Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 5 de octubre de 2002
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Política
Isidore borró parte de Champotón, informa Josefina Vázquez Mota

Declaran zonas de desastre 96 municipios de Campeche y Yucatán; acechan las epidemias

La titular de Sedeso reconoce que hubo falta de atención inmediata a campechanos

El gobierno federal declaró ayer zonas de desastre 11 municipios de Campeche y 85 de Yucatán, afectados por el huracán Isidore. En tanto, la Secretaría de Salud advirtió sobre el riesgo de que en la primera entidad proliferen enfermedades como dengue, paludismo y cólera en 209 localidades, donde habitan unas cien mil personas.

Por otra parte, la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), Josefina Vázquez Mota, presentó un informe de la situación en Campeche. Enfatizó la desaparición de una parte del municipio de Champotón y la afectación, al ciento por ciento, para 80 mil productores.

Entrevistada por Joaquín López Dóriga, Vázquez Mota reconoció que la situación se agudizó por falta de atención inmediata para los pobladores, al grado de que el gobierno federal solicita velas como apoyo para los damnificados.

Adelantó que debido a las inundaciones reubicarán un "importante número de familias", a pesar de la resistencia de algunas, que temen perder todas sus pertenencias, sobre todo porque el río Champotón sigue desbordado -afecta a seis comunidades- y el Centro Estatal de Emergencias alerta sobre el cauce del río Candelaria, con riesgo para 11 ejidos del municipio con este nombre.

Como adelantó el jueves, Vázquez Mota confirmó el envío de 200 elementos más del Ejército Mexicano a la zona para que, junto con la Armada, atiendan la urgencia mayor: dotación de agua potable, no obstante que los ejidatarios exigen también electricidad, abasto alimentario, servicios sanitarios, vivienda, apoyo por pérdida de cosechas y drenar los lugares inundados.

Habló sobre el abastecimiento a la red de tiendas Diconsa y el envío de velas mientras se restablece la energía eléctrica, debido a que "hace varias noches muchas de las comunidades están totalmente a oscuras. Ese es uno de los donativos que ahora estamos solicitando".

Aclaró que no se puede reactivar la energía mientras haya inundaciones porque existe el riesgo de "poner en peligro vidas humanas". Sostuvo que se establecieron enlaces entre las comisiones Federal de Electricidad y Nacional del Agua, así como Petróleos Mexicanos.

Subrayó que ahora sí hay un trabajo cercano con el gobernador de Campeche, José Antonio González Curi, y los alcaldes de la entidad. Junto con otras dependencias federales se están levantando inventarios de daños en avicultura, abasto y vivienda (un primer conteo señala 6 mil 800 afectadas en 11 municipios).

Ayer comenzó la distribución de láminas de zinc para las familias que desde hace 12 días estaban sin atención, aparte de los 80 mil productores afectados en su totalidad por el huracán.

Vázquez Mota constató que en algunos ejidos de Campeche "nadie había llegado" a brindar ayuda, como denunciaron las víctimas de Isidore al presidente Vicente Fox el miércoles pasado.

No obstante, en los municipios de Champotón, Candelaria, Hecelchakán, Carmen, Hopelchén y Campeche operan 17 albergues, donde permanecen unos mil 100 damnificados.

En tanto, la Secretaría de Salud estatal alertó sobre el riesgo de la proliferación de enfermedades como dengue, paludismo y cólera en 209 localidades donde habitan unas 100 mil personas, por lo que la dependencia incrementó las brigadas médicas.

La atención principal, sostuvo el subdirector de Salud Pública, Julián Saldívar Báez, se centra en las 54 comunidades a las que no se puede llegar por tierra debido a las severas inundaciones.

Allí se incrementaron las enfermedades respiratorias e intestinales, así como las micosis. Antes de las inundaciones, en la entidad había 252 casos de dengue reportados oficialmente, de los cuales ocho son hemorrágicos.

En la ciudad de México, la titular de la Secretaría de la Reforma Agraria, María Teresa Herrera Tello, señaló que por las inundaciones en el sureste se perdió documentación, por lo cual el Registro Agrario Nacional y la Procuraduría Agraria instrumentaron un programa de emergencia para la reposición de títulos y certificados para los ejidatarios y comuneros afectados.

Agregó que existen "cientos de núcleos agrarios" con pérdidas totales, por lo cual se encuentran en estado de emergencia. La situación, precisó, se agudiza en 42 municipios de Yucatán, donde la afectación es casi total en los cultivos, particularmente de maíz y cítricos. En Mérida, tan sólo, se atiende a 183 núcleos agrarios, con 38 mil 988 campesinos, mientras en Tekax, atienden a 192, con unos 150 mil habitantes incomunicados.

Ayer por la mañana se instaló en Yucatán el Consejo Estatal de Fomento a la Vivienda, que coordinará los esfuerzos de los tres órganos de gobierno, empresarios y sociedad par edificar y rehabilitar casas afectadas. Según la Sedeso, de 410 mil 775 inmuebles, 83 mil 387 sufrieron alguna contingencia. En 37 por ciento la pérdida es total, y 26 por ciento presenta daños mayores. Aparte de los mil 900 millones de pesos que dispuso el Ejecutivo federal para atender esta problemática, el Infonavit invertirá 450 millones tan sólo en este estado.

En la ciudad de México, la Secretaría de Gobernación editó un número vespertino extra del Diario Oficial de la Federación para anunciar que 11 municipios de Campeche y 85 de Yucatán fueron declarados zonas de desastre.

Antes, el Sistema Nacional de Protección Civil, de la misma dependencia, previó que las zonas centro y sur del territorio nacional y la península de Yucatán continúen registrando precipitaciones con intensidad variable estos dos días, debido a la persistencia de aires tropicales provenientes del Pacífico y del mar Caribe. Por la magnitud de las lluvias no se descartan "encharcamientos", principalmente en zonas urbanas de Chiapas, Oaxaca y Tabasco.

CON INFORMACION DE RENATO DAVALOS, LORENZO CHIM, CORRESPONSAL, Y ALMA E. MUÑOZ


En estado de desastre, 80% de la entidad

Epidemias amenazan a damnificados de Yucatán

Soportó la casta divina el huracán en hoteles de lujo

JENARO VILLAMIL ENVIADO

Merida, Yucatan, 4 de octubre. A 14 días de que el huracán Isidore dejara una estela de destrucción en Yucatán y después de tres giras presidenciales que han culminado en promesas de apoyos extraordinarios por 4 mil 600 millones de pesos para esta entidad, especialistas en materia de desastres ubican seis grandes riesgos en los próximos días: las epidemias vía cadáveres de animales muertos y aguas contaminadas; la falta de agua, tanto urbana como rural por falta de electricidad para bombeo; deficiencias en el abasto de despensas que aún no llegan a los rincones geográficos, aunque el gobierno local insiste en que se han repartido más de 300 mil; una organización social que no se ha canalizado a labores de limpieza, reconstrucción, atención sanitaria y reparto de víveres; la merma del ingreso diario después de que se han perdido más de 70 mil empleos, y el riesgo del olvido nacional que permitirían nuevos abusos y el debilitamiento de programas de apoyo.

Estos seis riesgos, consideran los sectores consultados, ya están presentes en la mayoría de los 87 municipios considerados como zonas de desastre, en donde han sido afectadas poco más de 400 mil personas, es decir, la tercera parte del total de habitantes de Yucatán. La entidad cuenta con 105 municipios, lo cual significa que 80 por ciento de ellos están considerados en estado de desastre.

En estos 87 municipios las pérdidas para las actividades porcícolas ascienden a 334 millones; en materia avícola, la pérdida es de 400 millones; en agricultura, se calcula que puede rebasar los mil millones de pesos; en apicultura rebasa los 200 millones de pesos, y en pesca se calculan pérdidas de más de 300 millones. Estos sectores daban empleo a 90 por ciento de la población afectada. El gobierno federal ha anunciado créditos a fondo perdido por sólo 621 millones de pesos. Avicultures y porcicultores han expresado que el monto es insuficiente.

Una buena parte de los 4 mil 600 millones de pesos anunciados se destinará a la reconstrucción de 83 mil viviendas que fueron afectadas por el huracán. El gobierno federal anunció mil 900 millones de pesos para este sector. La gran duda es si los principales afectados, familias con muy escasos recursos, tendrán la mínima capacidad para comprometerse a pagar un crédito.

La alerta por las epidemias

De los seis riesgos, el de mayor preocupación es el brote de epidemias ante la falta de agua potable, de electricidad, de medicamentos y la muerte de miles de animales. Hasta el 3 de octubre, las brigadas de salud habían recogido 383 mil kilogramos de carne descompuesta o en mal estado en los mercados. Tan sólo en 240 granjas porcícolas murieron 70 mil cerdos.

Según el secretario de Salud yucateco, José Pereira Carcaño, del total de las consultas que se han otorgado después del paso del huracán, 43.8 por ciento corresponde a enfermedades respiratorias; 12.3 por ciento son por enfermedades diarreicas; 3.5 por enfermedades, de la piel; 2.5 por ciento por traumatismos; y 0.5 por ciento por conjuntivitis.

La peor amenaza es el dengue. Para combatirlo se han repartido alrededor de 2 mil 100 litros de insecticida y 50 toneladas de larvicida, que representan apenas 50 por ciento de lo que se requiere en los 87 municipios y más de 700 comunidades en riesgo de vivir brotes de dengue. El periódico local Por Esto! publicó el 2 de octubre que un niño murió el viernes pasado por dengue hemorrágico en el municipio de Tinum. El menor José Laureano Caamal Uicab llegó a un hospital de Sisal con todos los síntomas de esta enfermedad. Como este caso, muchos otros se pueden multiplicar.

La falta de agua potable es sin duda uno de los principales factores en el brote de las epidemias. Carlos Rojas Morales, gerente regional de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), indicó que 60 por ciento de los sistemas de agua potable de los 87 municipios no se ha restablecido. En los distintos municipios recorridos el reclamo principal de los damnificados es la entrega de agua.

Incluso en la propia capital yucateca, en Mérida, hay decenas de colonias que no cuentan con agua potable ni luz eléctrica ni techo. Son los casos, por ejemplo, de San Antonio Xluch III, Emiliano Zapata Sur II y San José Tecoh II. En ellas, 250 familias están afectadas.

Algunos grupos de filantropía, como la Fundación Telmex, ha orientado su ayuda al reparto de botes de litro y medio de agua en el territorio. Diariamente, por lo menos cuatro helicópteros de la empresa recorren las zonas afectadas para repartir agua embotellada. Hasta ahora, informó el organismo, se han repartido 40 mil litros de agua. En todo el país se le solicitó a cada uno de los telefonistas la donación de 1 litro y medio, mínimo, para llevar a los municipios afectados.

El agua no llegará mientras más de 30 por ciento de los municipios no cuenten con servicio de energía eléctrica. El huracán derribó más de 5 mil postes y dañó severamente la infraestructura de la Comisión Federal de Electricidad, que trasladado 140 plantas portátiles, emergentes, pero no ha podido lograr la recuperación de la energía.

El gobierno del estado informó que a 10 días del huracán recibió mil 533 toneladas de víveres en distintos centros de acopio. Durante este lapso se han elaborado 320 mil 429 despensas y se han repartido 307 mil 975 en los 87 municipios afectados.

Sin embargo, la queja generalizada es contra los alcaldes, tanto priístas como panistas, que no han logrado repartir en forma adecuada estas despensas. En algunos sitios como Motul, tal como informó La Jornada, la situación ha hecho crisis. Otros municipios han protestado, incluso frente al Presidente de la República, por lo que se considera el germen de abusos contra la población.

Otras organizaciones filantrópicas como Cáritas y la Cruz Roja han logrado distribuir hasta sitios muy apartados que ni la autoridad local ha sido capaz de penetrar.

La débil organización social

Más difícil de medir y de considerar es la debilidad de la sociedad yucateca, inexperta en situaciones de desastre de las dimensiones ocasionada por Isidore, con una escasa o nula cultura de protección civil y fuertemente polarizada, después de las contiendas políticas entre el Partido Revolucionario Institucional y el Partido Acción Nacional, y de expresiones de clasismo y de racismo que han dominado en los años recientes.

"La sociedad civil aún no ha nacido en Yucatán", subraya un ex alcalde priísta que critica a la gente pudiente de la entidad que prefirió pasar el huracán en las suites de los grandes hoteles de Mérida, como el Hyatt o el Fiesta Americana, antes que sufrir penurias en sus mansiones.

Otro ejemplo claro de la débil organización social es la ausencia de comités o de grupos civiles dedicados a la reconstrucción, labores de limpieza o atención sanitaria. Las quejas son comunes, pero la participación es mínima. Prácticamente sólo las redes y los clubes sociales tradicionales de filantropía se dedican a labores de apoyo.

La fuerte polarización se observa en los medios escritos de la entidad. Prácticamente cada uno presenta una versión de los hechos radicalmente diferente al contrario. Uno defiende a la autoridad estatal y a la municipal de Mérida, ambas de origen panista, y el otro desacredita todo lo que provenga de Acción Nacional. Los yucatecos, en medio de la tragedia, más que informarse y organizarse, viven un nuevo capítulo de la polarización social, económica y ahora como damnificados del peor desastre de su historia.


Después de Isidore, se aproxima un huracán político, se comenta en círculos locales

Mérida se recupera en medio de las diferencias entre la alcaldesa y el gobernador de Yucatán

Oídos sordos al llamado presidencial a la unidad de los yucatecos ante la devastación

LUIS A. BOFFIL GOMEZ Y VICTOR RUIZ ARRAZOLA CORRESPONSALES

Mientras el gobierno federal pidió unidad entre los yucatecos después de que el hucarán Isidore devastó gran parte de la entidad, el jefe del Ejecutivo estatal, Patricio Patrón Laviada, y la alcaldesa de Mérida, Ana Rosa Payán Cervera, ambos panistas, dejan aflorar sus diferencias personales y políticas en medio de las tareas de reconstrucción. "Ahora se aproxima un huracán político", se comenta en los círculos locales.

Todo comenzó el pasado miércoles 25 de septiembre -tres días después de que el fenómeno meteorológico golpeó la península-, cuando Payán Cervera, Patrón Laviada y la secretaria de Desarrollo Social, Josefina Vázquez Mota, recorrían colonias de Mérida y, posteriormente, visitaron la comunidad rural de Yaxnic, también en la capital yucateca.

El gobernador, después de dialogar con vecinos y pedirles calma, observó un puesto de comida y antojitos. Sin pensarlo, pidió una orden de tacos y prácticamente los devoró. Vázquez Mota se le acercó y bromeó con él: "Qué pasó, mi gober..., no dispara ni un taco".

Sin inmutarse, Patrón Laviada ordenó al dependiente: "Dale un taco a la funcionaria". La alcaldesa Ana Rosa Payán observaba la escena y sonrió. Nadie la invitó. Para no ser menos, también se comió una torta. Patrón Laviada justificaría su proceder más adelante. "Me moría de hambre".

La comitiva se dirigió a Yaxnic y al final del acto, frente a las carencias de la gente y la devastación, la ex senadora panista esperó un gesto comprometido del mandatario. Patrón Laviada subrayó: "Vamos a apoyar a la alcaldesa, pero con nuestras bendiciones".

Payán apuró el paso y masculló: "desgraciado". Algunos medios informativos que estaban cerca de la alcaldesa presenciaron el gesto de coraje contenido. La aparente broma de Patrón, quien fue proyectado políticamente por aquélla, fue la gota que derramó el vaso. De allí para adelante; ambas autoridades gubernamentales sólo se ven de lejos.

Recientemente, durante la pasada gira que hizo por Yucatán en los últimos 10 días, el presidente Vicente Fox alabó el trabajo en Mérida. "Hace unos días la ciudad estaba destrozada, ahora da gusto verla nuevamente de pie". Payán Cervera dejó escapar una sonrisa de satisfacción. Patrón Laviada guardó silencio.

Y es que la dos veces edil -su primera gestión fue de 1990 a 1993- decidió apresurar la reconstrucción de Mérida y hasta con recursos propios. Las elecciones federales de 2003 importan mucho al PAN, que gobierna la capital del estado desde hace 12 años de manera ininterrumpida.

En primera instancia estimó en más de 300 millones de pesos los daños en Mérida y solicitó de manera formal respaldo de la Federación. Sin embargo, no ha tenido respuesta de su correligionario Patricio Patrón. Ante este panorama, Payán denunció veladamente que la administración no le ha suministrado un solo peso de recursos federales destinados para paliar el desastre natural. No mencionó el nombre de Patrón. No obstante, anunció que el ayuntamiento aplicará un programa de vivienda, con dinero propio, aunque tampoco menospreció la ayuda comprometida por Vicente Fox en ese rubro, que asciende a mil 900 millones de pesos.

Aun así, la alcaldesa ha sostenido reuniones privadas con Josefina Vázquez Mota, en las cuales participó también la diputada federal Silvia López Escoffié, quien ha manifestado su aspiración a ser presidenta municipal de Mérida. En las juntas con la funcionaria federal, la edil gestionó la entrega de recursos sin depender totalmente de la voluntad de Patrón Laviada, se comenta en corrillos políticos.

Por su parte, el gobernador tampoco toma mucho en cuenta a su ex "madrina política". Durante las recientes reuniones de evaluación, Payán Cervera no ha sido invitada. La disculpa es que "hay mucho trabajo".

Lo cierto es que la capital de Yucatán se ha recuperado parcialmente del azote de Isidore. Hay energía eléctrica en por lo menos 75 por ciento de los hogares; 90 por ciento de agua potable; casi la totalidad de la red telefónica reparada, y los apoyos fluyen. La semana pasada, Ana Rosa Payán consiguió que la delegación Miguel Hidalgo, de la ciudad de México, enviara personal y maquinaria de Protección Civil que ha sido de gran ayuda para la restauración de Mérida.

Empero, la zona sur de la ciudad es el "lunar". Más de 50 mil personas carecen de servicios básicos, mientras que el norte -la región adinerada- casi ya tiene de todo. Payán Cervera y Patrón Laviada niegan enfrentamientos y menos la politización de los apoyos federales. "Hay diferencias, pero tratamos de ayudarnos", señaló hoy la edil.

-¿Ya le ofreció el gobernador algo más que oraciones?

-No, pero es válido que todos oremos -respondió sarcásticamente.

Por su parte, Patrón Laviada subrayó a manera de advertencia, hoy, que los apoyos "serán parejos para todos, y al que no le guste que se rasque con sus propias uñas".

Desalojos en el Istmo de Tehuantepec ante amenaza de desbordamiento de un río

Héctor González Hernández, director de Protección Civil en Oaxaca, informó que unas 100 familias del municipio de San Francisco Ixhuatán, en la región del Istmo de Tehuantepec, fueron desalojadas de sus viviendas ante la amenaza de que el río Ostuta se desborde, ya que aumentó su cauce y nivel en grado crítico.

Añadió que ante las intensas lluvias que se registran en la costa y la sierra sur se abrieron 500 albergues que podrían utilizarse en el transcurso de la noche del viernes y sábado, ya que el pronóstico meteorológico indica que las precipitaciones se incrementarán en esas regiones oaxaqueñas.

Los damnificados de los municipios de San Francisco Ixhuatán y San Francisco del Mar, donde el pasado fin de semana se produjeron inundaciones, son atendidos por brigadas de la Secretaría de Salud, ya que niños y ancianos presentan enfermedades gastrointestinales y respiratorias, mientras que la mayoría de la población sufre de infecciones en piel, debido a que durante más de 10 días han tenido que caminar entre el agua y el lodo.

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