MELON
Luis Angel Silva
El maestro
EL 13 DE OCTUBRE de 2001 escribí que el
maestro Mario Ruiz Armengol pronto sería objeto de un homenaje.
Qué cosas tiene el destino. Casi un año más tarde
ese genio, una gloria musical de nuestra patria, emprendió el viaje
sin retorno. Don Mario, descanse en paz.
LO CONOCI MAS o menos al final de los años
40. Eran mis principios de sonero. En ese tiempo no imaginé que
al pasar de los años pudiera tener una cercanía como la que,
por fortuna, me regaló este fuera de serie al que llamaron Mr.
Harmony.
EN
MI LARGA trayectoria sonera el destino, la suerte, póngale mi
enkobio el nombre que guste, me ha colocado cerca de muchos figurones,
en varias ocasiones por conducto del maestro Ruiz Armengol, a propósito
de grabaciones o visitas que recibía en mis ocupaciones soneras,
ya que fue director artístico en la RCA Víctor, en sesiones
de grabación del grupo que me hizo llegar al favor del público.
A PETICION DEL maestro le busqué elementos
para hacerle coro a varios famosos. Recuerdo la grabación que Bobby
Capó realizó con motivo de la visita de Jacqueline Kennedy,
la cual empezó a las seis de la tarde, la víspera de su visita.
Al día siguiente el disco estaba a la venta. Tanto la composición
como el arreglo se hicieron el mismo día de la grabación.
El talento de ambos quedó de manifiesto en esa ocasión. Por
supuesto, eran otros tiempos.
EL LEMA DE "los mejores artistas del mundo graban
en RCA Víctor", a mi juicio se quedó corta. En esa compañía
hasta el encargado de la limpieza era un campeón. Qué decir
de las secretarias, técnicos, gerentes, etcétera, etcétera,
que desarrollaban un trabajo ciento por ciento profesional, que tuvieron
a esa compañía en la cima por muchos años, merecidamente.
EL MAESTRO NO sólo era director de orquesta
exclusivo de la Víctor, también desarrollaba labores de dirección
artística. A él le deben muchos artistas el éxito
de sus discos, cosa que por desgracia no llegó al conocimiento del
público. Al grupo del cual formé parte, el maestro dirigió
entre muchos otros números Niebla del riachelo y Vuela
la paloma, que se hicieron populares. Era una delicia estar bajo su
tutela.
NO SE PUEDE negar que nuestras grabaciones contaban
con la presencia del ron al cual el maestro llamaba indistintamente "bistec
con papas" o "gerolán". Fue un enamorado de la música cubana
en todas sus manifestaciones, un gran ejecutante de quinto, tambor y lucidor
en la rumba. Después de cada toma nos escondíamos detrás
de un biombo para sacarnos el diablo, es decir, formar una descarga que
le permitía dar rienda suelta a su alma de rumbero, adorador del
tambor.
MUCHAS VECES LE escuché platicar de sus
noches cubanas echando la paloma en los cabarets de Marianao, desahogando
su vena danzonera y, en otras, gozando con el arte de Chorizera, famoso
timbalero que una vez, según contaba Tito Puente, lo hizo blanco
de una trompetilla al dudar del título "rey del timbal", que identificaba
a Mr. Bridge.
EL VIEJO CASBAH (sic), de la calle de Ayuntamiento,
fue testigo de noches de bohemia y jam session, animados por el
señor de señores, lugar donde éste su asere tuvo la
fortuna de reunirse con el maestro y Miguelito Valdés y abrevar
de la sapiencia de dos elegidos por los dioses, caballeros en toda la extensión
de la palabra, que dejaron huella imborrable.
TAMBIEN RECUERDO UNA reunión en Veracruz,
organizada por el ingeniero Baltazar Pazos, donde le dimos mate a una paella
exquisita. En compañía de Roberto Agüero el maestro
me obligó a ¿tocar? la paila y acompañarlo en danzones
que tanto le gustaba ejecutar. Deja un legado musical extenso que espero
se muestre aunque sea en parte en el homenaje póstumo que le prepara
el Instituto Nacional de Bellas Artes. Ojalá lo presenten con varias
dotaciones, como debe ser. Aquí lo recordaremos con el cariño,
respeto y admiración de siempre. ¡Vale!