El ministro de Defensa advierte que dimitirá
si no se aplican las leyes
La demolición de una colonia judía causa
divisiones en el gobierno israelí
Ariel Sharon aprueba el retiro del ejército de
la ciudad cisjordana de Hebrón
REUTERS, DPA Y AFP
Jerusalen,
20 de octubre. El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, aprobó
hoy la retirada parcial del ejército de la ciudad cisjordana de
Hebrón, al tiempo que el violento desmantelamiento de un asentamiento
judío cerca de Nablus, en el que resultaron heridas unas 50 personas,
provocó divisiones en el gobierno israelí.
Sharon y su ministro de Defensa, Benjamin Ben Eliezer,
acordaron el retiro de Hebrón en las próximas horas, aunque
las tropas permanecerán en dos barrios para custodiar los enclaves
judíos de Nablus. Ben Eliezer aseguró a la prensa que Israel
está interesado no sólo en toques de queda, sino también
en abandonar localidades que ya estén "tranquilas y bajo control".
El anuncio de retiro de tropas se realiza en momentos
en que el enviado de Estados Unidos para Medio Oriente, William Burns,
se apresta a conversar la próxima semana, con autoridades israelíes
y palestinas, aunque no con el presidente Yasser Arafat, quien sin embargo
aceptó la reunión con sus políticos.
Arafat dijo hoy que para él no es tan importante
hablar con el enviado estadunidense, que este domingo llegó a Arabia
Saudita. "No tengo necesidad de hacerlo." En cambio, pidió al presidente
de Francia, Jacques Chirac, que realice esfuerzos en la Organización
de Naciones Unidas "para obligar a Israel a detener su agresión
contra los palestinos".
En un mensaje dirigido a Chirac, advirtió de la
"existencia de un plan israelí para aprovechar la preocupación
mundial por un posible ataque a Irak con el objetivo de imponer un dominio
total sobre los territorios palestinos, apartar por la fuerza o liquidar
a la dirección palestina e imponer una nueva".
Por otro lado, el ejército salió este domingo
de la colonia judía no autorizada de Havat Gilad, tras enfrentamientos
con sus moradores que dejaron nueve soldados y 40 colonos heridos.
Los colonos lograron permanecer en el enclave ilegal.
Antes de partir, los soldados, que desde el sábado intentaban desmantelar
la colonia, destruyeron las estructuras instaladas para vivienda y la construcción
de una sinagoga. El caso suscitó tensión entre los ministros
del gobierno.
Políticos de derecha pidieron la dimisión
de Ben Eliezer por considerar que esta acción violó el tradicional
descanso del sabbath. El ministro de Defensa reconoció que los autobuses
con los soldados y los policías viajaron a Havat Gilad antes de
que finalizara el sabbath, pero, agregó, él no dio la orden
para que actuaran ese día.
Pero Eliezer habló de una "peligrosa rebelión"
de los colonos, y advirtió que no se quedará en el gobierno
si éste no apoya el derecho y el orden.
Efrain Aitam, presidente del Partido Nacional Religioso
y ministro de Infraestructura, tachó a Ben Eliezer de "mentiroso".
Ese y otros partidos ultraortodoxos de la coalición anunciaron que
conversan sobre su futura permanencia en el gobierno.
La oficina de Sharon criticó la actuación
de los colonos, pero también expresó su condena por la violación
del sabbath. Aunque Sharon se había pronunciado en favor de colonizar
los territorios palestinos, ahora afirma que no se pueden permitir enclaves
que no sean autorizados.