"ƑPor qué hasta ahora?"
A un lado del canal de la Ciénega, debajo de las torres de alta tensión cercanas al predio Amalacachico, Juana Rojas custodiaba sus muebles, tras ser desalojada del lugar donde construia su casa. Junto, en una lámina amarilla, se lee: "Propietarios Afiliados. Fuerza Xochimilco 2000, AC. Juntos por una vida digna. PRD".
Llegó hace 18 años de Tenango del Aire, estado de México. El terreno le costó 120 mil pesos y apenas el año pasado terminó de pagarlo, gracias a su trabajo de empleada doméstica y vendedora ambulante de cosméticos y bisutería.
Dice que en la delegación y en el Registro de Tierras le informaron que la señora Guadalupe Pantoja, quien le vendió el terreno, era la legítima propietaria.
Hace dos años comenzó a construir, asegura, y "la delegación pudo venir a clausurar desde antes. ƑPor qué hasta ahora?" Su hijo mayor, en tanto, recupera plásticos para improvisar una casa que ahora será de nailon.
Amalacachico parecía una "zona de enfrentamiento". Al menos así lo observaron los visitadores de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, quienes acudieron a las colonias Toltenco y Tultenco para tomar constancia de la situación después del desalojo.
Allí recogieron testimonios de personas que lograron evadir los retenes policiacos y llegar a su casa para rescatar lo que quedaba de sus bienes. "Vengan para que les toquen unos madrazos", amenazó a los visitadores un policía, aprovechando el anonimato, entre un grupo de más de 10 uniformados. ANGEL BOLAÑOS