Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 3 de noviembre de 2002
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Espectáculos
Llenas, sus dos presentaciones en el Universal Amphitheatre, en California

En un panteón angelino, Lupillo Rivera interpretó el tema Un puño de tierra

El cantante asistió al funeral de una de sus fans, que fue secuestrada y asesinada

Durante sus actuaciones le acompañaron su hermana Jenni, muy conocida en EU, y su padre

ARTURO CRUZ BARCENAS ENVIADO

Los Angeles, California. En el Cementerio Resurrección de esta ciudad, Lupillo Rivera huyó de cazautógrafos improvisados, de fans que daban el último adiós a su ser querido, tumbas más allá. El intérprete fue a cantarle póstumamente a una joven secuestrada y asesinada, que en su cuarto tenía prácticamente tapizadas las paredes con fotos del oriundo de La Barca, Jalisco. Unas 300 personas acudieron a la despedida y a todas se les hizo un nudo en la garganta cuando se escuchó Despreciado, el tema que hiciera famoso Javier Solís, y Un puño de tierra, más ad hoc que nunca, dada la ocasión.

Sólo dos canciones. "Lo normal, lo que se debe cantar, es una hora, mínimo, pero del entierro de allá adelante se separaron unos y me pidieron 'que fírmale aquí', ¿cómo va a ser? No hay respeto. Por eso no seguí, además de que está grueso", señaló respecto de la emotividad que se apresa del ser humano cuando está cerca de la muerte, que a todos espera.

El marco fue impactante. Llegaron a la cita al camposanto, en caravana, unos 30 integrantes del grupo Los Mongoles, habitantes de estos rumbos, en sus grandes motocicletas, vestidos con chamarras, chalecos y pantalones de piel color negro; la mayoría con lentes oscuros; variospelones, otros con cabelleras alborotadas. A unos les dio miedo su presencia, pero "son amigos de la familia" de la difunta, comenta un hermano de la víctima.

Dejó Lupillo una rosa encima del ataúd y se retiró.

La noche anterior

Ofreció Lupillo el primero de dos conciertos en el Universal Amphitheatre de los Estudios Universal, eje de uno de los poderes del entretenimiento, del show bussinnes en el mundo. El representante del citado, Javier Rivera, comentó que es difícil que un artista esté dos veces, dos días, en ese lugar. Al entrar al complejo se cruzan los famosos estudios, donde se muestra cómo se hicieron los efectos especiales de películas como E.T. o Back to the future, y se pasa por el área de tiendas, donde igual se hallan peluches que ropa de beisbolistas o de jugadores de futbol americano firmadas por famosos como Joe Montana.

Las paredes que flanquean las escaleras que llevan al Amphitheatre tienen colgados cuadros con los rostros de quienes ahí han mostrado su talento: Luis Miguel, Neil Diamond... Los visitantes reciben volantes donde se anuncian los próximos conciertos, entre ellos el de Vicente y Alejandro Fernández, el 9 de noviembre.

Comienza el concierto de Lupillo, pero hay algunos que en la privilegiada zona VIP prefieren ver el resto del partido beisbolero entre Serafines de Annaheim y Gigantes de San Francisco. El primero remonta un 0-5 para ganar 6-5. Raro es el que le va a los Gigantes.

Dentro del foro, Lupillo se desgañita con El Moreño, Tú y las nubes y Amorcito corazón. En un arranque para llamar la atención del público, se apagan las luces. Cuando regresa la iluminación, Lupillo es elevado por medio de un arnés y vuela sobre el auditorio. Le aplauden y le gritan "¡pinche gato volador!", "¡te vas a reventar los tanates!" y otras frases chuscas. Algunos aplauden, otros ríen.

Se da una pausa para dejar el escenario a su hermana Jenni, quien por estos lares es famosa con temas como Querida socia. Sorprende a quienes no la habían visto el arraigo de la cantante, desconocida para muchos en México.

Regresa al escenario el cantante pelón para cerrar con Un puño de tierra, teniendo el teatro lleno.

Un día después

El programa es casi el mismo, con la diferencia de que sube su padre, Pedro, a cantar con él una pieza y otra de su nuevo disco. Pedro Rivera inició a Lupillo en las lides, y muchas recomendaciones le hizo a partir de su experiencia y de las que acumuló el fallecido Chalino Sánchez, a quien grabó en su disquera, Cintas Acuario.

Igual, sube Jenni. Lupillo pide que suban al escenario sus cuatro hijas, a quienes canta Amorcito corazón. Se repite el acto del arnés. De nuevo el gato volador. Cuando se va elevando una persona intenta jalarle una bota; Lupillo, en su intento por evitar el despojo, pierde la bota de la otra pierna. Opta por regalar la que le queda.

Baja y lee un mensaje: "¡Ganaron los angelitos!" La ciudad es una fiesta en casas, calles y bares.

Acaba el segundo concierto entre un aplauso generalizado, al que se suma Marisela, otrora baladista famosa, que anunció el lanzamiento de un nuevo disco, producido por Roberto Livi, quien aportará algunas composiciones.

Entre los cuadros que engalanan las paredes del Universal Amphitheatre pronto aparecerá el de Lupillo, considerado por muchos como el nuevo ídolo de la música popular mexicana. El próximo sábado 2 de noviembre, se presentará en Cuernavaca, Morelos.

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