No someterlos a la justicia civil hace pensar que "se quiso manipular el proceso"

El juicio por la vía militar a Quirós y Acosta despierta sospechas: CEM

Abelardo Alvarado afirma que no todos están de acuerdo con las penas impuestas a los generales

La condena le quita "un grado de confiabilidad" al Ejército Mexicano, señala Felipe Arizmendi

ALMA E. MUÑOZ Y ELIO HENRIQUEZ REPORTERA Y CORRESPONSAL

El secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Abelardo Alvarado, consideró que haber sometido a la justicia militar, en vez de la civil, a los generales Mario Arturo Acosta Chaparro y Francisco Quirós Hermosillo "va a dejar siempre la sospecha de que se quiso, de alguna forma, manipular el juicio en su contra".

No obstante, el prelado reconoció el hecho de que que se les impusieran sanciones por sus vínculos con el narcotráfico y próximamente se les juzgue por su participación en la llamada guerra sucia. Seguramente no todos, sostuvo, estarán de acuerdo con las penas impuestas; a algunos les parecerán pocos años, pero podemos catalogar el hecho como "el cumplimiento de una formalidad para dejar satisfecha a la opinión pública".

La verdad, agregó, es que la justicia "nunca va a ser clara mientras no haya leyes también claras. No sé cuáles sean las normas o criterios que se siguen en el ámbito militar, pero lo cierto es que es loable la apertura del juicio".

Al preguntarle si esta actitud no respondería a la intención del gobierno federal de evitar que el caso fuera ventilado en la Corte Penal Internacional, una vez que México ratifique este instrumento, el secretario general de la CEM sostuvo: "siempre hay segundas intenciones. Creo que el hecho mismo de que se les haya seguido un juicio militar y no civil va a dejar siempre la sospecha de que se quiso, de alguna forma, manipular el proceso. Simplemente -añadió el religioso Alvarado- se guardaron las formas, aunque el fondo del problema sigue en pie".

Mientras, en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, el obispo Felipe Arizmendi Esquivel consideró que la condena impuesta a los generales Quirós Hermosillo y Acosta Chaparro por sus nexos con el narcotráfico "le hace mucho daño al Ejército Mexicano y le quita un gran grado de confiabilidad" a la institución.

Entrevistado después de la misa que ayer ofició en el panteón local, comentó que el juicio a ambos militares debe ser una "llamada de atención no sólo para las bases castrenses, sino para toda la sociedad, porque todos estamos expuestos a la corrupción. Si alguien dice que no tiene pecados, que tire la primera piedra, y aquel que se escandalice es como un fariseo que no reconoce sus propias limitaciones".

Para el prelado, las sentencias impuestas a los generales "confirmaron lo que desde hace varios años el arzobispo de Oaxaca (Héctor González) declaró, en el sentido de que algunas personas del Ejército Mexicano estaban involucradas en actividades ilícitas".

El obispo Arizmendi Esquivel añadió que la condena "no nos espanta, puesto que el pecado original está en todas partes: en la Iglesia, en el Ejército, en los zapatistas, en los indígenas, en los profesionistas y en los gobernantes, y hemos de estar siempre vigilantes para no contagiarnos".

Finalmente lamentó el daño que la actuación de Acosta Chaparro y Quirós Hermosillo provocó en el Ejército, aunque no por ello deja de ser "una institución confiable". El perjuicio, sostuvo, es igual al que nosotros en la Iglesia sufrimos "cuando tenemos casos de sacerdotes u obispos que fallamos gravemente; nos dañan mucho".