Es una vía indispensable para dar viabilidad financiera al órgano a largo plazo, sostiene
Subrogar servicios en el IMSS no significa privatizar, dice Borrego
Entre sus propuestas, que particulares provean servicios de limpieza y surtan medicamentos
Las jubilaciones, que se duplicarán al final del sexenio, punto débil del instituto, asegura
ANDREA BECERRIL
El senador priísta Genaro Borrego Estrada aseguró que su propuesta de analizar la posibilidad de subrogar algunos servicios en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) -entre ellos la realización de análisis clínicos y algunas operaciones quirúrgicas en laboratorios y hospitales particulares- no significa en forma alguna privatizar el organismo, sino parte de los cambios requeridos para darle viabilidad financiera a largo plazo.
Borrego, ex director del instituto, agregó que al concluir el actual sexenio habrá 210 mil trabajadores del Seguro Social jubilados, "un pasivo laboral" que afectará las finanzas del organismo, toda vez que las jubilaciones de su personal en retiro se están pagando con dinero que corresponde a la prestación de servicios a los derechohabientes.
Aseguró que no tiene interés alguno en el IMSS, excepto colaborar para su mejoría, pues la difícil situación que enfrenta pone en riesgo su operación; por ello, añadió, durante la comparecencia en el Senado del director del instituto, Santiago Levy, planteó abierta y claramente analizar que se establezca una subrogación reglamentada de algunos servicios, es decir, la prestación indirecta de los mismos por proveedores privados.
Rechazo al cobro de medicinas
Aclaró que no está de acuerdo -como se publicó- en el copago de medicamentos que planteó Levy, mecanismo por el que el IMSS obtendría mil 500 millones de pesos al año, al cobrar entre 10 y 15 pesos por cada receta que surta a los derechohabientes.
"Estoy totalmente en contra, porque la cuota obrero-patronal que recibe el Seguro Social cubre la prestación de todos los servicios, incluidos los medicamentos que el paciente requiere", señaló, y planteó una opción: "en algún momento llegué a proponer que el IMSS deje de comprar medicamentos, deje de tener sus propias farmacias".
La propuesta es que los derechohabientes puedan surtir las recetas prescritas por el instituto en cualquier farmacia, a la que el IMSS pagaría directamente, lo que bajaría también los costos del organismo, ya que tiene la fuerza y la capacidad, por los volúmenes que maneja, de negociar precios con la industria farmacéutica, señaló.
Dio otros ejemplos de posibles subrogaciones: "ƑPor qué firmar un contrato laboral para personal de intendencia en los hospitales si se puede contratar a una empresa especializada que mantenga limpias las instalaciones? Claro, el sindicato, cuyos dirigentes son mis amigos y con quienes he tenido de tiempo atrás debates respetuosos, fraternales, está absolutamente en contra, pero se debe pensar en ello porque el pasivo laboral se está incrementando en el IMSS".
El organismo, insistió, tiene el compromiso de pagar las jubilaciones de sus propios empleados. "Hay cerca de 105 mil ex trabajadores del Seguro Social jubilados, y después de que concluya este sexenio la cifra se duplicará".
Reiteró que la subrogación de servicios nada tiene que ver con que se privatice el instituto, pues, adujo, el fundador del mismo, Ignacio García Téllez, desde 1943 lo previó como mecanismo indirecto para la prestación de los servicios públicos que obligatoriamente corresponde cubrir al organismo.
La propuesta, explicó, es la subrogación reglamentada de ciertos servicios, de tal manera que se preserve el espíritu institucional, de medicina social.
"Es una vía indispensable para garantizar la viabilidad financiera del IMSS en el largo plazo.
"Sería en beneficio del derechohabiente, al que no le costaría ni un centavo más que le hicieran, por ejemplo, los análisis clínicos que requiera en clínicas privadas y para el IMSS serían menores costos, porque no tendría que comprar equipos ni edificar instalaciones; tampoco contratar más personal."
Es una opción, insistió, que propuso desde que fue director del IMSS y hoy sostiene. Un ejemplo del beneficio de subrogar servicios es el de la diálisis peritonial, que requieren los enfermos renales para poder vivir y que pueden realizarse en instalaciones privadas.
Se salvarían también más vidas, dijo, ya que el diferimiento de intervenciones quirúrgicas es escandaloso en la actualidad.