Se actuó con prudencia: Ebrard
Ocupantes de los predios Toltenco, La Noria y Amalacachico, desalojados el viernes, señalan a Virginia e Israel Guzmán Ruiz, Matías Rodríguez Pantoja y otros miembros de la familia Pantoja, entre quienes les vendieron lotes.
La mayoría de ellos tiene contratos de compraventa suscritos al depositar la mitad del valor del terreno adquirido -entre 80 y 150 mil pesos-, que pagaban en mensualidades. A 24 horas del desalojo, recibieron con descontento a uno de los Pantoja, que fue para asegurarles que el problema se iba a arreglar porque "sus papeles son legales". Sin embargo, uno de los afectados gritó: "šYa no nos sigan lavando el coco y den la cara!", en respuesta, el fraccionador se retiró con sus acompañantes en una camioneta pick up blanca.
Acudió también el diputado federal perredista Elías Martínez, quien dijo que habría una reunión el martes próximo entre vecinos y autoridades del gobierno local. En tanto, se analiza instalar un albergue temporal para las familias que no tienen dónde ir. Los desalojados pernoctaron allí, protegidos apenas por plásticos, y por la mañana de ayer, tras un frugal desayuno comenzaron a levantar un censo y a cuantificar las pérdidas. Algunos manifestaron temor de hablar de quienes les vendieron los terrenos, ya que, dijeron, se encuentran amenazados de muerte.
En tanto, el secretario de Seguridad Pública, Marcelo Ebrard, aseguró que los predios desalojados se habían convertido en "un reducto de la delincuencia" y pidió a la procuraduría capitalina la búsqueda de más personas relacionadas con la venta de terrenos. Informó que entre los detenidos hay por lo menos dos líderes de los asentamientos, quienes enfrentaron a los policías incluso con la intención de ocasionar muertes para evitar el desalojo. "No se electrifica una malla en una zona de canales si no se está buscando algo así", explicó. Además, se encontraron 77 bombas molotov, una pistola, machetes y cuchillos.
Ebrard sostuvo que la policía actuó con prudencia ante la provocación de los desalojados; de lo contrario, "quién sabe qué estaríamos hoy lamentando". Sobre los abusos de granaderos, como agresiones a colonos y saqueos de viviendas y tiendas, que observaron visitadores adjuntos de la Comisión de Derechos Humanos del DF, sólo reconoció dos situaciones en que los policías se excedieron: al golpear a reporteros y al quitarle a un camarógrafo un videocasete. "Yo creo que si se llevaron unas papitas es un exceso, pero también debe preocuparse la comisión de que cuatro granaderos casi mueren electrocutados. ƑO qué, son más importantes unas papitas que cuatro vidas?" Pidió al ombudsman "ponderación y objetividad, porque de otra manera lo único que se promueve es una visión parcial en contra de la acción de la autoridad". MIRNA SERVIN Y ANGEL BOLAÑOS