Iván Restrepo
Ford: Ƒpremio por la contaminación?
La Ford es el gigante en ruedas. Origen de la más grande industria del automóvil, convirtió su invento en símbolo de progreso, pero también de la apropiación privada del espacio público llenando las calles de autos y contaminación. Es una de las principales empresas responsables del sobreconsumo de energía fósil en el planeta, que hace más grande el agujero en la capa de ozono con sus múltiples consecuencias, entre ellas la desaparición de ecosistemas y especies. Ford Motor Company abandera la industria que demanda petróleo, recurso que justifica guerras e invasiones.
Y este gigante recibió el pasado miércoles, en la reserva de la biosfera de Sian K'an, el Premio Nacional de Conservación de Areas Naturales Protegidas en la categoría Empresas por sus programas para "salvar" la selva Lacandona y el berrendo peninsular. Es la primera vez que se otorga esta distinción (diploma y 75 mil pesos) y fue entregada por el presidente Fox. No entiendo los motivos por los cuales un gobierno que dice promover la empresa mexicana concede dicho reconocimiento a una corporación que tiene implicaciones tan adversas para el planeta. ƑAcaso no existen empresas nacionales que en el campo ambiental necesitan estímulos para continuar con su valioso trabajo? ƑO será simplemente el estilo de conservar al que apuesta el gobierno del cambio?
En contraste, al otro lado del mundo el presidente de la República Checa, Vlacav Havel, hizo un balance de las devastadoras inundaciones que en agosto pasado azotaron Praga, por lo que llamó a las naciones a reflexionar en torno a la idea de que somos nosotros quienes estamos desatando la furia de la naturaleza debido al extravagante desarrollo que consume recursos y a los ataques que a diario se cometen contra el medio ambiente. Mencionó, en especial, la urgencia de revisar los daños causados a los ríos en todo el planeta. Pero el presidente checo no es el único que insiste en la necesidad de un cambio de actitud hacia la naturaleza: varias personalidades alemanas han invitado a la reflexión al ver cómo los ríos de ese país causaron daños materiales incalculables en agosto. Un mes después fueron los del sur de Francia, dejando muertos, centenas de damnificados y en mal estado la infraestructura de las poblaciones afectadas. Ahora el norte de Italia registra aumentos en los caudales de sus ríos y serios desajustes en las ciudades, la industria y el agro; los mayores en 25 años.
En cuanto al continente asiático, en India y China fueron miles los muertos cuando el caudal de algunos ríos arrasó poblados, campos de cultivo y sistemas de contención del agua. No es que llueva más, como algunos alegan para explicar las tragedias y la desidia oficial, sino que el agua arrastra hacia las cuencas de ríos y arroyos sedimentos y la tierra de las partes altas, expuestas directamente a la lluvia debido a la falta de árboles y arbustos. Así, el mal manejo de las montañas se refleja finalmente en la disminución de la capacidad original de las cuencas hidrológicas para recibir agua y llevarla por miles de kilómetros hasta el mar.
En México no hemos sabido cuidar ninguna de las cuencas hidrográficas, alteradas con los desechos de las ciudades, la industria y la agricultura. Algunos son ríos de muerte, no de vida, como sucede, por ejemplo, con el Lerma-Chapala-Santiago, el Grande de Morelia, los de Veracruz, Oaxaca y Tamaulipas o con el Balsas y sus afluentes. Son certeros los diagnósticos oficiales y de los centros de investigación en cuanto a lo que ocurre en ésas y otras cuencas, como también lo son las propuestas para devolverles la salud ambiental. Sin embargo, las autoridades no tienen ningún programa para reforestar las partes altas de esas cuencas, lo que evitaría su azolve.
Podría alegarse que no hay recursos para hacerlo. No es cierto. Ahora que los asuntos públicos tienden a manejarse en términos de eficiencia empresarial, no sobra señalar a quienes toman decisiones en la cúpula gubernamental y en el Congreso de la Unión que cuesta muchísimo menos mejorar las condiciones ambientales de las áreas afectadas por la deforestación que enfrentar los costos del azolve de las cuencas, las presas y las hidroeléctricas del país. Un manejo sustentable del bosque, en el que intervengan y se beneficien los campesinos, contribuye además a la producción de agua y de humedad, así como a evitar los efectos del cambio climático.
Ahora que ha comenzado la época de secas y las lluvias serán escasas urge elaborar programas para enfrentar las del próximo año. Los desastres se pueden evitar con medidas adecuadas y oportunas, pero es un hecho que siguen ocurriendo y que en cuanto aparece la desgracia las autoridades anuncian que se crearán medidas para evitar nuevas tragedias... ƑAcaso alguien ha renunciado por no cumplir lo prometido?