"Es la única decisión sensata
para evitar que se derrame sangre en exceso", dicen
Cesar la guerra en el Cáucaso, claman los rehenes
del comando checheno
Putin cancela su asistencia a la cumbre de APEC; ordena
privilegiar la vía negociadora
JUAN PABLO DUCH CORRESPONSAL
Moscu, Viernes 25 de octubre. Hora con hora la
tensión crece en esta capital al fracasar cada intento de negociar
con los plagiarios, mientras continúa el calvario de los rehenes,
al menos 700 personas, según las estimaciones más recientes
de la policía local, quienes permanecen recluidas en el teatro tomado
la noche del pasado miércoles por un comando checheno.
Aunque no se confirmó que hayan fijado algún
plazo concreto para que se cumplan sus demandas, los separatistas aseguran
estar dispuestos a morir y amenazan con hacer volar el edificio repleto
de explosivos si el Kremlin no retira sus tropas de Chechenia y cesa la
guerra en esa república caucásica, que sigue siendo la principal
exigencia del medio centenar de combatientes suicidas bajo el mando
de Movsar Barayev.
Parece
un duro golpe del destino que Vladimir Putin, en mucho, deba su elección
como presidente al efecto mediático generado por el inicio de la
llamada campaña antiterrorista en Chechenia en octubre de 1999,
y ahora esa misma guerra sea la causa del peor momento desde que despacha
en el Kremlin.
Y no sólo porque lleva tres años sin saber
cómo terminar esa guerra inútil. La toma masiva de rehenes
en plena capital de Rusia, algo que muchos moscovitas simplemente no acaban
de entender cómo es posible, sitúa a Putin frente a un dilema
ineludible y muy desgastante para él en términos de imagen,
cualquiera que sea la decisión que adopte.
Atado de manos, el mandatario ruso tiene que optar entre
aceptar las condiciones de los separatistas, lo que sería interpretado
como muestra de debilidad política y señal para desencadenar
secuestros a lo largo y ancho del país y, en caso de rechazar sus
exigencias, ordenar el asalto del teatro por unidades de elite para liberar
a los rehenes, lo cual pondría en serio peligro la vida de cientos
de civiles indefensos.
Suspende el presidente ruso compromisos en el exterior
La posibilidad de que, incluso sin comenzar una operación
de rescate, pudieran morir todos los rehenes, si los secuestradores resuelven
inmolarse con los explosivos, determinó que Putin cancelara todos
sus compromisos internacionales, incluida su participación en la
cumbre del Mecanismo de Cooperación Económica Asia Pacífico
(APEC) en Los Cabos y la posterior visita oficial a México de un
día de duración, prevista para el lunes próximo.
Los rehenes, en un desesperado mensaje, demandan a Putin
que "detenga las acciones militares en Chechenia; es la única decisión
sensata para evitar que se derrame sangre en exceso".
Agregan: "nuestras vidas están en sus manos. Hasta
ayer veíamos desde aquí abajo cómo usted decidía
ahí arriba todo, pero hoy nosotros somos los que estamos atrapados
en un asunto de vida o muerte".
Sin hacer mención de este mensaje, en sus primeras
declaraciones públicas desde que comenzó el drama, Putin
afirmó que la prioridad es "garantizar la seguridad de los rehenes",
y dio instrucciones de privilegiar la vía negociadora.
Hasta el momento los distintos emisarios del Kremlin han
topado con la intransigencia del jefe del comando checheno, quien rehúsa
escuchar oferta alguna, salvo que el Kremlin aceptó ya retirar "sus
tropas de ocupación".
A la vez, el mandatario ruso dio a entender que no cederá
ante ningún tipo de chantaje de Barayev, y expresó que los
"mismos criminales que durante años aterrorizaron a Chechenia ahora
exigen el cese de las acciones militares".
Putin insiste en la línea de equiparar el separatismo
checheno con el terrorismo internacional. Sin pretender ser convincente,
acusa: "la primera información de los terroristas vino de fuera,
y ello prueba que la toma de rehenes se planeó y organizó
desde el exterior, por uno de los centros del terrorismo internacional".
El titular del Kremlin quizá tenía en cuenta,
aunque el argumento es dudoso, un mensaje grabado por algunos de los secuestradores,
que difundió la misma noche del miércoles la televisora qatarí
Al Jazeera.
En la videocinta se puede ver a uno de los secuestradores
cuando asevera: "cada uno de nosotros está dispuesto a sacrificarse
por Alá y la independencia de Chechenia. Nosotros aspiramos más
a la muerte de lo que ustedes aspiran a la vida". Lo único que prueba
el fragmento, sin lugar a dudas, es que los miembros del comando se prepararon
con tiempo.
Entretanto, Serguei Ignatchenko, vocero del Servicio Federal
de Seguridad (FSB), la dependencia sucesora del KGB, informó que
los secuestradores retienen a casi 700 rehenes, 75 de ellos extranjeros,
entre estadunidenses, británicos, holandeses, australianos, alemanes
y austriacos. Hasta el momento sólo ha sido posible identificar
a 25, que esperan ser liberados como prometieron los chechenos.
El mismo funcionario dio a conocer que una mujer de unos
20 años murió de un balazo en el pecho, aunque no pudo precisar
cuándo ocurrió el deceso. Una versión señala
que la mujer cayó abatida minutos después de que los chechenos
irrumpieran en el teatro y, aparentemente, tuvo un fuerte altercado verbal
con una mujer chechena, que le habría disparado a quemarropa. Otra
versión refirió que fue abatida por los rebeldes al intentar
huir; dos mujeres habrían logrado escapar. Los secuestradores permitieron
hoy sacar el cadáver.
Hacia las cuatro de la mañana de este viernes por
primera vez un equipo de televisión fue autorizado a entrar en el
teatro, junto con varios médicos. Así se difundieron las
primeras imágenes del jefe del comando checheno y de otros cinco
integrantes, entre ellos dos mujeres que portaban armas. Ninguno quiso
hacer declaraciones frente a la cámara.
Los periodistas del canal NTV no pudieron ver a los rehenes,
pero supieron por los médicos que fueron agrupados en distintas
partes del edificio, separando a rusos, mujeres, niños y extranjeros.
Se desconoce con qué finalidad.
Al salir del teatro, uno de los médicos comentó
que, dentro de lo que cabe en una situación de cautiverio como la
que padecen, los rehenes están bien, aunque un hombre presenta un
cuadro agudo de diabetes.
Más tarde, NTV informó que dos mujeres fueron
liberadas, pero la misma televisora subrayó que esta versión
no fue confirmada oficialmente ni dio precisiones sobre las razones por
las que recuperaron su libertad.