Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 7 de diciembre de 2002
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Mundo
Tiroteo en una plaza ocupada por opositores deja al menos tres muertos y 20 heridos

Denuncia Chávez sabotaje contra la industria petrolera venezolana

Confirmado, que se busca la ingobernabilidad, dicen a La Jornada fuentes cercanas al presidente

El gobierno mantiene sus exportaciones de crudo; garantiza a EU suministro seguro y oportuno

AFP, DPA Y REUTERS

Caracas, Sabado 7 de diciembre. El presidente venezolano Hugo Chávez denunció esta madrugada un "sabotaje contra la industria petrolera" de su país e hizo un dramático llamado a la "ponderación", "reflexión" y "prudencia" a opositores, partidarios, sectores políticos independientes y medios de comunicación venezolanos, horas después de que un confuso tiroteo contra manifestantes opositores dejó al menos tres muertos y más de 20 heridos en la plaza Altamira, donde permanece un grupo de militares en "desobediencia" desde el 22 de octubre pasado.

Al declararse "conmovido" por lo que calificó de "lamentables y tristes hechos", Chávez hizo un llamado a la calma y a que "no sigamos inyectando odio en la familia venezolana", pero advirtió: "vamos a tomar medidas para enfrentar el sabotaje en la industria petrolera".

Poco después de la medianoche del viernes, Chávez destacó que los enfrentamientos -que comparó con los sucesos previos al fracasado golpe de Estado de abril pasado- ocurrieron justo después de que su gobierno logró una mejoría en el suministro de gas y gasolina en el occidente del país, en el contexto del quinto día de una huelga general convocada por la oposición.

La ofensiva opositora, insistió, tiene el "mismo formato" de la de abril, "sólo que ahora no los acompaña, como en aquella ocasión, un grupo de militares de alta jerarquía, que dieron forma al golpe de Estado".

La paralización de actividades obligó el viernes a una sensible reducción de la producción de crudo, aunque el gobierno mantuvo sus exportaciones y brindó garantías a Estados Unidos de un suministro "seguro y oportuno" de su cuota petrolera.

Intervencionismo

Fuentes cercanas al gobierno de Chávez, consultadas por Stella Calloni, corresponsal de La Jornada en Sudamérica, consideraron que con los sucesos de esta noche se confirmarían una serie de rumores previos de que se estaría buscando llevar al país a una situación de ingobernabilidad para forzar una intervención extranjera por medio de la Organización de Estados Americanos (OEA) si Venezuela no cumpliera con sus obligaciones petroleras con la comunidad internacional.

Chávez agradeció las gestiones realizadas por el secretario general de la OEA, César Gaviria, para solucionar la crisis política venezolana, y señaló que en días recientes ha estado en contacto con el ex presidente estadunidense Jimmy Carter, a quien invitó de nuevo al país.

Aclaró que en virtud de que Carter recibirá el próximo día 10 el Premio Nobel de la Paz, no podrá viajar a Caracas, aunque se comprometió a que enviará a un emisario de su fundación.

El mandatario insistió en las similitudes entre los enfrentamientos de este viernes con los que precedieron el efímero golpe de Estado del 11 al 13 de abril pasado, y resaltó que igual que hace ocho meses, "de inmediato salieron a acusarme a mí de asesino".

Pidió "clemencia para Venezuela" a quienes "se montan en el dolor y la sangre inyectando más odio del que han inyectado".

No obstante, reconoció que "hay una parte de la oposición con la que se puede conversar", y llamó también a los integrantes de la delegación de su gobierno en la mesa de negociaciones de la OEA a dialogar con los opositores.

Señaló que el oficialismo está dispuesto a abordar todos los temas necesarios y destacó que los más importantes son la salida electoral, el desarme de la población y la instalación de una comisión de la verdad para investigar los hechos que rodearon el golpe de Estado de abril.

Más tarde, en entrevista con CNN, que preguntó a Chávez por qué no renunciaba y convocaba a elecciones anticipadas, el mandatario respondió que fue "electo democráticamente y, tal como reconoce la OEA, con amplio apoyo entre las clases populares de todo el país".

Sostuvo que la oposición cuenta con el apoyo de los medios de comunicación para presentar una imagen que no corresponde a la realidad, y por eso fracasó el golpe de Estado de abril pasado, ya que, expuso: "la gente salió por millones a la calle para oponerse al gobierno usurpador y reinstaurar el gobierno electo. Es eso lo que hay que evaluar".

Aunque la jornada del viernes comenzó en calma, con la huelga en su quinto día afectando el transporte y el comercio en las zonas residenciales de Caracas, pero con una actividad normal en los barrios populares de todo el país, al anochecer la situación se tornó tensa y culminó con el tiroteo en la plaza Altamira.

Unos cuatro pistoleros irrumpieron en ese lugar, donde había un centenar de simpatizantes de los militares en rebeldía, a quienes atacaron indiscriminadamente, con saldo de tres muertos, entre ellos una niña de siete años, y alrededor de una veintena de heridos. Uno de los presuntos agresores fue detenido por la multitud.

Más tarde, la televisión local presentó a un sujeto de unos 30 años, quien dijo haber sido el autor del ataque porque "me han secuestrado, me han violado, me han prostituido, ese es el motivo", mientras la policía lo metía en una patrulla para llevárselo. Luego, el jefe policial Marcos Chávez aseguró que fueron detenidas siete personas implicadas en el tiroteo.

El fiscal general de la República, Isaías Rodríguez, condenó los hechos de la plaza Altamira y giró instrucciones a los fiscales para que inicien las investigaciones y "busquen la verdad sobre los autores materiales o intelectuales que estén detrás de estos acontecimientos".

Los disparos durante la concentración tuvieron lugar minutos después de que los líderes de la oposición extendieron a un sexto día la huelga contra Chávez, a quien intentan forzar a que se someta a un referéndum revocatorio para convocar a elecciones anticipadas.

Prolongación del paro

"El paro cívico nacional activo continúa, ahora con más fuerzas que nunca, con el aporte de los trabajadores petroleros, de la marina mercante, del transporte pesado y con más industrias, más comercios, más educadores", dijo el dirigente sindical Carlos Ortega.

El presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Carlos Ortega, uno de los líderes de la huelga general, al anunciar la prolongación de la medida de fuerza por otras 24 horas, amenazó con extenderla por tiempo indefinido porque el conflicto podría radicalizarse a raíz de los hechos de violencia.

Entrada la noche, Juan Barreto, diputado del oficialista Movimiento V República, denunció un incendio intencional en una de las sedes partidistas, ubicada a poco más de un kilómetro de la plaza Altamira, bastión de los opositores.

El vicepresidente, José Vicente Rangel, al repudiar categóricamente los hechos, aseveró que "no se puede acusar a priori", ya que "cualquier señalamiento en este momento puede afectar la investigación. El gobierno no responderá a las acusaciones temerarias hechas en la plaza Altamira".

Apenas se conoció el tiroteo, el ministro del Interior, Diosdado Cabello, expresó su "más enérgica protesta", y abogó por que no sea el inicio de una escalada de violencia, que se sabe "cuando comienza, pero no cuando termina", al tiempo que llamó a la calma y a abrir trincheras políticas.

"Grave preocupación"

Estados Unidos, que confirmó que el suministro petrolero venezolano a su territorio no se ha visto afectado, expresó su "grave preocupación" por la escalada de violencia política en el país sudamericano, e instó a sus ciudadanos a "aplazar todo viaje no esencial" a Venezuela. El Departamento de Estado indicó que estaba "monitoreando" la situación política y las consecuencias de la huelga.

Tanto el ministro de Energía y Minas, Rafael Ramírez, como el presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez, admitieron que el "paro-cívico" logró afectar la vital industria petrolera de Venezuela, en momentos en que una docena de buques tanqueros se han sumado a la huelga.

La producción de crudo se ha reducido entre 400 mil y 500 mil barriles por día (bpd) sobre un nivel de 3.1 millones de bpd extraídos en noviembre, indicó el ministro Ramírez. Explicó que esa reducción se debía a lo que denominó "un nivel de regulación", porque ese petróleo se encuentra almacenado.

Por su parte, Alí Rodríguez dijo que aún no se tenía una estimación sobre las pérdidas, pero que ha habido una reducción de la producción que significa ya "un daño patrimonial", aunado a que hay actos de "sabotaje" por parte de la plana gerencial adicta a la oposición, por lo que instó al gobierno a adoptar "medidas más fuertes".

Con todo, expresó garantías de suministro a los clientes extranjeros, incluido Estados Unidos, a pesar de las demoras y "fallas" en el complejo de la refinería de Paraguana. Lamentó que calificadoras de riesgo hayan rebajado la confianza de PDVSA luego de una semana de huelga.

No obstante los patrullajes militares y las órdenes de Chávez para restablecer el trabajo en todas las instalaciones petroleras y movilizar los buques varados, al parecer la medida no ha sido ejecutada del todo. Cuatro puertos petrolera del estratégico lago Maracaibo, así como los de Amuay-Cardón y Puerto la Cruz han detenido sus cargamentos de crudo.

Las plantas de Amuay-Cardón, con capacidad para procesar 940 mil bpd, redujeron al mínimo sus operaciones desde el jueves, ante la caída de los suministros de gas natural del área del lago Maracaibo. Esta situación, de persistir el paro opositor, podría llevar a una mayor reducción de la producción.

En tanto, la tripulación del Pilín León reiteró que aún no ha sido abordado, aunque reportes de la televisora Globovisión dieron cuenta, al cierre de esta edición, de que una embarcación con cinco fiscales y un juez de control se dirigían al barco, fondeado en el lago Maracaibo. Al mismo tiempo, había informes de que civiles se congregaron en torno a los oficiales de la marina mercante que han parado para darles su apoyo.

Uno de los gerentes de PDVSA, el opositor Juan Fernández, dijo que en la noche del viernes renunciaron a sus cargos cuatro directores de la paraestatal petrolera, al parecer por el nombramiento de otro directivo. Incluso, se mencionó que pescadores artesales anunciaron que se plegarían al paro, con su naves en el lago Maracaibo, como solidaridad.

Más penurias económicas

El titular de Planificación, Felipe Pérez, señaló que el paro en el sector petrolero golpeará a la atribulada economía del país, que se contrajo 6.4 por ciento en los primeros meses de 2002. Sin embargo, negó que haya habido una disminución de las exportaciones petroleras, y dijo que de ocurrir eso de inmediato se podrían reponer.

El ministro de Agricultura y Tierras, Efrén Andrade, desmintió una versión según la cual el país estaría frente a un desabastecimiento de carnes y lácteos.

Horas antes del tiroteo, en un mensaje videograbado enviado a sus pares del Mercado Común del Sur (Mercosur), reunidos en Brasil, Chávez denunció que sectores "muy poderosos" de la oposición, de gran poder económico, mediático y conspirativo, lanzaron una nueva ofensiva para derrocarlo.

"Nuestro gobierno cuenta con el apoyo de las fuerzas armadas y de la Corte Suprema, razón por la cual deseo seguir defendiendo la integración de los caminos de Venezuela con la América del Sur integrada", apuntó en su mensaje, en el que insistió en que "la huelga programada fracasó".

El vicecanciller Arévalo Méndez Romero, quien encabeza la delegación de su país a la 23 cumbre del Mercosur, explicó que el presidente no canceló su visita a Brasilia debido a la huelga opositora, sino en razón de que existen "planes concretos golpistas para generar violencia".

En su mensaje, Chávez reiteró que su gobierno está dando una batalla contra un paro general "fracasado", que quiere parar la empresa petrolera, fundamental no sólo para su país, sino para el continente y el resto del mundo. Abundó: "estamos librando una nueva batalla aferrándonos a la Constitución".

Los países del Mercosur, además de Chile y Bolivia, respaldaron la continuidad institucional y el diálogo en Venezuela, aunque evitaron manifestar un explícito apoyo al presidente Chávez. Incluso, no descartaron que se convoque a una reunión extraordinaria de cancilleres de la OEA para abordar la situación venezolana.

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