suspender movilizaciones

Derbez y Usabiaga anuncian convención nacional de desarrollo rural

MATILDE PEREZ U.

Sin renunciar a las movilizaciones ni a los ayunos, nueve de las once organizaciones del Congreso Agrario Permanente, el movimiento El campo no aguanta más, El Barzón y la Coordinadora Nacional Plan de Ayala (CNPA) aceptaron iniciar un diálogo con el gobierno federal y convocar a una convención nacional de desarrollo rural del 2 al 4 de febrero, que culminaría el 5 de ese mes, en Querétaro, con el compromiso del presidente Vicente Fox de solicitar a sus homólogos de Estados Unidos y Canadá la revisión del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Luego de una reunión privada de tres horas con los secretarios de Agricultura y de Economía, los representantes de esas agrupaciones campesinas dijeron que es la oportunidad para refundar conjuntamente con el gobierno una nueva política agropecuaria, de defensa de la autosuficiencia alimentaria, de combate al hambre en el campo. Será un diálogo largo e intenso en el que tratarán de convencer al gobierno de auscultar todas las posibilidades y concluir que hay que revisar el capítulo agropecuario del TLCAN, asentaron.

Los secretarios de Agricultura, Javier Usabiaga Arroyo, y de Economía, Luis Ernesto Derbez, aceptaron que las discusiones con el gobierno se inicien el próximo lunes con la instalación -con la presencia del presidente Fox- de la primera de las ocho mesas de trabajo en las que productores y autoridades iniciarán el análisis del TLCAN y el comercio, financiamiento, desarrollo agrario y social, políticas públicas y legislación, derechos humanos e indígenas, medio ambiente, y gobernación.

Aseguraron que no mentirán a los campesinos, que los acuerdos que se tomen serán conjuntos, sin imposiciones ni arreglos de ningún tipo. "Esta es una nueva democracia y lo que se pueda se hará, no tenemos ninguna actitud timorata frente a Estados Unidos", asentó Derbez.

Sin embargo, el movimiento El campo no aguanta más, a través de Alberto Gómez Flores, líder de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas, puntualizó que las 12 organizaciones "no confían en el gobierno; por eso hasta no ver la redacción de la convocatoria a la citada convención nacional y la traducción del diálogo en resultados estaremos satisfechos. En tanto, seguiremos con los ayunos, las caminatas a la ciudad de México y participando en las mesas".

Más optimistas, los dirigentes de El Barzón, Alfonso Ramírez Cuéllar, y de la CNPA, José Narro Céspedes, apuntaron que la aceptación del gobierno federal de convocar a dicha convención nacional -en la que se busca participen la Conferencia Nacional de Gobernadores, presidentes municipales, diputados y senadores, académicos y todas las organizaciones de productores, incluyendo las del sector privado- es una muestra de voluntad política de escuchar las propuestas de los productores agropecuarios.

Ante la insistencia de la prensa de si habían renunciado a las movilizaciones de inconformidad, puntualizaron que cada organización mantiene su agenda de protestas, "dicha convocatoria no significa que hayamos firmado nada, sino el inicio de una evaluación de diversas posibilidades para lograr el objetivo que se buscó desde el año pasado, en el Congreso de la Unión, con argumentos jurídicos". Además se introdujo la mesa de gobernabilidad, porque también se busca una nueva relación entre el sector campesino y el Estado.

Antes del encuentro con los titulares de la Sagarpa y de Economía, algunos de los integrantes del CAP y El Barzón sostuvieron una reunión para definir en qué términos presentarían su propuesta para la citada convención. Allí entraron en contradicciones, pues mientras la coordinadora en turno del CAP y dirigente de la Consucc, Guadalupe Martínez, aseguró que la tregua de movilizaciones pactada inicialmente hasta el 20 de enero se alargaba hasta el 5 de febrero, los dirigentes de la CCC, Coduc, El Barzón y CNPA negaron que el diálogo con el gobierno implicara desmovilizarse.

El dirigente de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Alvaro López Ríos, determinó retirarse del acuerdo porque "alargar las fechas ya convenidas es sólo una actitud morosa y burocrática de las organizaciones, de falta de respeto a los acuerdos internos; volveré sólo si el gobierno sostiene la palabra de construir acuerdos antes del 20 de enero".

Después, en conferencia y ante la insistencia de la prensa en torno a si se mantendrán las movilizaciones, la coordinadora del CAP en tono molesto apuntó que "las divergencias entre nosotros y los protagonismos han impedido la unidad que se requiere para construir una política para el campo. En este momento hay una claridad de que si el gobierno nos vuelve a engañar ya no habrá treguas".

Al margen de ese diálogo está también la Confederación Nacional Campesina.