El sobreviviente lo culpa "de manera inequívoca"
Orlando Magaña participó directamente en el multihomicidio
ANGEL BOLAÑOS Y MIRNA SERVIN
Existen nuevos elementos para confirmar la culpabilidad de Orlando Mañaga Dorantes en el asesinato de la familia Narezo Loyola y dos empleadas domésticas, luego de que la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal encontró en el hotel donde se hospedó después del crimen, ropa que dejó abandonada y unos tenis manchados de sangre. El titular de la dependencia, Bernardo Bátiz, informó que también se encontraron prendas con las que se espera tener más datos del cómplice.
El funcionario aclaró que la hipótesis de que Orlando Magaña mató a su cómplice surgió de una pregunta que se hizo al subprocurador Renato Sales en ese sentido, por lo que atajó: "de echar a andar la imaginación, cualquier cosa puede suceder, pero no tenemos ningún indicio de que lo haya matado. No hay ninguna razón para pensar que pudo haber sucedido tal cosa".
Ayer, Alfredo Quintana Topete, padre del sobreviviente de la masacre, pidió a la sociedad que vigile la aplicación de la ley en el proceso a Orlando Magaña y su cómplice, cuya detención dijo estar confiado en que se realizará, para que prevalezca la justicia y sean castigados conforme a la ley.
Protegido con una escolta de agentes de la Policía Judicial capitalina, Quintana Topete, en conferencia de prensa en un hotel al sur de la ciudad, aseguró que, con base en las declaraciones ministeriales de su hijo, Orlando Magaña "participó de manera inequívoca" en el multihomicidio.
Explicó que el 15 de noviembre pasado, su hijo Juan Pablo y Ricardo Narezo hijo llegaron al domicilio de este último, donde se encontraba Orlando -sin máscara, contrario a lo dicho por el acusado-, con su cómplice, quienes tenían atadas con cordones y cinta canela a la madre y la hermana menor de Ricardo así como a las dos empleadas domésticas.
Los amordazaron a ambos de la misma manera y en cuanto llegó Ricardo Narezo padre, procedieron a sujetarlo. "Cuando Orlando se percató de que faltaba Andrea, la jovencita de 14 años, le ordenó a Ricardo hijo que lo acompañara a recogerla. Orlando aprovechó la oportunidad para llevarse unas tarjetas de crédito y pasó por varios cajeros antes de ir por la niña.
"De regreso en la casa, Orlando y su cómplice subieron al padre a la planta superior. Se oyeron golpes y gritos de dolor. A continuación, Orlando Magaña fue subiendo, uno por uno, a cada miembro de la familia. En cada ocasión, quien bajó por las víctimas, con la ropa manchada de sangre, era Orlando Magaña.
"Juan Pablo fue dejado al último; cuando oyó que bajaban por él estaba seguro de que había llegado su fin. En esta ocasión bajaron los dos cómplices, Orlando Magaña con un cojín y una pistola en la mano, y el otro sujeto con un cuchillo de cocina ensangrentado. Mientras lo desataban, Juan Pablo les suplicó que no lo mataran, pero Orlando le puso un cojín en la cabeza y después de que su cómplice le dijera: 'ya mátalo', le disparó". Además, Quintana Topete rechazó versiones que pretenden involucrar a Juan Pablo y a Ricardo Narezo hijo en el tráfico de drogas.