El ahora diputado federal Manuel Añorve
no entregó cuentas: ayuntamiento actual
Congelada, denuncia contra ex edil de Acapulco
Hasta el momento se le ha documentado un presunto fraude
por más de 8 millones de pesos
ENRIQUE MENDEZ
La demanda penal que, por peculado y desvío de
recursos del ramo 033, presentó en septiembre de 2001 la alcaldía
de Acapulco en contra del ex edil y actual diputado federal por el PRI,
Manuel Añorve Baños, sigue congelada por la delegación
de la Procuraduría General de la República (PGR) en Guerrero.
De acuerdo con la información contenida en la queja,
Añorve Baños habría utilizado recursos federales para
promover su imagen política en el proceso interno de 1999, cuando
el PRI designó candidato al gobierno de Guerrero, y también
en la campaña de René Juárez Cisneros.
El presunto desfalco al patrimonio público de Acapulco
fue descubierto el año pasado por la actual administración,
a cargo de Zeferino Torreblanca Galindo, quien por medio del apoderado
legal de la alcaldía, Juan Urbano Carreño, presentó
la demanda en la subdelegación de la PGR, donde se inició
la averiguación previa 266-AI/2001, que está archivada.
Cuando
Torreblanca asumió el gobierno de Acapulco no se realizó
la entrega-transferencia del ayuntamiento, del que se habían extraído
los documentos originales sobre la cuenta pública de 1999, y de
las pocas pruebas en su poder sólo se ha logrado documentar que
se hicieron pagos por obras no realizadas. Hasta ahora, se ha documentado
un presunto fraude por más de 8 millones de pesos.
Además, entre abril de 1998 y marzo de 1999, el
entonces secretario de desarrollo urbano, obras públicas y ecología,
Javier Morales Burgart, manejó cuentas de cheques en los bancos
Citibank, Serfin, Banamex, Bancomer y Bancrecer, presuntamente para realizar
pagos por material de construcción para obras sociales, financiadas
con recursos de la Federación, pero cuya comprobación se
sustentó en facturas apócrifas. En ese periodo la cifra que
manejó asciende a más de 70 millones de pesos.
Hasta ahora, los intentos de Torreblanca porque el titular
de la Contaduría Mayor de Hacienda del Congreso de Guerrero, Elías
Cuauhtémoc Tavárez Juárez, le entregue copia de la
cuenta pública del ayuntamiento, de 1993, no han fructificado, pues
el funcionario alega que los archivos deben encontrarse en la sede municipal.
Recientemente, uno de los asesores jurídicos de
la alcaldía, Raymundo Melgarejo, se entrevistó con el delegado
de la PGR en Chilpancingo, Raúl Jesús Izábal Montoya,
para exigirle que la investigación ?el expediente fue enviado de
Acapulco a la capital del estado? se destrabara.
El delegado de la procuraduría le ofreció
una cita para el 7 de marzo pasado, pero la entrevista no se realizó,
y después el funcionario encomendó al agente del Ministerio
Público Federal Moisés Jiménez reunirse con el abogado.
Moisés Jiménez es el representante social
que conoció la denuncia en primera instancia y quien desde el inicio
del proceso "dio muestra de desinterés y tendencia a obstaculizar
el curso de la denuncia", según Melgarejo.
En esa reunión, Jiménez insistió
en su argumento original de que la denuncia debió presentarse en
la instancia local, "en virtud de que una vez que los fondos son entregados
por la Federación, éstos pasan a ser propiedad del ayuntamiento
y su tratamiento será conforme a las leyes locales".
La evaluación que el municipio tiene del caso es
que el gobierno del estado "está obstaculizando la investigación",
para que las diligencias se practiquen después de las elecciones
locales de octubre para renovar alcaldías y Congreso local.
La denuncia de hechos fue presentada desde el 17 de agosto
del año pasado, y hasta el momento no se ha practicado ninguna diligencia.
La demanda se fundamenta, sobre todo, en la facturación
de obras no realizadas, de compra de materiales de construcción
en almacenes que no existen y porque se comprobaron gastos con documentación
que, de acuerdo con un reporte de la contraloría municipal, no son
reales.
El 3 de febrero de 2000, el contralor municipal, Rubén
Huerta Marín, recibió al empresario José Francisco
Rodríguez Sánchez, director de la empresa Edificación,
Urbanización e Instalaciones Especiales, a quien le pidieron corroborar
la autenticidad de 21 copias fotostáticas de supuestas facturas
que había entregado a nombre de la presidencia municipal en mayo
de 1999.
De acuerdo con el acta administrativa -de la cual se tiene
copia al igual que de la denuncia de hechos-, Rodríguez Sánchez
afirmó que su empresa no era proveedora del ayuntamiento y que,
"por lo tanto jamás le ha vendido ningún material, ni le
ha proporcionado servicio alguno".
En el expediente, que consta de 25 anexos, se incluyen
las copias de las facturas apócrifas, los reportes de la contraloría
municipal, las cartas de respuesta de la Contaduría Mayor de Hacienda
del Congreso del estado, y la relación del manejo de las cuentas
de cheques a nombre de Morales Burgart, así como documentos firmados
por Añorve Baños para el pago de obras públicas que
no se hicieron.
Para comprobarlo, la contraloría encargó
al jefe de departamento A, Armando Quiroz Alcántara, iniciar una
investigación sobre las obras del ayuntamiento realizadas en 1999
con fondos federales.
La primera obra que inspeccionó Quiroz fue la pavimentación
con concreto hidráulico de la colonia La Lajita de Navidad, población
de Llano Largo, incluida en el programa del Fondo para la Infraestructura
Social Municipal y en el subprograma pavimentación en zonas populares,
por un monto de 66 mil 575 pesos.
En la colonia, la pavimentación no se realizó
y sólo se entregó al presidente del comité de la colonia,
Apolinar Antonio, un cheque de 7 mil pesos. Sin embargo, el ex jefe de
departamento de la secretaría de planeación y desarrollo,
Víctor Cortés Creso, le exigió días después
a Antonio la devolución del dinero y le expidió tres recibos
a nombre de otra persona.
También en Llano Largo, Quiroz Alcántara
encontró que la construcción de un costurero público,
del subprograma 04, construcción y remodelación de las casas
del pueblo, plazas cívicas y jardines, tampoco se realizó
y sólo se entregó a la presidenta del comité, Melecia
Guerrero Romero, un cheque por 5 mil pesos.
Esos recursos, expresa en su denuncia el abogado del municipio,
Juan Urbano Carreño, "se usaron para proselitismo en la campaña
(de Añorve) para gobernador del estado".
Esa afirmación se sustenta en el reporte de Quiroz,
quien señaló que cuando le preguntó a Guerrero Romero
el uso que se le dio a los recursos, "en tono grosero respondió
que ya no estuviera chingando, ya que ese dinero se lo había dado
Manuelito Añorve" para realizar actividades políticas.
Como este caso, la demanda ubica otros casos de obras
no realizadas en Acapulco, como la pavimentación del andador Pez
Vela, de la colonia 6 de Enero; del andador Eligio Romero, de la colonia
1º de Mayo; el muro de contención de la calle Emiliano Zapata,
de la colonia 20 de Noviembre; de la pavimentación de la calle 10
de Abril, de la colonia Alianza Popular; y la pavimentación del
acceso principal del poblado San Isidro, entre otras.
La relación es amplia y el gasto se justificó
siempre con facturas falsas. Más aún, la anterior administración
incluyó como obras sociales la pavimentación de calles en
zonas residenciales, como en el fraccionamiento Las Playas y en la colonia
Costa Azul.
Sólo que en ambas, el pavimento ya existía.