BAJO LA LUPA
Alfredo Jalife-Rahme
¿Jihad de la OPEP contra el dólar?
Exodo de capitales sauditas de EU a Europa
El síndrome Enron y su tendencia general
¿Exigirá la OPEP que le paguen en euros?
ESTA RESULTANDO CORRECTA la hipótesis operativa de una subrepticia
"guerra financiera global" que no se atreve a pronunciar
su nombre, como demuestra el éxodo masivo de 200 mil millones de
dólares de capitales sauditas de Estados Unidos que se han refugiado
en las plazas europeas y han adoptado el euro en lugar del dólar,
según las sonoras filtraciones de Youssef Ibrahim a Roula Khalaf,
del Financial Times (20-08-02).
IBRAHIM, VETERANO COLUMNISTA de The New York
Times, forma parte del influyente Consejo de Relaciones Exteriores
(CFR, por sus siglas en inglés) y da a entender que la "tendencia",
es decir, mayor salida de capitales, podría acelerarse debido a
la temeraria multidemanda civil presentada en la corte del distrito de
Alejandría, Virginia (cerca del Pentágono), por 1.1 billones
de dólares, en nombre de los familiares de 900 víctimas de
las Torres Gemelas del World Trade Center (WTC) y contra tres príncipes
y una serie de bancos, empresas y fundaciones de Arabia Saudita, además
del gobierno de Sudán.
A PROPOSITO, ¿QUIEN defenderá a los
mexicanos originarios de Puebla fallecidos en el WTC? Estamos hablando
de verdaderas fortunas y esperemos que no sea la cancillería mexicana
en la etapa de Castañeda Gutman, porque seguro que se pierde deliberadamente
el caso.
LOS
SAUDITAS TODAVIA RETIENEN 600 mil millones de dólares en diversas
inversiones en Estados Unidos y su capital exilado en Europa representa
casi el doble de su PIB. La salida de la monumental cifra de 200 mil millones
de dólares (para ubicarnos: 142 por ciento del presupuesto y 20
veces las "inversiones extranjeras directas" de México) fue confirmada
a Arab News por un alto funcionario de la Agencia Monetaria de Arabia
Saudita (VOA News, 24-08-02, y Gaceta Saudita (21-08-02),
y reportó que el príncipe Abdulá bin Faisal, gobernador
de la Autoridad General de Inversiones, esperaba la repatriación
de las inversiones sauditas en el corto plazo, lo que constituiría
un severo golpe al "dolarcentrismo".
BAJO LA COARTADA DE colusión con Osama Bin
Laden y Al-Qaeda, los tres príncipes demandados son nada menos que
Sultan, ministro de Defensa; Turki Al-Faisal, ex jefe de Servicios de Inteligencia,
y su hermano, Mohamed Al-Faisal. Quienes asesoraron la demanda, ¿buscan
desmantelar la columna vertebral de "seguridad" del reino "wahabita"?,
o ¿desean intervenir en la sucesión, que puede ser tormentosa,
entre el príncipe heredero Abdalá, hoy con las riendas del
poder, y la facción del valetudinario rey Fahd, exilado entre Ginebra
y Marbella? ¿El monto de la multidemanda por 1.1 billones de dólares
sirve para justificar un probable embargo precautorio de los bienes sauditas
en Estados Unidos que cualquier juez "patriota" estaría dispuesto
a conceder?
QUIZA QUEDE MENOS CLARA la demanda contra el gobierno
de Sudán. Pero no tanto, si se toma en cuenta el proyecto de balcanización
medio-oriental de la jauría de ultrahalconazos y, en particular,
la fractura del superlativo país africano que posee pletóricos
yacimientos de petróleo (y gas) en la región secesionista
del sur (poblado por cristianos y "animistas"). Por la dedicatoria de los
acusados, tal parece que los abogados de las 900 víctimas del WTC
saben más de geopolítica que de leyes. ¿Se adelanta
Baby Bush a la captura geoestratégica de Sudán y sus
riquísimos yacimientos petroleros (y gaseros)? No es momento para
ahondar que la toma jurídica de Sudán golpea la geografía
de Egipto y Arabia Saudita por la retaguardia, y controla una de las costas
del vital mar Rojo, lo cual puede transformar la cartografía del
Cuerno de Africa. ¿Puede ser embargado Sudán en un tribunal
estadunidense como compensación por "daños de terrorismo"?
¡Claro!: como lo fue Egipto en el siglo XIX por las plazas financieras
de Londres y París. Siempre y cuando el tribunal de Alejandría
(Virginia) dé por válido todo el montaje hollywoodense de
presunta complicidad entre Sudán y las huestes de Al-Qaeda del yemenita-saudita
Osama. La más mínima presunción servirá de
evidencia absoluta para que un "patriota" juez de distrito otorgue el embargo
de toda una nación.
NO SERIA LA PRIMERA vez que Washington confisque
en forma precautoria los depósitos de sus ex aliados privilegiados,
como sucedió con los fondos del Sha de Irán, que permanecen
bajo custodia de la Secretaría del Tesoro estadunidense, después
de más de 22 años, para mejorar su colosal déficit
de cuenta corriente. Los banqueros de Estados Unidos tratan de subestimar
la fuga de capitales sauditas que colocan despectivamente en uno por ciento
del total de inversiones foráneas. El problema radica en que no
se trata de un fenómeno aislado, sino de una tendencia general propiciada
por el "síndrome Enron". Bueno, hasta el presidente Vladimir Putin
empieza a perder la confianza en el dólar y los bancos estatales
rusos prefieren los yuanes chinos (en lugar de los dólares) en sus
transacciones comerciales con China (Pravda 22-08-02).
EL MOTIVO DE LA FUGA de capitales sauditas radicados
en EU se debe a la creciente hostilidad de la jauría de ultrahalconazos,
concentrada en el eje Vicepresidencia-Secretaría de Defensa (el
cuarteto Cheney-Rumsfeld-Wolfowitz-Perle), mediante un explosivo reporte
de la Rand Corp. elaborado por Laurent Murawiec (colocado en el American
Enterprise Institute por Richard Perle, del Consejo de la Política
de Defensa) que pinta al reino "wahabita" como el "núcleo del mal".
La multidemanda fue la gota que derramó el vaso sobre las intenciones
de Baby Bush, quien tratará de disuadir de lo contrario al
embajador saudita en Estados Unidos, Bandar Bin Sultan, en próxima
reunión privada en su rancho de Crawford. La multidemanda ha ultrajado
doblemente al embajador Bandar, quien curiosamente es hijo del acusado
Ministro de Defensa y de una esclava de Sudán.
ANTES DEL 11 DE SEPTIEMBRE Arabia Saudita se había
convertido en el principal aliado de EU en el seno de la Organización
de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), donde varios de
sus miembros (v.g. Irak e Irán) habían propuesto cotizar
el barril del petróleo en euros en lugar de dólares. Pero
el 11 de septiembre, quien haya sido el instigador, trastocó las
variables de la geopolítica del petróleo (y el gas) al mismo
tiempo que desnudó la vulnerabilidad del dólar.
DESDE EL 11 DE SEPTIEMBRE la jauría de ultrahalconazos
del equipo Bush busca obscenamente la extinción de la OPEP, como
extensión natural del "choque (y cheque) de las civilizaciones"
del racista Samuel Huntington (aliado de Zbigniew Brzezinski y mentor de
Francis Fukuyama), quien ubica al Islam como su supremo enemigo. De los
11 miembros de la OPEP, nueve son islámicos a carta cabal. Nigeria
tiene una población mixta (una mayoría islámica y
una numerosa minoría cristiana), y Venezuela es el único
no islámico. El petróleo ha sido alcanzado por la guerra
teológica que libra el equipo Bush para resistir el declive inevitable
del "dolarcentrismo".
ESTADOS UNIDOS NO SOLO ha disminuido el intercambio
comercial con Arabia Saudita (las exportaciones se han visto mermadas 30
por ciento y sus importaciones 24 por ciento), sino que también
ha reducido las vitales importaciones de petróleo provenientes del
reino "wahabita", que representan menos de 8 por ciento del total (datos
del American Petroleum Institute). Por su parte, Arabia Saudita ha emprendido
un boicot de los productos estadunidenses, cuyo ejemplo puede cundir en
el mundo islámico de alrededor de mil 400 millones de fieles.
UN ALTO FUNCIONARIO QUE quiso guardar el anonimato
aseguró que Arabia Saudita estaría dispuesta a elevar la
producción petrolera en caso de un ataque estadunidense contra Irak
(VOA News 24-08-02). Es evidente que la política monetaria
y petrolera de Arabia Saudita se ha desacoplado de Estados Unidos y beneficia
a todas luces a la Unión Europea (con excepción de Gran Bretaña,
que tiene su propio juego geopolítico y petrolero), mientras que
el equipo Bush se encuentra confiado tanto en la operatividad del "condominio
gasero" que estableció con Rusia (la primera reserva de gas global),
como en el abastecimiento de la No-OPEP, en especial de México.
Pero lo más interesante consiste en que el reino "wahabita", primera
reserva petrolera global y principal productor de la OPEP, busca la estabilidad
en los precios, mientras el equipo Bush parece empujar el barril de petróleo
hacia una elevación considerable: sea mediante la guerra contra
Irak (segunda potencia de la OPEP), sea por conducto de la desestabilización
cacofónica y la balcanización de Arabia Saudita. Bajo la
hipótesis de la subrepticia "guerra financiera global", la última
gran jugada que le queda al equipo Bush radica en la elevación artificial
del petróleo para decapitar al euro, al yen nipón, al yuan
chino y a la rupia india, con el fin de detener el derrumbe del "dolarcentrismo".
PERO LO QUE PARECE sencillo en el papel no lo es
tanto en la práctica real y, por primera vez desde hace mucho tiempo,
para no decir siglos (se nota en el seno de la OPEP) cómo en el
mundo árabe en particular (y un tanto en el islámico) una
cohesión inesperada que, contra todos los vaticinios, ha empezado
a tomar conciencia de su capacidad de reacción que puede alcanzar
la dimensión de una Jihad del mundo islámico contra
el dólar. ¿Exigirá la OPEP el pago en euros? ¿Dónde
serán colocadas las divisas de la OPEP? ¿Cuál será
la réplica de la jauría de los ultrahalconazos? ¿Podrán
reconciliarse Teherán y Bagdad, que siguen manifestando en forma
absurda su profunda desconfianza mutua?
ARABIA SAUDITA HA SIDO condenada
a muerte por la "guerra preventiva" de Baby Bush, como expone sin
tapujos Arnaud de Borchgrave, tan cercano a la jauría de ultrahalconazos:
"Al ayudar a los enemigos de EU, los sauditas sembraron las semillas de
su propia destrucción" (NewsMax 23-08-02). No hay vuelta
atrás: el juego es mortal.