Washington, promotor de los distanciamientos
entre naciones de la región, acusa
Rechaza Rafael Rodríguez que Cuba esté
desvinculada de AL
La relación entre un gobierno y la isla, indicador
para medir la autonomía frente a EU, señala el investigador
Discuten en la FIL sobre la diplomacia entre México y La Habana
BLANCHE PETRICH ENVIADA
Guadalajara, Jal., 1o. de diciembre. La forma en
que los gobiernos latinoamericanos se relacionan con Cuba sigue siendo
un indicador importante para medir la autonomía frente a Estados
Unidos, afirmó el experto cubano Rafael Hernández, director
de la revista de análisis Temas y miembro del ya disuelto
think tank cubano, el Centro de Investigaciones de la Economía
Mundial.
El académico recordó que en Washington se
diseñan políticas para fomentar el distanciamiento de las
naciones del subcontinente con el único régimen con el que
aún sigue teniendo relaciones de rivalidad que datan de la guerra
fría. Añadió que muchos países han logrado
no someterse a las condiciones que Estados Unidos quieren imponer en relación
con sus respectivas diplomacias hacia la isla. Por lo tanto, el supuesto
''aislamiento'' de Cuba respecto al resto del continente no sólo
no es cierto, sino que, por el contrario, el gobierno de Fidel Castro ''en
esta década está mucho más conectado con América
Latina que en los años sesenta y setenta''.
Hernández,
catedrático especialista en política exterior en la UNAM
y en la Universidad de La Habana, contradijo así la tesis expuesta
por otro académico, Rafael Fernández de Castro, del ITAM,
y del periodista Homero Campa, quienes describieron al régimen cubano
como congelado en los setenta y aislado del resto de la comunidad
internacional.
El debate se produjo en la mesa redonda sobre la relación
bilateral México-Cuba, en el contexto de la Feria Internacional
del Libro que se desarrolla en esta ciudad.
Paralelismos y antagonismos
Hernández describió sintéticamente
los paralelismos y antagonismos entre México y Estados Unidos. Sobre
las similitudes, mencionó que los sistemas políticos de ambos
países surgieron de las dos revoluciones más importantes
que hubo en América Latina el siglo pasado; comparten una frontera
común considerable con Estados Unidos; tienen una visión
de proyección internacional, una herencia nacionalista no despreciable
y una tradición de nacionalismo arraigada.
Pero también existe una ''agenda invertida'' entre
las dos naciones frente a Estados Unidos. Mientras México es prioritario
para Estados Unidos por el TLC y demás pactos comerciales, para
Cuba la política de bloqueo sigue inamovible; mientras que en la
relación de México con el vecino del norte la migración
y el narcotráfico son los problemas más graves, entre Cuba
y Estados Unidos ese es un renglón de entendimiento fluido.
Por su parte, Fernández de Castro comentó
que el estado actual -frío y tenso- entre los dos países
es una ''crónica de un distanciamiento anunciado". Ubica las primeras
señales en 1992, cuando el ex presidente Carlos Salinas se reunió
con la derecha más recalcitrante de Miami, de la Fundación
Cubano Americana. Y citó también la ''incapacidad de un tecnócrata,
Ernesto Zedillo'', para entender las sutilezas de la relación bilateral.
Para el director de la cátedra de política
exterior del ITAM, las fricciones entre el gobierno de Fox y el de Castro
se anunciaban desde que el Presidente de México se propuso ''dar
un valor principal a la democracia y a los derechos humanos". Hizo defensa
de la línea de Jorge Castañeda: "ningún otro miembro
del gabinete tiene tan claro lo que quiere como rumbo de su política
como el canciller. A él le interesó desde el principio estrechar
la relación con Estados Unidos e incrementar la voz de México
en los foros multilaterales con los valores de democracia y desarrollo''.
Esta afirmación del académico encendió
los ánimos del auditorio. En el turno para las preguntas del público
la mesa abandonó totalmente el tono de cátedra para convertirse
en un pequeño foro de debate "caliente".
-Fox fue antidemocrático cuando pidió a
Fidel que se retirara del Foro de Monterrey -lo increpó un periodista
de Prensa Latina.
-¿De qué democracia hablan, de cuáles
derechos humanos? Si aquí en México no hay ni lo uno ni lo
otro -reclamaron varios.
Tomó la palabra el velocista jaliciense César
Valdivia.
-Yo no voy a hablar de polìtica -empezó
tímido-, pero quiero decir que si México tiene una campeona
como Ana Gabriela Guevara se lo debe a su entrenador, que es cubano. Yo
mismo le debo mis éxitos a Silvio Leonard, también cubano.
En ese tenor se multiplicaron las intervenciones y algunas
arengas.
''Lo que demuestra -dijo Fernández de Castro para
concluir- que el tema de la relación México-Cuba siempre
será calientito".