Anuncia Ibarretxe que levantará el veto
a Batasuna
No permitiré que la sociedad española
sea "arrastrada a una crisis": Aznar
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 30 de septiembre. El presidente del gobierno
español, el conservador José María Aznar, aseguró
hoy que no permitirá que "la sociedad española sea arrastrada
a una crisis por el desvarío de unos fanáticos", en alusión
a la propuesta lanzada el viernes pasado por el gobierno vasco de impulsar
una salida al conflicto en la región mediante un proyecto basado
en la "libre asociación y la soberanía compartida".
Esta propuesta podría ser votada en un referéndum
antes de tres años, cuando finalice la legislatura actual, consideró
este día el propio presidente vasco, el nacionalista moderado Juan
José Ibarretxe.
Más aún, anunció que levantará
este mes el veto que impuso a la suspendida Batasuna en cumplimiento de
sus promesas de campaña, mientras la coalición nacionalista
no condenara a ETA. El lehendakari incluirá a representantes
de la formación abertzale en los encuentros con los partidos
para debatir su proyecto soberanista.
La
propuesta que presentó ante el Parlamento el lehendakari
vasco sigue siendo el centro del debate político entre Madrid y
el País Vasco, que se encuentra en uno de los picos de mayor tensión
en los últimos años. Una vez que Aznar y la oposición
socialista, apoyados por los autos judiciales del magistrado de la Audiencia
Nacional, Baltasar Garzón, pusieron en marcha el proceso para declarar
ilegal a Batasuna, la coalición de la izquierda nacionalista vasca
a la que se acusa de ser brazo político de ETA, la división
entre el gobierno vasco y la administración española se ahondó
hasta el punto de que Ibarretxe anunció la votación de un
nuevo marco de relación con España.
La iniciativa, que deberá estar redactada dentro
de 12 meses, prevé que el pueblo vasco decida "su propio futuro"
por la vía del referéndum. Esta idea, sin embargo, ha sido
duramente criticada por dirigentes políticos, jueces y medios de
comunicación españoles, que la califican de "disparate" que
pretende imponer un "régimen nacionalista excluyente" que conllevará
a una mayor confrontación civil.
El propio Aznar afirmó ante la directiva de su
formación, el derechista Partido Popular (PP), que "no habrá
ningún margen para la ruptura", pues "quieren romper con España,
pero primero tendrán que romper la convivencia de los vascos".
El gobernante consideró además que el Partido
Nacionalista Vasco (PNV, en el gobierno regional) "siempre ha querido proyectar
el conflicto en el resto de España", pero -advirtió- "el
gobierno actuará con seriedad, aplicando la ley sin aspavientos
pero sin complejos", en alusión a la Constitución y el estatuto
que desde 1979.
A su vez, el fiscal general del Estado, Jesús Cardenal,
sostuvo que el proyecto anunciado por el gobierno vasco para hacer de la
zona una nación asociada es inviable, porque "no es una previsión
que esté en la Constitución, pues ésta solamente se
puede reformar si hay un referéndum de todos los españoles"
y no sólo de una comunidad autónoma, señaló.
También el presidente del Tribunal Constitucional
español, Manuel Jiménez de Parga, aseguró que la libre
asociación "no encaja en la Constitución", y coincidió
con Cardenal en que sólo todos los españoles pueden cambiar
la ley fundamental del Estado.
Antes de la intervención de Aznar ante sus correligionarios,
el presidente vasco explicó a la emisora radiofónica Cadena
Ser que la votación del referéndum de autodeterminación
sólo se llevará a cabo "en ausencia de violencia" y antes
de que finalice la actual legislatura, es decir, antes de 2005. Para el
lehendakari es prioritario actualizar el modelo de convivencia entre
Euskadi y Madrid, ya que considera que así "no pueden vivir los
vascos". Ibarretxe explicó el pasado viernes, al lanzar su propuesta,
que la región se encuentra inmersa en un clima de violencia, protagonizado
por ETA, y a la vez afectada por un creciente autoritarismo y prácticas
excluyentes, de las que responsabilizó al gobierno de Aznar y a
algunas decisiones del juez Garzón, sobre todo la relativa a prohibir
manifestaciones e impedir la libre expresión y asociación
de una parte importante del País Vasco.
Ibarretxe explicó que de someterse a votación
la iniciativa se han fijado como meta superar el porcentaje de apoyo que
recibieron en su día la Constitución y el Estatuto en el
País Vasco, es decir, un 30 y un 53 por ciento, respectivamente.
"Este proyecto no está defendido por las fuerzas
nacionalistas, sino por ciudadanos que no pertenecen a esa ideología
pero que tenemos claro, en nuestra condición de vascos, que lo que
seamos en el futuro lo decidiremos nosotros. Tampoco voy a pedir permiso
a ETA para hacer política", añadió.
Al comentar la propuesta de Ibarretxe, el secretario general
de los nacionalistas catalanes de Convergencia i Unio, Josep Antoni Duran
Lleida, afirmó que tiene "muchos puntos de coincidencia" con su
propio proyecto para Cataluña, región que gobiernan desde
hace más de 20 años, por lo que la consideró "legítima
y respetable".
Por otra parte, mientras el ministro español del
Interior, Angel Acebes, sostuvo que ETA pasa por "uno de los momentos de
mayor debilidad", la Guardia Civil informaba haber detenido en San Sebastián
y en la localidad guipuzcona de Usurbil a tres presuntos colaboradores
de la organización armada, con lo que ya suman seis los detenidos
desde el pasado sábado.