Más de 40 organizaciones contra el sida
se reúnen en la Alameda Central capitalina
Seropositivos ofrendan condones y cempasúchil
a los muertos por VIH
La política homicida del IMSS y el cerco
del clero a la sexualidad responsable, causas de las protestas
Las ganas por la vida y la memoria por las víctimas,
motivación de los actos
JENARO VILLAMIL
La cultura contra el sida fue el espíritu que congregó
anteayer a 40 organizaciones en torno de la fuente de Neptuno, en la Alameda
Central de la ciudad de México, en una larga jornada que conjuntó
desde mariachis hasta una procesión silenciosa; desde denuncias
contra la "política homicida" del Instituto Mexicano del Seguro
Social, que ha desplazado a 2 mil seropositivos, hasta performances
con dos signos vitales: condones y flores para detener el avance del virus
de inmunodeficiencia humana.
La Alameda fue ''tomada'' por las ganas de vida y la memoria
por los miles de ausentes a causa el VIH. Los policías circundantes
se emocionaban por su dotación de condones, el aire familiar de
una tarde en este histórico parque se mezclaba con el aire multicolor
de los símbolos gays, mezclados con los mensajes religiosos y el
olor de incienso que se mezclaba con el aroma de las flores de cempasúchil,
de los tamales y hasta del atole.
La
novena velada de Día de Muertos en memoria de las personas fallecidas
por el VIH-sida fue también una oportunidad para la denuncia, para
el homenaje y para la creatividad. Vestida de muerte y declamando sus "calaveras",
Yelly Alarcón recordaba a su hermana, la doctora Berenice Judith
Alarcón Reyes, que falleció en 1993. ''Mi arte se lo dedico
a mi hermana''. El altar de Letra S rindió homenaje a Francisco
Galván, pionero en la lucha contra el sida, y a Jorge Huerdo, fundador
del Frenpavih y de Positivos, dos organizaciones presentes en esta velada.
El Colectivo Sol, una de las organizaciones que conjuntó
a las otras agrupaciones en la Alameda, desafiaba a las buenas conciencias
y a los agentes de la PFP que deambulaban curiosos y recibían condones.
Un enorme cartel con dos hombres desnudos besándose proclamaba:
"la vida se va la muy cabrona, pero el amor se queda".
Desafiantes, también, decenas de organizaciones
católicas decidieron romper el cerco jerárquico contra el
condón. Una de las ofrendas más vistosas fue la de Católicas
por el Derecho a Decidir que instaló una enorme trajinera con flores
de cempasúchil, gladiolas y garra de león que decían:
"Para católicos/as condones por la vida". Un cartel subrayaba: "¡Prohibir
el condón es condenar a muerte por sida a millones de seres humanos!".
Otra organización de adscripción religiosa,
Grupo de Jesús, expuso una serie de féretros de cartón
que decían "Aquí yace el rencor", "1982-1992. Ignorancia",
"Prejuicios RIP", "Apatía RIP" y "Culpa, porque aún cuando
pude evitarlo no lo hice o no quise hacerlo, porque pude contagiar a alguien
más". Génesis, otra agrupación de autoapoyo, hacía
proclamas para vencer los prejuicios en su sencilla ofrenda con flores,
frijoles negros, maíz y aserrín.
También la Iglesia de la Comunidad Metropolitana,
que se ha caracterizado por su apoyo a las personas seropositivas y a la
iniciativa de sociedades de convivencia en el Distrito Federal, instaló
su ofrenda. Llamaba a la fidelidad, pero sus voluntarios repartían
trípticos que argumentan en favor del condón, porque "es
lo único que ha comprobado su eficacia".
Las calacas posadianas abundaban. Una enorme de USDAC,
"La cultura contra el sida", portaba su lazo rojo. Generaciones en Lucha
contra el Sida AC (Genlusida) instaló varias calacas de papel con
su lema "Saber es poder". El Instituto de la Mujer del Distrito Federal
anunciaban que el próximo año lanzarán una campaña
en favor del uso del condón para amas de casa.
Los 41 y los 2 mil desplazados
El espíritu de Los 41, integrantes de la
famosa redada porifirista contra "gente bien" travestida, estuvo presente
en la Alameda. Un vestido sobreviviente de aquella época estaba
como testimonio de la intolerancia que cumple 100 años. La organización
www.los41.com anunciaba una velada próxima.
Más vivos, varios de los seropositivos desplazados
del Seguro Social instalaron un féretro en el espacio del Frenpavih.
''Es una protesta por los 2 mil desplazados que han dejado de recibir medicamentos'',
informaba un vocero de la organización. Un enorme cartel que parodiaba
al águila del IMSS -convertida en buitre en busca de carroña-
decía: Levimss.
Las organizaciones más antiguas en la batalla contra
el sida coincidieron por su llamado a las medidas urgentes para frenar
el avance de la epidemia. Fueron los casos de la Fundación Mexicana
de Lucha contra el Sida, Ave de México, Albergues de México,
Grupo de Autoapoyo Casa de la Sal, Cappsida, organización médica
y de enfermería encargada de la atención, y La Manta de México.
El Censida, instancia oficial dependiente de la Secretaría de Salud,
participó como una asociación más.
Los voluntarios de la Clínica Condesa, creada para
la atención de personas seropositivas en la capital del país,
protestaban por la reciente destitución del doctor Aarón
Rangel como director del centro de salud.
Los bares no estaban presentes. Salvo el Cabaretito y
el restaurante Punto y Aparte, los grandes centros de consumo, de ligue
y de socialización del mundo gay no tomaron la Alameda.
En cambio, otras organizaciones nuevas como el Látex
Club, el Diarq, la Fundación Amor y Dignidad y Concien-Sida se conjuntaron
en una jornada que proclamó también a los muertos de todos:
"no es más que un hasta luego. No es más que un breve adiós".